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jueves 25 de abril de 2024
Elecciones-Colombia

¡Histórica victoria del pueblo colombiano! Los enormes retos a enfrentar. (II y final) ¿Como contender con los enemigos del progreso social?

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».

Gabriel García Márquez “Cien años de soledad” (1967)

El recién electo presidente de Colombia Gustavo Francisco Petro Urrego ha sido comparado con el coronel de ficción Aureliano Buendía (nom de guerre que usó cuando era guerrillero del M-19) o con el muy real general Rafael Uribe Uribe. Sólo que más exitoso en su lucha del lado del pueblo que los arriba mencionados y (deseamos) que con un futuro menos solitario o trágico.

Macondo es una alegoría a la historia de Colombia, de América Latina y de la humanidad, tal y como se quiera, en una infinita lucha por un mundo mejor, por diferentes vías para intentar lograrlo. Esta es una oportunidad para que se logren tales objetivos, y los mismos enemigos de siempre tratarán de frustrarla.

Coroneles

Este es el momento culminante de la secular y tenaz lucha del pueblo colombiano contra la desigualdad, en el que ha sido- y aun es- el país más reaccionario y clasista del hemisferio.

Lo que no se consiguió con las armas en la mano, se empieza a abrir paso con el voto popular, derrotando a una inmensa y supuestamente insuperable conspiración de odiadores y enemigos del progreso, con sus poderosos aliados internos y externos.

Colombia llega a esta nueva etapa dividida al extremo. La oligarquía colombiana se niega a morir como clase dominante. Posee el apoyo de las Fuerzas Armadas, consideradas como las terceras más poderosas de América Latina con más de medio millón de efectivos; de los grupos paramilitares que fueron creados ad hoc por esa propia oligarquía, por el actual Congreso, por los terratenientes, carteles de la droga.

“Colombia es una universidad y Venezuela es un cuartel”. Esta frase, atribuida al prócer independentista Simón Bolívar (1783-1830), mantiene parte de su vigencia a pesar del paso de los años.

En Venezuela, las Fuerzas Armadas (“Ejercito forjador de libertades”) fueron una de las principales fuerzas de avanzada de la Revolución, representadas en la inmensa figura del Comandante Hugo Chávez Frías y una pléyade de otros militares progresistas que les disputaron y quitaron el poder militar a los reaccionarios y pro- imperialistas.

En Colombia, en cambio, las Fuerzas Armadas han sido por mucho tiempo y son profundamente reaccionarias, “godas”, brazo armado de la oligarquía local y de Washington (a quien acompañaron en la Guerra de Corea, por mencionar solo un hecho), pertrechadas hasta los dientes por el “Plan Colombia”.

En todos esos sectores el recién electo gobierno progresista solo encontrará la oposición más enconada, falta de escrúpulos y de moral, decididos a matar con entusiasmo y regocijo a quienes deseen cambiar al país para el bien del pueblo colombiano y en detrimento de los pocos que explotan a decenas de millones.

La base del apoyo al nuevo gobierno progresista en Colombia está en la juventud, en las minorías, en los ciudadanos agobiados por una desigualdad espantosa, en la necesidad de mejor educación, servicios de salud, distribución de la riqueza.

Esas son las fuerzas que defienden los cambios por los que votó el pueblo colombiano al elegir dos veces a Gustavo Petro y Francia Márquez como presidente y vicepresidenta de Colombia, primero con más del 40 por ciento y un margen superior al 12 por ciento del total de votos el 29 de mayo y después por segunda vez el 19 de junio con muchos cientos de miles de votos de ventaja.

Considero muy importante insistir que fueron elegidos ¡dos veces! (sin mencionar siquiera el voto de marzo dentro de las propias coaliciones cuando Petro también se impuso por aplastante margen) por un pueblo que despierta y que cada vez sabe más lo que necesita su país.

Debajo esta la tabla 2, que muestra cómo fue la votación del domingo 19 de junio, en la segunda vuelta, por departamentos. Esta tabla fue confeccionada con los datos oficiales de la Procuraduría de Colombia, muestra fehacientemente, como las regiones más pobres y con más problemas del país votaron aplastantemente por el cambio representado por Gustavo Petro y Francia Márquez.

Votación 2da vuelta

La tabla 2 nos muestra que con la excepción de la ciudad de Bogotá DC, donde Petro fue alcalde y dispone del enorme apoyo de AntanasMockus y varios otros importantes líderes políticos, el apoyo popular para el cambio está íntimamente relacionado con las áreas de más bajo PIB per cápita y con considerable presencia de minorías en su población.

Para poder enfrentar la terrible oposición y sabotaje que se le hará a su gobierno,Petro y Francia deberán actuar con firmeza y con el pueblo siempre participando directamente en el gobierno del país. Algunos aspectos son sumamente descollantes:

  • Hay que pacificar al país, lo que implica la aplicación práctica y con garantías de los acuerdos de paz con las FARC, y terminar el conflicto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). La violencia ahora extendida a la frontera con Ecuador, la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela y otras áreas limítrofes.

Acuerdo Paz en Cuba

  • Hay que desmantelar a las fuerzas paramilitares, las BACRIM (Bandas Criminales) narcotraficantes y sicarios. Esto puede requerir operaciones conjuntas de las Fuerzas Armadas de Colombia, Venezuela y Ecuador en las regiones fronterizas, algo sumamente complicado.
  • La situación de Venezuela siempre ha tenido en vilo a la opinión pública colombiana y los enemigos del progreso en Colombia, que son legión, van a usar esa situación al máximo.

Uno de los temas es la migración de venezolanos (muchos de ellos de origen colombiano) hacia Colombia, provocada por la continua agresión contra el gobierno bolivariano.

Aunque los números que mencionan los medios anti- bolivarianos son exagerados para desprestigiar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, las cifras reales son indudablemente altas, visibles y preocupantes para los colombianos, sobre todo en las condiciones de elevadísimo desempleo a que el neoliberalismo uribista y de sus seguidores ha llevado al país.

  • La vehemente polarización política del país, con el enfrentamiento por la izquierda colombiana al “Uribismo” y la oligarquía local.

La falta de colaboración con los poderes electos se va a observar por doquier y a diario, y el nuevo gobierno debe tomar medidas que cambien la estructura legal de la sociedad, incluso llamando en su momento a una Asamblea Constituyente.

  • Es muy posible que se prepare e intente un golpe militar, no solo de las FF.AA. colombianas, sino- por supuesto- de sus asesores militares estadounidenses y la comunidad de inteligencia de ese país.

Este golpe tendría un fuerte componente civil y paramilitar. Quizás precedido de magnicidios, actos de terrorismo, siniestros, intentos de lawfare internos y/o desde el extranjero, entre otros elementos.

El nuevo gobierno deberá buscar apoyo entre militares progresistas, sindicatos capaces de organizar una huelga general y paralizar al país en caso de una asonada fascista– castrense, y de otros sectores donde el estudiantado es muy importante.

Tropas Militares

  • Hay que actuar de inmediato, sin hesitar ni un instante, en el desarrollo diferenciado de las zonas más pobres del país, en particular en los departamentos de la Costas del Atlántico y del Pacífico. Aumentar el salario mínimo, generar fuentes de empleo en las regiones habitadas por minorías. De esa manera, el pueblo volcará su apoyo más intenso y directo al nuevo gobierno.
  • Realizar una Campaña de Alfabetización en esas áreas mencionadas en el punto anterior. El departamento que presentó el mayor índice de analfabetismo fue La Guajira con 56,5 por ciento, seguido de Sucre con 39,1 por ciento. Los departamentos con los menores porcentajes fueron San Andrés y Providencia; y Bogotá D.C. con 2,2 por ciento y 8,6 por ciento, respectivamente.

La cifra oficial de analfabetismo absoluto es de 5.4 por cientoen todo el país, pero las de analfabetismo funcional están en el 15- 20 por ciento, lo que significa que en la práctica entre ocho y 10 millones de colombianos son analfabetos.

Por supuesto dar otros pasos educativos como son la creación de “Facultades Obreras”, donde los trabajadores puedan incrementar su nivel educacional en cursos vespertino – nocturnos

  • Desmantelar el “Uribismo” como filosofía, terminar de derrotarlo políticamente, demostrar su infinita corrupción y desprecio por las leyes. Evidenciar que hicieron todo lo posible por derrotar a la fórmula progresista Petro/Francia; apoyaron al ordinario y soez Rodolfo Hernández precisamente por ser un corrupto al frente de una espuria “Liga contra la Corrupción” (ninguna sorpresa: el ladrón siempre grita “al ladrón”).

Enseguida me viene a la mente “Henry” Tarrio devenido “presidente” de los supremacistas blancos ProudBoys, o el “ario puro” Volodymir Zelensky y presidente judío del gobierno nazi en Ucrania.

Pueblo Colombiano

Para decirlo de forma breve: el nuevo gobierno debe ser la vanguardia del pueblo colombiano y estar a su servicio, en un proceso en el cual predominen los cambios que vengan de abajo hacia arriba.

Hay que trabajar en pro de “des-fascistizar” a las Fuerzas Armadas y otras instituciones, dándole oportunidades a personas que proceden de estratos pobres o marginados, de zonas rurales.

En fin, ir disminuyendo la desigualdad todos los días, y no perder ni por un instante el contacto con “los que tienen hambre y sed de justicia” (Mateo 5:3-12), o simplemente con “los que ahora tienen hambre, porque serán saciados” (en el más mundano decir de Lucas 6:20-23). Porque esos son los que votaron y eligieron a este gobierno progresista, el primero en la secular historia de Colombia, que debe proyectar su poder político para que este sea siempre “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, como lo definieran y expresaran Fidel Castro y Abraham Lincoln.

Vienen unos pocos meses, pero de seguro llenos de eventos de todo tipo, hasta la toma de posesión el día 7 de agosto.

Después, veremos otro portento en octubre cuando LuizInacioLula Da Silva desmantele de una andanada al fascismo en Brasil, corporizado en el truhan de Jair Bolsonaro, el “mesías” descalabrado.

Cuando esto se produzca, más de 550 millones de latinoamericanos vivirán en países de la región que no son subsirvientes del imperialismo. Hasta hace muy poco tiempo, muchos no se atrevían ni a imaginarlo.

Dedico este artículo al insigne pensador de la Patria Grande Álvaro García Linera, ex- vicepresidente de Bolivia, quien predijera la nueva “ola progresista” en América Latina, cuando muchos pensaban que la “ola conservadora” era irrevocable.

Debo mencionar también al formidable presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien junto a MORENA dio el primer aldabonazo para revertir el curso de esa ola neoliberal y fascistoide en nuestro continente, un lustro atrás.

rm/jro

*Ingeniero cubano residente en los EE.UU.
José R. Oro
José R. Oro

José R. Oro Nació en Cuba en 1952. Geólogo de profesión, es autor de cuatro libros y más de 100 artículos especializados en minería, geología, ingeniería y medio ambiente y muchos otros de temas sociales, política y economía. Habla español, inglés, ruso y portugués. Experiencia en el desarrollo de grandes proyectos mineros y de infraestructura en Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Finlandia, Estados Unidos y Canadá. Vive en Connecticut, Estados Unidos. Casado.

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