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martes 3 de diciembre de 2024
Che Guevara

Che Guevara en la cultura del debate y en los métodos de dirección de la economía (I)

Ernesto Che Guevara dejó para la posteridad un arsenal de ideas de gran importancia para el desenvolvimiento social en aras de la emancipación humana.

El estudio en amplitud y profundidad de la obra escrita del Che enriquece el camino de la construcción del socialismo en Cuba y en otros países, en especial, de Nuestra América.

Desde luego, en este empeño siempre hay que tener en cuenta que los tiempos que corren actualmente en Cuba y en el mundo son muy diferentes a los de entonces por lo que se requiere un esfuerzo dialéctico para interpretar al Che.

Cultura del debate

Una de sus enseñanzas, especialmente para la Cuba de hoy, es su concepción y ejercicio de la cultura del debate. Defendía sus ideas con firmeza; pero respetaba las consideraciones de los demás, aunque discreparan de las suyas.

Resulta enriquecedor releer las páginas donde el Che polemizaba con el miembro del Partido Comunista Francés Charles Bettelheim, quien ayudaba a Cuba en la esfera de la planificación, o con el comandante Alberto Mora, entonces ministro de Comercio Exterior de Cuba.

En cuanto a la formación de los nuevos intelectuales y artistas, el Che recomendó: “No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni “becarios” que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas”. [1]

Che Guevara

El ejemplo que el Che nos dejó en el debate de ideas, fundamentándolas con argumentos, sin ataques personales contra quien discrepaba y sin convertir la polémica en un torneo literario, tiene gran importancia para la Cuba de hoy, urgida del concurso de diferentes ideas para encontrar el camino más adecuado con vista a su desarrollo económico y social.

En los tiempos que corren en nuestro país, grupos de ciudadanos solicitan diálogos con las instituciones del Estado. En ocasiones estos hechos han sido utilizados en forma tergiversada y oportunista por el gobierno norteamericano y otros personeros de la contrarrevolución externa y sus seguidores internos para atacar a la Revolución Cubana propagando que el gobierno de Cuba no atiende las preocupaciones de la ciudadanía y las reprime.

En mi criterio, los grupos que solicitan diálogos con las autoridades cubanas y exponen opiniones en las redes sociales son heterogéneos, existiendo entre ellos una presencia minoritaria de contrarrevolucionarios que responden a intereses foráneos y anticubanos que pretenden eliminar el socialismo en nuestro país.

Pero considero que la mayoría de los participantes en estas acciones son ciudadanos honestos, patriotas y revolucionarios comprometidos con el socialismo que no encuentran plenamente las vías para plantear sus inquietudes y acuden a métodos públicos para expresarse y buscar respuestas a sus preguntas.

Teniendo en cuenta esta heterogeneidad me atrevo a decir que las autoridades oficiales y las organizaciones sociales, con el apoyo del pueblo, deben denunciar y rechazar las intenciones contrarrevolucionarias disfrazadas de consignas democráticas y, a su vez, ampliar e intensificar los canales democráticos internos para facilitar que las opiniones diferentes al discurso oficial, planteadas por los revolucionarios, patriotas y ciudadanos honestos, se debatan abiertamente con plena libertad de expresión, sobre la base de la fundamentación de las consideraciones sometidas a debate y procurando soluciones de consenso a los planteamientos formulados.

Che

El aumento de la participación directa de la ciudadanía en los asuntos públicos mediante diferentes modalidades, incluso con decisiones vinculantes como en los referendos, los plebiscitos y la postulación y elección de los delegados de las Asambleas Municipales del Poder Popular en nuestro país, crea condiciones para sostener diálogos con plena libertad de expresión, dentro de los órganos y organismos estatales y las organizaciones sociales, en temas de mayor calado e influencia en la marcha de la construcción del socialismo en Cuba.

Métodos de dirección de la economía

Un tema que desarrolló ampliamente el Che es el de la dirección de la economía. Al estudiar su pensamiento en esta materia hay que tener muy en cuenta que, en los más de 55 años transcurridos desde entonces, el mundo y Cuba han cambiado radicalmente.

Una de las características más significativas que muestra la economía cubana de hoy es la diversidad de formas de propiedad sobre los medios de producción. Ello se refleja en que el 33 por ciento de la población económicamente activa labora en el sector no estatal y la tendencia es a su incremento.

La etapa en la cual el Che subrayó que la tendencia debería ser: “[…] a liquidar lo más vigorosamente posible las categorías antiguas entre las que se incluye el mercado, el dinero y, por tanto, la palanca del interés material […]” [2], ha dado paso a una época en Cuba en la cual se utilizan ampliamente dichas categorías.

El pensamiento económico del Che forma parte intrínseca de su concepción sobre la forma en que se debía construir el socialismo y marchar hacia la sociedad comunista. Con sus ideas, realizó un aporte a la teoría de la construcción del socialismo. El núcleo duro de la concepción del Che es el que destaca la importancia de la fuerza moral del hombre y de la fe que hay que tener en el pueblo, lo cual es aplicable en todas las circunstancias de la lucha popular revolucionaria.

La disyuntiva de los modelos de dirección económica en Cuba ya no se dirime entre el sistema presupuestario de financiamiento, que defendía el Che, y el del cálculo económico, iniciado en la Unión Soviética y promovido básicamente, en aquellos iniciales momentos de la Revolución, por Carlos Rafael Rodríguez, cuya principal objeción al Sistema Presupuestario era que estaba más cerca de lo que tiene que ser la sociedad del futuro, un futuro algo distante.

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También decía que el Che se dejó llevar por la idea- a juicio de Carlos Rafael incorrecta- de que, en el tránsito político de nuestra imperfecta sociedad socialista, la conciencia podía apresurarse.

Los aspectos de las ideas económicas del Che que han perdido vigencia se refieren, principalmente, a cuestiones organizativas y de métodos de dirección financiera.

El sistema que propugnaba el Che no consideraba la categoría mercancía en el intercambio de productos entre las empresas estatales. Los partidarios del cálculo económico sí la consideraban como tal. Este último criterio es el que se aplica actualmente en nuestro país.

No obstante, el Che no desechaba las relaciones monetarias en la economía. El registro contable que él proponía se medía con el dinero, así como también el presupuesto de cada empresa y su relación con los organismos centrales. En el pago del salario y su control se utilizaba dinero, así como en el comercio interior mayorista y minorista y en el comercio exterior.

Un aspecto de mayor importancia en el cual se diferenciaban los sistemas en controversia era el acento en el uso del estímulo material o del estímulo moral. El Che criticaba que los partidarios del cálculo económico exageraban el papel del estímulo material en la producción y lo situaban en un primer plano. En el sistema de financiamiento presupuestario, no se negaba el estímulo material, pero se destacaba más el estímulo moral.

Algo que debe subrayarse es que el Che demostró en muchas oportunidades el carácter dialéctico y práctico de su pensamiento y actuación, lo que se reafirma en el fragmento siguiente del artículo “Sobre el sistema presupuestario de financiamiento”: “… si, en el curso de ella, se demostrara que es un freno peligroso para el desarrollo de las fuerzas productivas, habrá que tomar la determinación de cortar por lo sano y volver a los caminos transitados…”. [3]

A continuación, destacaré las numerosas ideas y planteamientos del Che en materia de dirección de la economía que tienen plena vigencia en la actualidad.

che

Una de sus principales consideraciones está relacionada con el estricto registro contable de los hechos económicos, la plena utilización del sistema de información estadística con datos exactos y el control de costos.

También daba especial importancia a la productividad. El Che fue un pionero en la aplicación de la computación al procesamiento de los datos estadísticos y contables en las empresas y demás niveles de dirección económica.

Apuntó que el impulso más formidable a la producción había que darlo por la vía del desarrollo tecnológico. El desarrollo de la ciencia y la técnica alcanzadas en el capitalismo, decía, puede ser utilizado por el camino socialista sin temor de contagio de la ideología burguesa.

El aporte de mayor significación en el pensamiento económico del Che es haber destacado la relación que existe entre la economía y la espiritualidad humana elevando la importancia de esta última. Quizás donde mejor está expresada esta consideración del Che es en el párrafo siguiente: “Nosotros no concebimos el comunismo como la suma mecánica de bienes de consumo en una sociedad dada, sino como resultado de un acto consciente; de allí la importancia de la educación y, por ende, del trabajo sobre la conciencia de los individuos en el marco de una sociedad en pleno desarrollo material”. [4]
(Continuará…)

rmh/fvg

*Doctor en Ciencias Económicas.

Fuentes bibliográficas

[1] Ernesto Che Guevara: “El socialismo y el hombre en Cuba”, Marcha, Montevideo, 12 de marzo de 1965, tomado de Obras 1957-1967, t. II, Casa de las Américas, La Habana, 1970, p. 380.

[2] Ernesto Che Guevara: “Sobre el sistema presupuestario de financiamiento”, Nuestra Industria, Revista Económica No. 5, La Habana, febrero de 1964, tomado de Obras 1957-1967, t. II, Casa de las Américas, La Habana, 1970, p. 272.

[3] Ernesto Che Guevara: “Sobre el sistema presupuestario de financiamiento”, Nuestra Industria, Revista Económica No. 5, La Habana, febrero de 1964, tomado de Obras 1957-1967, t. II, Casa de las Américas, La Habana, 1970, p. 264.

[4] Ernesto Che Guevara: “La banca, el crédito y el socialismo”, Cuba Socialista, No. 31, marzo de 1964, tomado de Obras 1957-1967, t. II, Casa de las Américas, La Habana, 1970, pp. 299-300).

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