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viernes 26 de julio de 2024

Los riesgos y sus retos ante el desarrollo

Por Jesús Salomón  Llanes *

Ninguna labor está exenta de riesgos.

Los riesgos, asociados en su totalidad al desarrollo humano impulsado por el profundo proceso de globalización e integración regional, constituyen un tema de gran importancia. Ninguna labor está exenta de riesgos.

Esto se ha puesto de manifiesto en las recientes cumbres realizadas en esta área geográfica, que propician y aceleran el surgimiento  de nuevas relaciones y actividades en diversos campos del conocimiento de la economía y la sociedad, a la par que despiertan la necesidad de investigar los procesos de transformaciones continuas y su impacto en la relación dialéctica naturaleza-sociedad.

Ese nuevo escenario parte del reconocimiento de la protección del medio ambiente como  línea estratégica vital, que posibilita garantizar un desarrollo sustentable y la justa búsqueda de una equidad para los pueblos, a partir  de la necesidad de gestionar y conocer los riesgos naturales y de carácter antropogénicos (inducidos por el hombre) de mayor impacto en el medio ambiente y la sociedad,  considerados como un todo único en la naturaleza.

Se trata de un nuevo desafío o paradigma que se impone resolver en la sociedad del conocimiento, en aras de reducir las grandes vulnerabilidades de estos y otros fenómenos presentes en nuestra región.

Actualmente el escenario internacional se caracteriza por el crecimiento de los riesgos aparejados a la recurrencia de crisis económicas, financieras, alimentarias, la existencia de conflictos de origen bélico,  catástrofes naturales y otras -que afectan sensiblemente el medio-ambiente-, como consecuencia del uso irracional de las tierras y la sobreexplotación de los  recursos naturales.

Atención especial se dedica a los análisis de los riesgos de origen antrópicos o antropogénicos, por la gran diversidad y complejidad de sus efectos en el campo económico y  social.

Tales riesgos, que por su naturaleza son los de origen humano, figuran entre los más frecuentes: los incendios, accidentes de industrias químicas, mineras, grandes explosiones y otros desastres causados por la acción del hombre, en forma accidental o provocada intencionalmente por actividades de vandalismos, terrorismo y otras causas derivadas del manejo irresponsable de los conflictos sociales e incluso aquellos de un carácter  bélico de baja intensidad.

De acuerdo con los especialistas, estos riesgos  se clasifican en tecnológicos, estructurales, de infraestructura y los socio-organizativos.  Los tecnológicos son los más divulgados por interés público  y su posible impacto social -dentro de la estructura de los antropogénicos- y abarcan las áreas del transporte aéreo, marítimo, vial terrestre, ferroviario y las industrias química, biotecnológica y otras de alto riesgo potencial.

Su estudio y postulación constituye un elemento esencial para predecir los daños y desarrollar políticas aceptadas, de gran beneficio para todos los Estados, que posibiliten reducirlos a corto, mediano y largo plazos.

La estadística demuestra que las pérdidas materiales y humanas provocadas por esos eventos son enormes cada año, en correspondencia directa con los daños económicos causados. Basta señalar,  por ejemplo, que el promedio anual de incendios  en el mundo alcanza los 100 mil, muchas veces originados por rayos u otros agentes naturales, pero también  en  no pocas ocasiones, debido a negligencias e irresponsabilidad de personas,  organizaciones e instituciones.

Cifras similares generan los accidentes de transporte, industria y otros sectores, independientemente de los desastres de origen natural, cuya vulnerabilidad se puede reducir a partir de medidas técnico-organizativas.

Realizar estudios de riesgo, como política preventiva, es la mejor manera de reducir los impactos y secuelas de estos eventos, así como una buena práctica incrementar cada vez más la difusión y conocimiento entre el personal de las instituciones especializadas, y lograr una mejor percepción del riesgo en la población que podría estar potencialmente afectada.

Las universidades y  centros de investigaciones especializados han sido un eslabón de referencia importante en este campo, al aportar conocimientos, metodologías y herramientas de cálculos para los estudios de esos escenarios, lo cual propicia el debate e intercambio de información, como práctica en talleres y eventos científico-técnicos dentro de las cátedras creadas en sus propias sedes universitarias.

En Cuba la primera manifestación de la necesidad de atención a los problemas asociados con los análisis  de riesgos de gran alcance, y bajo un enfoque preventivo, la constituyó el estudio pre operacional de la central electronuclear de Juraguá -unos 350 kilómetros al sureste de la capital cubana-, vinculado con el sector energético y posteriormente extendido a otros de la industria de excelencia.

Ese proceso de desarrollo en el país condujo a la necesidad de fundar la Cátedra de Seguridad y Riesgo de de Cuba,  con vistas a contribuir al más amplio intercambio académico y profesional del personal de diversas organizaciones, en esta materia, lo que representó oportunamente, además, un espacio ideal para la promoción y divulgación de los avances en el ámbito nacional e internacional.

Los estudios de riesgo, como política preventiva, son la mejor manera de reducir sus impactos y secuelas.

También permitió dar cobertura a un amplio grupo de temáticas relacionadas con diversos campos afines de la ciencia y la técnica.

La Cátedra, en su estrategia de integración desde su fundación el 22 de noviembre de2007, ha reunido a más de 250 especialistas, pertenecientes a más 90 organizaciones.

De esa manera se ha fortalecido el enfoque multidisciplinario y el trabajo en equipo para abordar los problemas de fronteras apremiantes, relacionados con el desarrollo de sectores emergentes de la economía, y la atención especializada a fenómenos de carácter extremo, que impactan de forma significativa la industria,  la sociedad y el medio ambiente.

La Cátedra ha unido la inteligencia y las experiencias más diversas en el claustro de profesores y grupos de especialista e investigadores, con el fin de desarrollar armónicamente la base metodológica necesaria para la creación y perfeccionamiento de las herramientas de cálculos, fundamentalmente puestas en marcha en el país.

Paralelamente está la necesidad de unificar, desde el punto de vista metodológico, los criterios de riesgo y seguridad que tienen expresión universal,  pudiendo satisfacer con un nivel de aceptación general las exigencias más altas establecidas en las regulaciones nacionales e internacionales vinculadas con el desarrollo en este terreno, en cada una de las áreas específicas que lo integran.

La Cátedra ha garantizado de forma permanente y sostenida la prevalencia de un alto nivel científico y académico.

La Cátedra ha garantizado de forma permanente y sostenida la prevalencia de un alto nivel científico y académico. En ella coexisten doctores y especialistas de experiencia reconocida en materia, provenientes de las más diversas esferas de conocimiento, que garantizan  un desarrollo integral.

Cabe mencionar, entre sus logros,  posibilitar una mayor frecuencia, cobertura, difusión e impacto nacional e internacional de los eventos, talleres y simposios llevados a cabo en alianza  con otras instituciones del país que han potenciado dichos encuentros. Muestra fructífera lo constituye la colaboración permanente y estrella con el Instituto Panamericano de Ingenieros Navales Capítulo Cuba, la cual ha permitido  realizar más de nueve talleres y dos Simposios.

Su  actual estructura abarca cinco  secciones: Seguridad de la Industria, Seguridad Biológica y de la Nanociencia,  Seguridad Ecológica y Fenómenos  Naturales Extremos, Defensa y Riesgo Ambiental.

Entre los resultados más relevantes están la creación y desarrollo de los códigos de cálculos para la realización de los análisis cualitativos, semi cuantitativos y cuantitativos de riesgos, el desarrollo de monitores de riesgo (programas automatizados de cálculo de la confiabilidad y riesgo) en línea y fuera de línea consejero hablado, en redes de monitores con soporte en un sistema de información geográfica para múltiples usos de la industria, el transporte y otras ramas de la importancia de la alimentaria, biotecnológica y farmacéutica.

 

ag/jsll

 

*Doctor en Ciencias y presidente de la Cátredra de Seguridad y Riesgo, de Cuba

 

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