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miércoles 18 de diciembre de 2024
Lech Walesa

Lech Walesa, ¿patriota o agente de la ultraderecha anticomunista mundial? (Parte II y final)

La historia de Polonia y en general de Europa central y oriental, es clave para entender al mundo de hoy, los retos y peligros más acuciantes para la humanidad.

La desaparición de un poderoso país europeo a fines del siglo XVIII y su reemergencia en 1918, despertando de 123 años de vasallaje en forma de un estado burgués con una extrema voracidad chovinista, que coadyuvó a su subsecuente aniquilación poco más de dos décadas más tarde, son una extraordinaria lección de la historia, que lamentablemente muchos se niegan a entender.

En mi infancia, la Imprenta Nacional de Cuba, producto de la Revolución (que hoy acumula, cientos de miles de títulos y más de mil 100 millones de ejemplares publicados), daba sus primeros pasos de la mano del gran Alejo Carpentier. Gracias a ello pude leer a Henryk Sienkiewicz, Wladyslaw Reymont y libros de historia europea, que despertaron profundamente mi interés en el mundo de la Europa central y oriental, su historia y sociedad.

Durante muchos años tuve la oportunidad de conocer bastante sobre Polonia, siendo miembro de la Brigada Cubano- Polaca que realizó parte del Mapa Geológico de Cuba a escala 1:250,000 (provincias de Cuba occidental), ejecutado por las academias de ciencias socialistas, con la iniciativa de Antonio Núñez Jiménez (Presidente Fundador de la Academia de Ciencias de Cuba), Jesús F. de Albear y Fránquiz (Primer director del entonces Instituto de Geología, hoy IGP – Servicio Geológico de Cuba) apoyados por líderes científicos de la URSS, Bulgaria, Polonia, Hungría y Rumania.

Entre los geólogos de las academias de ciencias socialistas, vino a Cuba una pléyade de altamente calificados expertos polacos, encabezados por los luego profesores de la Academia de Ciencias de Polonia Andrzej Pszczolkowski y Krystina Piotrowska, e integrados por los doctores en ciencias R. Myczynski, J. Piotrowski, A. Skupinski, D. Danilewski y muchos otros científicos. Pude visitar Polonia a finales del siglo XX, sobre todo las ciudades de Varsovia, Cracovia y Kielce.

Tuvimos la oportunidad de conocer las opiniones personales sobre todos los hechos que hemos brevemente expuesto en la primera parte de este escrito. El contexto histórico de Polonia se reflejaba en las opiniones políticas y conducta social de su población. Todos ellos eran nocionalmente católicos (aunque no practicaban), con la excepción de J. Piotrowski, quien era protestante. El amor de todo ese colectivo por Polonia y compromiso con su país, estaban fuera de discusión. Las influencias de la historia se hacían sentir.

El padre de A. Pczszolkowski murió en septiembre del 1939, peleando contra los invasores nazis. El padre de R. Myczynski murió en combate en la insurrección de Varsovia en 1944, en la Aleje Jerusalemski, a 100 metros del puente sobre el Vístula. Krystyna Piotrowska había nacido en 1938 en la ciudad entonces polaca de Lutsk, que un año más tarde era parte de la República Socialista Soviética de Ucrania.

Sin excepción, todos ellos habían perdido a algún familiar cercano durante la gran tragedia. Uno de ellos había estado por varios meses en un campo de concentración nazi, de donde fue liberado por las tropas soviéticas. Fue un privilegio conocer las circunstancias de Polonia a través de personas de tan alto nivel y aprovecho esta oportunidad para expresar mi mayor reconocimiento a estos destacados científicos que dejaron una considerable impronta en la Geología de Cuba.

Las formas de pensamiento político e histórico de estos intelectuales polacos eran muy diversas, pero todos compartían un denominador común, que pudiéramos llamar el “trauma nacional polaco”, presente en la mayoría del pueblo de ese país.

En esas condiciones surge la figura de Lech Walesa. Para los cubanos, por un Lech Walesa tenemos en nuestra historia a Carlos Rolof y a muchos científicos y profesionales que ayudaron a Cuba, como los mencionados arriba. Prefiero, por supuesto ver la luz y no las manchas. Las acciones mezquinas de un Walesa no deben dañar nuestro amor y hermandad por el pueblo polaco.

El oportunismo político– social siempre necesita de un caldo de cultivo donde generarse y crecer.

No tengo nada contra los tipos de fe de los seres humanos, los respeto a todas por igual. Pero “en nombre de la fe” han muerto muchas más personas que las que han sido “salvadas”. En nuestros días la reacción neofascista mundial y particularmente en la Patria Grande, se opone a la victoriosa “oleada progresista de América Latina” usando a la religión como su arma regresiva y perniciosa para enfrentar al progreso, manipulando a los creyentes de la forma más desalmada y mezquina, para tratar de lograr sus fines mas reaccionarios. Llámense Trump, Bolsonaro, Uribe, todos ellos ahora derrotados (pero no muertos) y de capa caída, o los nuevos “arcángeles y mesías” del CPAC, VOX y otros engendros fascistas de nuestro tiempo.

Walesa, con Cuba no te metas.

Un grupo de aproximadamente 15 integrantes de la contrarrevolucionaria Asamblea de la Resistencia Cubana, que pretendía hacer una conferencia de prensa frente a la Embajada de Cuba en México, se enfrentó a empujones y palos (¿acto pacifico?) con otro contingente del Comité de Solidaridad con Cuba, la Asociación de Residentes Cubanos en México y el Partido Comunista Mexicano quienes ya se encontraban en el lugar. No hubo lesionados de gravedad, luego de que elementos de la policía mexicana intervinieron para separarlos.
Los manifestantes llegaron desde temprano y se colocaron frente a la sede diplomática, pusieron música y gritaban consignas a favor de la revolución y contra el imperialismo.

El grupo anticubano había convocado a la rueda de prensa en el mismo lugar, a las diez de la mañana; sin embargo, llegaron tarde y cuando se acercaban a la embajada se dio la confrontación, que solo duró unos segundos, y que los obligó a replegarse ante la viril respuesta de los defensores de Cuba.

Separados ambos contingentes por más de 50 metros y cordones de policías, comenzó la conferencia con el líder de la asamblea, el ultraderechista anticubano Orlando Gutiérrez Boronat, y el presidente de la Comisión Mexicana de “Derechos Humanos”, René Bolio, a la cual se incorporaron el ex presidente polaco Lech Walesa y el diputado salvadoreño Ricardo Godoy, del partido Arena, ambos asistentes a la reunión de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que se efectuó la semana pasada en México. Walesa dijo que el gobierno de la isla debe terminar con el régimen comunista, que calificó de “error y una utopía”.

Y llamó a que “el régimen cubano: hagan sus maletas y salgan de Cuba para dejar Cuba al pueblo cubano, y dense prisa porque a mí me gustaría estar en la manifestación de independencia y libertad de Cuba (sic)”.

Fue un acto de extrema senilidad y de avaricia desmedida de Lech Walesa, a quien siempre le hace falta dinero y dice a todo a quien le escuche que el dinero que recibe por su pensión de expresidente de Polonia no le alcanza para vivir, a pesar que es unas ocho veces más que el promedio salarial en su país.

La conferencia duró 13 minutos, tras lo cual Walesa y los integrantes de la asamblea se retiraron, mientras los simpatizantes de Cuba coreaban: “Lech Walesa, tu presencia es una ofensa”.

Y lo es. Ya en 2008 Slawomir Cenckiewicz y Piotr Gontarczyk llevaron a cabo una investigación en nombre del Instituto de Memoria Histórica polaco y publicaron un libro que denunciaba la presunta colaboración de Walesa con el régimen comunista y su labor como confidente del Gobierno de la Polonia socialista entre 1970 y 1972. “Bolek” (supuesto nombre en clave de Walesa) habría recibido dinero a cambio de denunciar las actividades de al menos 40 compañeros de trabajo en el astillero de Gdansk. La documentación aportada incluye recibos firmados supuestamente de puño y letra por Walesa con su nombre y apodo.

En el año 2015, fue hallado en un domicilio un dossier que contenía 41 informes firmados por “Bolek” y recibos por un valor total de 11 mil 700 zlotys. Al parecer la necesidad de dinero de Walesa es un hecho crónico y para colmarla, es capaz de cualquier cosa.

La historia de Cuba no es la de Polonia, el pueblo cubano ama su independencia, que después del coloniaje hispano, fue siempre atacada de una forma u otra por los EE.UU. Lo más importante es que Walesa no sabe absolutamente nada de Cuba (ni le interesa, solo es otra vía de conseguir $$$$)

La colusión de Trump, Walesa, la gente de VOX, de las ultraderechas latinoamericanas y por supuesto del archi contrarrevolucionario Orlando Gutiérrez Boronat, es solo una respuesta ante la enorme derrota que han sufrido en la Patria Grande con la nueva oleada progresista, como la vaticinó el gran Álvaro García Linera ya en el 2017:

“El continente está viviendo un momento de inflexión histórica. Ciertamente, después de diez años continuos de expansivas victorias políticas de las fuerzas revolucionarias y progresistas en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, existe un estancamiento de esta irradiación e incluso un retroceso territorial. Es así que a la conspiración política conservadora en Honduras, Paraguay, Venezuela y Brasil, le ha seguido la derrota electoral en Argentina”

Continuó el destacado intelectual boliviano: “A través de vías electorales, en ocasiones acompañadas por acciones de movilización colectiva, sumadas a sistemáticas agresiones económicas y a una inocultable conspiración externa, las fuerzas conservadoras han asumido en el último año el control de varios gobiernos del continente. Numerosas conquistas sociales, logradas años atrás, han sido eliminadas y hay un esfuerzo ideológico- mediático por pontificar un supuesto “fin de ciclo” que estaría mostrando la inevitable derrota de los gobiernos progresistas en el continente”.

El imperialismo está creando una situación a nivel mundial en la que “El Fin de la Historia” puede producirse, no porque la humanidad haya llegado a una especie de “Punto Omega” de Teilhard de Chardin o a un “inmutable paraíso capitalista liberal” de Francis Fukuyama, sino por su destrucción y exterminio, en una irracional deriva hacia la sexta “gran extinción” planetaria, ahora no por causas naturales, sino en un suicidio masivo causado por la ambición y voracidad de las clases dominantes del capitalismo y las oligarquías nacionales. La victoria popular en Brasil, ha sido de gran alcance para el bien de la Patria Grande y la humanidad, el colofón de la “oleada progresista”.

Esta nueva oleada progresista de América Latina, es muy importante para la paz mundial y la desaparición del mundo unipolar que las fuerzas reaccionarias pretenden afirmar, aunque sea a cambio del fin de la especie humana. Para la ultraderecha fascistoide internacional esto es anatema y por supuesto que está organizándose para atacar directamente este proceso en América Latina y otros lugares.

mapa

El problema para la ultraderecha de Trump, Bolsonaro, Boronat y Cía., radica en no tener qué ofrecer como alternativa. Por ello acuden a las “armas melladas del capitalismo” como Lech Walesa y las formas reaccionarias dentro de la religión, que ya desde la época de la Vendée, se utilizan para contrarrestar los cambios progresistas a nivel mundial.

Solamente quiero decirle a Lech Walesa:

¡CON CUBA NO TE METAS!

rm/jro

*Ingeniero cubano residente en los EE.UU.

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