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viernes 29 de septiembre de 2023
I Guerra Mundial

En las elecciones estadounidenses del 2024, además de la pregunta ¿Qué hacer?, hay otra no menos importante ¿Cómo hacerlo? (II fin)

No quiero acometer este importantísimo tema del enfrentamiento al fascismo, que como sabemos está en alza en el mundo (i.e. PP + VOX), y en especial en Estados Unidos, usando una retórica simplista o “paleo- izquierdista”, que es como querer pelear una batalla de hoy con armas de la Guerra de Crimea o de la I Guerra Mundial.

protesta

No quedan dudas de “¿Qué hacer?”, hay que enfrentar al fascismo resurgente con enorme fuerza y osadía, hay que desafiarlo y derrotarlo a como dé lugar. La pregunta más trascendente y fundamental es cómo hacerlo en la práctica, para defender el progreso social y la existencia misma de la humanidad.

Además de saber qué hacer, hay que implementarlo en la realidad histórico-social de nuestra época en los Estados Unidos. No es un problema de los Estados Unidos y su pueblo solamente. El gigantesco poderío militar, económico, tecnológico y la nefaria influencia de ese país sobre sus aliados, convierten la derrota del fascismo en los Estados Unidos, en un problema de primera prioridad mundial.

Una de las cuestiones que hacen hoy del Partido Republicano y el Demócrata dos facciones de un partido único (el del capitalismo) es el creciente desprecio a las masas populares, debido a la impotencia de estas para poder elegir un gobierno que responda a sus intereses. Para ello se han creado estructuras antidemocráticas (por ejemplo el voto de los colegios electorales predomina sobre el voto popular, limitación de la capacidad de votar, muchísimas más cosas), el uso aplastante de los medios de “desinformación” para desestimular que la gente piense y muy en especial (dentro de Estados Unidos), la “cogollización”¹ del proceso político, lo cual significa que el votante solo cumple una función, votar, y aun de forma pasiva.

Los jefes del partido- a quienes en la Cuba del pasado llamábamos “sargentos políticos”- y hacia arriba en la pirámide partidista son los que deciden las cosas principales, seleccionan los candidatos, forman los programas electorales, qué se incluye y qué no.

La respuesta a esta acción “elitista” enemiga debe ser, forzosamente, trabajar más con las bases, involucrarlas más en el proceso electoral, llevar la lucha contra el fascismo a los votantes, no solo a los líderes de los partidos.

La lucha anti – fascista y la así llamada política de “identidad”

Las principales figuras “liberales” en Estados Unidos, ya sea en el sistema judicial, en el gobierno o la intelectualidad, eran y aún son predominantemente hombres blancos y la sociedad estadounidense estaba haciendo muy poco para corregir tales desequilibrios, vinculados a las sociedades clasistas.

Se ha formado un nuevo modo de luchar contra la opresión, la así llamada política de “identidad”, que es una forma pseudo ideológica de decir “sálvese quien pueda” o “cada uno por su lado”.

eeuu washington dc

La política de “identidad”, basada en los objetivos de los grupos por separado, no era la posición pública del Partido Demócrata. En su Convención Nacional de 2004, Barack Obama declaró: “No existe un Estados Unidos negro y un Estados Unidos blanco, un Estados Unidos latino y un Estados Unidos asiático; están los Estados Unidos de América”.

Para la izquierda estadunidense actual, el no enfrentar la “identidad” grupal es de suma gravedad, oculta la realidad de la opresión. Niega la imprescindible unidad de las izquierdas y fuerzas progresista de todo tipo. Le abre el camino a líderes egocéntricos y voluntaristas, que solo quieren ser “jefes” como primera prioridad.

Como resultado, muchos no quieren luchar por todos, afirmando que los miembros de un grupo externo no pueden tener el conocimiento que poseen los miembros del grupo interno («No puedes entender X porque eres blanco»; «No puedes entender Y porque no eres una mujer”; “No puedes hablar de Z porque no eres homosexual”).

Cuando el líder liberal Bernie Sanders dijo a sus seguidores: “No es suficiente que alguien diga: ‘Oye, soy latina, vota por mí’”, Quentin James, propagandista de Hillary Clinton para las “personas de color”, replicó que los “comentarios de Sanders sobre la política de identidad sugieren que él también puede ser un supremacista blanco”. Esta ridícula acusación contra Sanders, un antifascista de toda su vida, es una manifestación de tribalismo y sectarismo imperantes.

Durante una protesta de Black Lives Matter celebrada en Filadelfia, un líder de la protesta anunció que “esta es una marcha de resistencia negra y mulata”, y pidió a los blancos que habían ido a apoyarlos que “tomen su lugar en la parte trasera de esta marcha”. No quiero caer en el cliché, pero no me sorprendería que la CIA (u otro de sus hermanos gemelos) controlara a ese “líder”, aunque él mismo no lo sepa. Con tales “amigos”, no necesitamos enemigos.

Los liberales han gritado “¡que viene el lobo!” demasiadas veces. Cuando apareció Donald Trump, el verdadero lobo, nadie le hizo caso. Y ahora, poco tiempo después, en el 2023, muchos grupos progresistas siguen ignorándose (o incluso peleando) los unos con los otros, a pesar de que las fuerzas locales del fascismo están cada vez más unidas y convenciendo a millones de ingenuos de que los EEUU. están amenazados por enemigos externos, comunistas rusos o chinos, iraníes o norcoreanos, cubanos o venezolanos, envidiosos todos que quieren destruir al país.

El caso de Ucrania les ha venido como anillo al dedo para obstaculizar la necesaria unidad del movimiento progresista. Han logrado vender la idea dentro de amplios sectores del progresismo local que ese actual conflicto comenzó en febrero del 2022, con la “Operación Militar Especial” rusa y no con el golpe de estado del 2014, concebido y ejecutado por EEUU. con sus aliados neo- nazis locales.

Ucrania

El enemigo de clase, ese uno por ciento que gana tanto o más que el resto de la humanidad, quiere que enfaticemos más en aquellas cosas que nos separan que en las muchísimo más importantes que nos unen. ¡No podemos permitirles que lo consigan! ¡Seria abrirle de par en par la puerta al fascismo absoluto!

¿Qué es necesario incluir en un plataforma mínima de una amplia coalición pro- democrática (anti– fascista) que enfrente a los Trump, De Santis, et al?

I. Política exterior

a. El problema de la paz y el uso de la violencia en las relaciones internacionales. Declarar una moratoria al crecimiento del presupuesto militar; no crear nuevas alianzas militares ni aceptar nuevos miembros en las ya existentes. Retomar acuerdos que disminuían las posibilidades de conflictos. Cerrar un buen número de bases militares, incluyendo en Corea del Sur, Japón, Alemania, países ex– miembros de la URSS o del campo socialista europeo (acorde con lo convenido durante el desmantelamiento del Tratado de Varsovia) y por supuesto la inaceptable Base Naval de Guantánamo, en territorio legítimo de la República de Cuba. No crear nuevas bases e instalaciones militares de ningún tipo.

b. Cese del uso de sanciones, incluyendo en primer lugar el Bloqueo contra Cuba, la existencia de Listas de Países que supuestamente apoyan el Terrorismo y otros instrumentos de exclusión y represalia.

c. Respetar las decisiones y sugerencias de Organizaciones internacionales, en primer lugar la ONU.

d. Enfrentamiento del problema de la inmigración irregular, del tráfico de personas y de estupefacientes (fuera del país)

e. Enfrentamiento a los Cambios Climáticos y acuerdos de más solidez para evitar la contaminación del medio ambiente, tanto bilaterales como multilaterales.

II. Política interior de los Estados Unidos

a. Disminución de la desigualdad dentro de los estadounidenses, política fiscal en que los más ricos aporten más a la sociedad y no al revés como hoy.

b. Fortalecimiento de las políticas educacionales y de salud, con el uso de cientos de miles de millones de dólares que se usan actualmente en presupuestos militares y/o de ayuda militar a gobiernos agresivos o represivos como Israel, Arabia Saudita y otros.

c. Limitación amplia de la venta de armas, incluyendo la prohibición completa a la población de aquellas similares a las de uso militar.

d. Eliminación de barreras raciales, de género, la aceptación de una sociedad multiétnica y muchos otros. Muy importante el factor de la mujer, como igual pago por igual trabajo y los derechos reproductivos.

e. Respeto a los derechos de los ciudadanos, por ejemplo el derecho a viajar a Cuba, y/o traer productos de Cuba después de un viaje (durante el deshielo de Obama, se podían traer hasta $400 dólares sin aranceles por persona, ahora $0)

f. Enfrentamiento del problema de la inmigración ilegal, del tráfico de personas y de estupefacientes (dentro del país)

g. Enfrentamiento a los Cambios Climáticos en todo los Estados Unidos con especial énfasis en las regiones más amenazadas (Alaska, la costa del Océano Pacifico) y regulaciones más estrictas para limitar la contaminación del medio ambiente

III. Inclusión de puntos de naturaleza regional, a nivel de estado o locales.

a. En los programas electorales de los candidatos a nivel de estado, condado o municipio, incluir los temas de gran impacto local, sean tanto de tipo nacional como de política internacional. Por ejemplo muchos estados y ciudades desearían una relación normal con Cuba, el fin del Bloqueo, muchas otras cosas.

Si se incluyen estos puntos, y muchos otros en todo o en parte significativos, se puede (y es necesario hacerlo) organizar un Frente Amplio Pro– Democracia (de hecho Anti– Fascista), incluyendo al Partido Demócrata, con la participación de los partidos minoritarios, organizaciones sociales de izquierda y progresistas, para detener el inmenso peligro que se cierne sobre los Estados Unidos, Cuba y toda la humanidad. De mas esta decir que la mafia de Miami y todas las fuerzas de la reacción van a enfrentar este frente antifascista a muerte, incluyendo al seudo – demócrata de New Jersey Bob Menéndez (un fascista químicamente puro) y otros como él.

amenaza del fascismo en los EE.UU.

No debemos permitir que se repita hoy lo ocurrido en Alemania en 1932, cuando Hitler y sus Nazis ganaron el Reichstag debido a la división de las fuerzas de izquierda y democráticas, y el presidente P. von Hindenburg, decapitó a la República de Weimar y nombró al “gran dictador” canciller de Alemania, abriéndole paso al tercer Reich. Hay muchos ejemplos semejantes

¡Parar al fascismo no es solo necesario, sino también posible!

rmh/jro

Nota:

1.- Cuando uso la palabra “cogollización” (como el cogollo de la caña de azúcar) del proceso político en los EEUU. me refiero a todo el sistema de “cabilderos” y manipuladores de influencias en Washington y en el liderazgo de los partidos, aislándose cada vez más de las bases populares. La extrema derecha republicana usa en estados decisivos, como Texas y Florida y con sectores latinos y negros, a las iglesias evangélicas para hacer su trabajo con las bases de votantes (como lo hizo Jair “Mesías” Bolsonaro en Brasil), y la influencia de grupos de extrema derecha de origen cubano, venezolano y nica, entre otros, para movilizar masas de votantes, etc.

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