Por Marco A. Gandásegui, hijo
Para Firmas Selectas de Prensa Latina
En visita reciente, el encargado de la sección correspondiente al ‘Hemisferio Occidental’ -del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos-, Mauricio Claver- Carone, les aconsejó al presidente saliente Juan Carlos Varela, y al presidente electo, Laurentino Cortizo, que tuvieran mucho cuidado con la llegada de los turistas chinos a Panamá.
Se refería al acercamiento diplomático entre Panamá y la República Popular China. Las reuniones entre el enviado de John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y los mandatarios panameños se centró en las recientes discrepancias entre EE.UU. y China, Venezuela y Cuba. Una entrevista realizada en una televisora local arrojó mucha información sobre los propósitos del cubano-norteamericano en Panamá.
Claver-Carone planteó abiertamente cómo deben ser las relaciones entre Panamá y China, así como la intervención norteamericana en Venezuela. Para abordar estos puntos el enviado norteamericano se refirió al Canal de Panamá, a algunos acuerdos entre ambos países y también a Cuba. Tal como aparece en los medios, EE.UU. tiene en la actualidad una obsesión con el impulso económico chino, que ha asombrado al mundo durante los últimos 30 años.
En la entrevista citada quiso crear alarma al asegurar que “la presencia china (en el país) debe preocupar a Panamá”. En el caso particular de la empresa Huawei, afirmó que era un brazo del gobierno y ejército chinos. “Cuando se negocia con Huawei se está negociando con un gobierno autoritario”. Los hombres de negocios de China son, en realidad, funcionarios de ese gobierno, agregó.
El emisario no pestañeó cuando dijo que le había advertido al presidente electo Cortizo que “Panamá debe tener cuidado con las maniobras políticas encubiertas de China. Para comenzar, no juega con las reglas internacionales”. También le advirtió al administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, sobre los peligros que representa China. Beijing promueve proyectos con interés político, según el enviado, y quiere establecer un centro de operaciones en Panamá.
En la entrevista televisada, el funcionario de la Casa Blanca insinuó que el Canal de Panamá podría convertirse en una vía para que el petróleo venezolano saliera al Pacífico rumbo al país asiático y no tuvo recato alguno en referirse en términos negativos a esa nación. Su línea es la misma que la de su jefe, el presidente Donald Trump.
Aseguró que con Cortizo, EE.UU. tendrá “relaciones (basadas) en buena comunicación, honestidad, sin sorpresas, y de confianza”. Una afirmación muy diplomática. Quizás se sale de lo acostumbrado la frase “sin sorpresas”. ¿Estaría insinuando que fue una sorpresa para Washington cuando Panamá estableció relaciones con Beijing? Le tocará a Cortizo interpretar el mensaje poco diplomático y actuar en consonancia con el mismo.
En la segunda mitad de la entrevista, entró de lleno en las relaciones entre EE.UU. y Venezuela. Una vez sentada la pauta para definir la relación entre Panamá y Beijing, Claver-Carone reiteró que Washington no aceptará una opción en Venezuela que no pase por el abandono del presidente Maduro de su mandato en la República Bolivariana.
Durante la entrevista desarrolló una lógica que lo aleja de cualquier solución del diferendo entre ambos gobiernos. Insinuó que los partidarios de la Revolución bolivariana ya tienen guerrilleros diseminados por Venezuela. Parece olvidarse que Venezuela tiene un Ejército profesional, armado y dispuesto a combatir.
Señaló que hay un grupo de chavistas del ‘círculo íntimo’ de Maduro que está negociando con Washington. Elaboró un imaginario según el cual Maduro se había escondido y la oposición se había adueñado de las calles. Hace semanas que los enemigos de la Revolución bolivariana no salen de sus casas. Presentó resultados de encuestas que le dan 80 puntos de apoyo a la oposición y menos del 10 por ciento a Maduro. Parecen sueños de opio.
Claver-Carone se fue de bruces cuando acusó a la banca panameña de abrirles cuentas a los gobernantes venezolanos. Señaló que EE.UU. había identificado las cuentas. Al contrario, el gobierno panameño les ha dado todo su apoyo a los agentes de la nación norteña, que se apoderaron de la representación venezolana.
El entrevistador reservó para el final la relación muy especial de Claver-Carone con Cuba. Hijo de una cubana y nacido en EE.UU. trabajó muchos años para el Comité de Acción Política US-Cuba Democracy en Miami.
ag/mg