Nuestro planeta está en peligro por muchas causas, pero la más inmediata y catastrófica puede ser una guerra total con armas de exterminio en masa. La situación en Ucrania (y en otros lugares en menor medida) ha convertido realmente a la humanidad en un barril de pólvora presto a estallar.
En un enfrentamiento entre las dos potencias más grandes del mundo actual, ninguna de las partes estará nunca completamente preparada para la guerra. La movilización necesaria para luchar en un conflicto global es monumental y, hasta que comiencen los combates (o incluso antes que estos terminen, presumiblemente por extinción del género humano), puede ser imposible anticipar la disponibilidad de los recursos que se necesitarán en la fase convencional de tal guerra. Algo sin embargo debe quedar claro: la base de manufactura de la RP China (y no digamos demográfica) es hoy muy superior a la de los EEUU., por lo que esta “fase convencional” sería temporal.
Si bien el mundo debería esperar que se pueda evitar un conflicto a gran escala entre los EE.UU. y la RP China, las relaciones entre las dos superpotencias continúan deteriorándose, gracias a la agresividad de Washington y sus aliados, en el marco de una política de cerco y de intervenir en un tema interno chino, como es el caso de Taiwán. Ahora los políticos, los expertos e incluso los líderes militares estadounidenses han comenzado a plantear la pregunta: ¿qué tan preparado está EEUU. si el gigante asiático “se cansa” de tanta provocación y un conflicto armado de envergadura mundial es desencadenado? La mejor solución es la prudencia.
Según los expertos, una guerra total en el Pacífico occidental probablemente no sea un peligro inmediato, pero es algo que depende de la conducta de los EEUU. en la región. En los ya lejanos días de diciembre de 1941, el imperialismo japonés atacó Pearl Harbor, desatando una guerra en el Pacifico que ya los EEUU. se habían encargado de hacer inevitable. Por supuesto que la RP China no es un estado imperialista como el Japón de 1941, pera también para ellos existen “líneas rojas”. Analistas estadounidenses afirman que una causa probable sería un ataque militar chino a la “isla democrática de Taiwán”, que como sabemos es territorio chino legítimo y un desafío a la R.P. China. El presidente Joe Biden ha expresado que Estados Unidos “saldría en defensa de Taiwán si China atacara”. Pero como grandes potencias con extensos intereses, los EEUU. y la RP China también podrían encontrarse en guerra por otras razones, que van desde el Mar Meridional de China, la península coreana, agresiones comerciales de gran envergadura por parte de los EE.UU. o incluso una abierta y completa agresión otaniana contra Rusia, entre otros escenarios. Simplemente Washington y sus aliados atlánticos y de AUKUS están jugando con fuego.
Muchos estadounidenses no saben que Taiwán es parte legítima de la R.P. China (subtitulo subrayado)
Taiwán está situada en la unión de los mares de China Oriental y Meridional, con la parte continental de la República Popular China (RPC) al noroeste, Japón al noreste y Filipinas al sur. Tiene una superficie combinada de 36 mil 193 kilómetros cuadrados, es decir un tercio de la superficie de Cuba. La ciudad principal es Taipéi que forma junto con las ciudades de Nueva Taipéi y Keelung el área metropolitana más grande de la isla. Con alrededor de 23,9 millones de habitantes (más del doble de la población cubana), se encuentra entre los lugares más densamente poblados del mundo.
Taiwán ha estado poblado durante al menos 25 mil años. Los antepasados de los pueblos indígenas taiwaneses se asentaron en la isla hace unos seis mil años. En el siglo XVII, la inmigración a gran escala de chinos Han (el grupo étnico mayoritario con gran ventaja de China) al oeste de Taiwán comenzó bajo una colonia holandesa y continuó bajo el Reino de Tungning , el primer estado predominantemente chino Han en la historia de Taiwán. La isla fue anexada formalmente en 1683 por la dinastía Qing y arrebatada a la fuerza por el Imperio de Japón durante la guerra chino– japonesa de 1894 -1895. La República de China, que había derrocado a los Qing en 1911, retomó el control de Taiwán tras la rendición de Japón en 1945. La victoria del Ejercito Popular Chino que estableció la República Popular China el 1de octubre de 1949 y la huida del gobierno del Kuomintang a Taiwán crearon una porción separada de la R.P. China como refugio de las fuerzas de Chiang Kai Shek, que no pudo ser liberada por el Ejército Popular de Liberación, debido a que carecía de una flota y de recursos anfibios y porque la séptima flota de los EEUU. impedía el cruce del estrecho de Taiwán. Dean Acheson, entonces (1950) secretario de estado de la administración de Harry Truman, lo especificó ante la Asamblea General de la ONU.
Taiwán mantiene relaciones diplomáticas oficiales con 12 de los 193 estados miembros de la ONU y la Santa Sede. Las organizaciones internacionales en las que participa la República Popular China se niegan a conceder la membresía a Taiwán o le permiten participar sólo de forma no estatal bajo varios nombres. A nivel interno del propio Taiwán, la principal disputa política se da entre los partidos que favorecen una eventual unificación china y promueven una identidad pan- china, en contraste con aquellos que aspiran a un reconocimiento internacional formal y promueven una “identidad taiwanesa” es decir, existir separados de la RP China.
El balance de fuerzas real y en las “mentes” del Complejo Militar Industrial (subrayado)
Funcionarios de inteligencia estadounidenses han afirmado que la R.P.China es la «amenaza más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos», y los expertos nos dijeron que un conflicto con Beijing desencadenaría un «alud» de amenazas militares para las cuales Estados Unidos no estaría preparado. Una guerra probablemente devastaría a los ejércitos involucrados y pondría en peligro la economía global, un escenario sombrío con consecuencias de largo alcance. Cualquier guerra con la R.P. China se libraría en múltiples frentes, desde el aire y el mar hasta Internet y los mercados financieros. Si bien EEUU. tiene aún ventajas, años de falta de inversión y complacencia de unipolaridad han dejado a ese país carente de varias áreas clave que necesitaría fortalecer para contrarrestar con éxito un enfrentamiento con el gigante asiático. Altos funcionarios, como el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, coinciden en que Estados Unidos necesita reforzar su preparación. “No hay nada más caro que librar una guerra», dijo el general durante una audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes en primavera. «Y prepararse para la guerra también es muy costoso, pero librar una guerra es lo más caro. Prepararse para la guerra disuadiría esa guerra».
Si bien sería imprudente predecir el resultado de una guerra entre Estados Unidos y China, la posibilidad de que ocurra ciertamente hace que los expertos adviertan que Estados Unidos no está preparado.
Portaaviones 3 11 0
Buques anfibios grandes y medianos 76 40 8
Cruceros, destructores, fragatas, corbetas y lanchas coheteras 279+ 122 68
Submarinos atómicos 16 + 6 const. 67 0
Submarinos convencionales 60+ 0 4
Armas nucleares Aprox. 400 5424 0
Misiles de largo y medio alcance Aprox. 2,000 7,000+ 300+
Aviones de combate de todo tipo Aprox. 4,000 Aprox. 6,000 Aprox. 400
Tanques 5,000+ Aprox. 9,000 Aprox. 1,200
Artillería 16,000 5,600+ Aprox. 2000
Tropas 2,200,000 y unos 10 mill. reserva 1,328,000 y unos 800,000 reserva 450,000 (con reservistas)
Esta tabla solo se destina a mostrar las descomunales fuerzas que se verían envueltas en un conflicto entre los EE.UU. y la R. P. China, incluyendo a Taiwán y otros aliados por ambas partes. Las fuentes son cifras publicadas, condensamos unas 10 publicaciones.)
La enorme cadencia de fuego de las armas modernas hace que la demanda de municiones sea exponencialmente más elevada que en conflictos anteriores, incluso recientes, como lo ha demostrado la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania.
La capacidad manufacturera de Estados Unidos se ha atrofiado en las décadas posteriores, especialmente desde el final de la Guerra Fría. Hoy en día, construir un barco de la Armada estadounidense podría llevar años. Las razones de esto son complejas (prioridades cambiadas, mayor tecnología a bordo, costos de mano de obra en el extranjero), pero el efecto es claro: en un conflicto de alta intensidad, Estados Unidos enfrentaría desafíos no solo para producir buques y aviones sino también para repararlos, sin mencionar las ingentes cantidades de municiones requeridas.
La producción de defensa estadounidense tiende a exceder el presupuesto y retrasarse, informa Dan Blumenthal, ex director para China, Taiwán y Mongolia del Departamento de Defensa de los EE.UU. «Nos enfrentamos a un competidor estratégico que tiene poder en muchos ámbitos del poder militar», dice Blumenthal.
Tomemos, por ejemplo, municiones, que se han enviado en grandes cantidades a Ucrania. Actualmente, EEUU fabrica alrededor de 30 mil proyectiles de artillería cada mes, pero el ejército necesitaría aumentar esta cifra en un 500 por ciento en un conflicto en gran escala con la R.P. China. En comparación con el enorme sector industrial de China, Estados Unidos está significativamente atrasado.
El control del Pacífico sería una parte crucial de cualquier guerra con la R. P. China, que cuenta con la armada más numerosa del mundo, aunque la marina de guerra estadounidense los superó en calidad promedio y en tonelaje. China no sólo tiene más barcos, sino que también tiende a construirlos más rápido y, a menudo, con menos contratiempos. Tanto China como los EEUU. comenzaron a construir nuevas clases de destructores en la década de 2010. El primero de los Tipo 055 chinos fue el Nanchang, mientras que el primero de la nueva clase de la Marina de los EEUU. fue el USS Zumwalt. El Nanchang fue entregado inmediatamente a la marina de la R.P. China después de su construcción. La Marina estadounidense, por el contrario, no recibió el Zumwalt hasta cuatro años después de su puesta en servicio.
Para mantenerse al día con la creciente fuerza naval de China, la US Navy necesitará construir más barcos y submarinos, pero enfrenta desventajas, incluido un menor número de astilleros y una escasez de mano de obra calificada. La tecnología de muchos buques estadounidenses supera la de sus homólogos chinos. Pero esas ventajas cualitativas se están erosionando rápidamente ya que la R.P. China, está dominando rápidamente tecnologías militares avanzadas y poniéndolas en práctica a una velocidad inimaginable.
En el campo de la producción de municiones de todo tipo, la capacidad manufacturera y fuerza de trabajo industrial de la R. P. China supera en 2.5- 3 veces las capacidades equivalentes existentes en los EEUU, incluso si varios de los aliados atlánticos, de AUKUS y Japón, ponen su industria a producir para las fuerzas militares del Pentágono.
La razón última y realmente tenebrosa de este análisis lo constituye evidenciar que en caso de guerras totales entre las potencias imperialistas encabezadas por los EEUU. contra Rusia o la R.P. China, derivaría casi inevitablemente y con mucha rapidez a un conflicto nuclear, con todo lo que sabemos que esto implica. ¿O quizás mucha gente idiotizada por los medios controlados por Washington, las películas de Rambo y las numerosísimas mentiras y desinformaciones que reciben, no lo entiende así?
rmh/jro