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jueves 2 de mayo de 2024
Covid-19

¿Dónde estamos? ¿En qué lugar y en qué momento de la historia nos encontramos? (II y final)

En años recientes, tres acontecimientos vinieron a acelerar el proceso de construcción del nuevo mundo:

1. La pandemia de Covid19.

La pandemia puso en evidencia la incapacidad del sistema internacional y del capitalismo para enfrentar a un enemigo común de toda la humanidad. Constituyó un momento estelar para coordinar acciones y ponerse de acuerdo para cooperar, pero fue imposible porque primó el interés por mantener funcionando la economía por encima de la salud y asegurar el lucro y la ganancia en vez de preocuparse por salvaguardar la vida de los seres humanos. El país más rico del planeta con 330 millones de habitantes vio morir a casi 1.2 millones de ciudadanos por la incapacidad de proteger a su propia población. En el extremo opuesto, en China con 1.4 mil millones de habitantes, fallecieron 120 mil ciudadanos. Se puso sobre el tapete la forma diferente como ambos sistemas atienden la salud de los ciudadanos, manifestándose el contraste entre aquellos estados que invierten en salud pública y los que la consideran un bien del mercado. Este hecho dio inicio al proceso de transformación global.

2. La Operación Militar Especial (OME) de Rusia en Ucrania.

guerra en Ucrania

Ante la incapacidad del sistema internacional por evitar que se siguiera consumando el genocidio contra la población ruso parlante en el este de Ucrania, ante el peligro de expansión del nazismo que tomó a ese país como base de su florecimiento mundial y en consideración del grave riesgo que significaba la expansión de la OTAN para su paz, la de la región y del mundo, Rusia se vio obligada a iniciar una OME en territorio ucraniano. Más allá del desarrollo del conflicto en su dimensión local y regional se debe considerar el impacto que está teniendo a nivel global. El 21 de marzo del año 2023 durante una visita a Moscú y en el momento que se despedía de su colega ruso, Xi Jinping le dijo a este: “Están ocurriendo cosas que hace 100 años no pasaban” y refiriéndose a sus países, remató: “…y nosotros somos los protagonistas”. En esa frase se expone lo que está ocurriendo: cambios nunca antes vistos en más de un siglo.

Esto es trascendental en momentos en que Estados Unidos acentúa su crisis hegemónica, materializada en un perceptible debilitamiento de uno de sus pilares: el dólar, parte vital de su diplomacia de fuerza centrada en el unilateralismo agresivo. El otro instrumento de dominio, en el que aún conserva relevante capacidad y gran distancia respecto de sus adversarios es en el ámbito cultural y mediático.

Mientras crecen los acuerdos comerciales bilaterales para usar monedas nacionales (India, Irán, Dubái, Malasia, Pakistán, Arabia Saudita, Sri Lanka, entre otros), Rusia y China crearon su propio sistema de pagos; también se alejan del dólar los BRICS, que planean una moneda fiduciaria común; Brasil y China acordaron comerciar con sus monedas, asímismo, una serie de países africanos plantean negociar con respaldo en títulos sobre tierras raras o metales. Si bien en el corto plazo no se vislumbra una masiva salida del dólar, este es un camino inexorable más allá del tiempo que demore en ocurrir. La abusiva racha de sanciones que ya traspasó la tolerancia y afecta a una treintena de regiones y naciones con impacto socioeconómico devastador ha acelerado tal proceso. La forma en que Estados Unidos abusa de su preponderancia monetaria es parte de una riesgosa diplomacia de fuerza.

Según el periódico chino Global Times, en un artículo con el sugestivo nombre de “La desdolarización es inevitable”, el declive de la hegemonía a menudo comienza con su moneda. Hace 10 años, 80 por ciento del comercio entre China y Rusia se realizaba en dólares, mientras que hoy el 90 por ciento es en yuanes y rublos.

ASEAN

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), en una reciente reunión, contempló el abandono del dólar y otras monedas. El grupo BRICS está avanzando hacia la creación de una nueva moneda que pueda sustituir al dólar estadunidense, empezando por el uso de sus monedas locales. Como se dijo antes, China y Brasil han tomado la decisión de realizar el comercio mutuo en yuanes abandonando el dólar mientras anuncian que se va a ampliar la oferta de alimentos, minerales y bienes de alto valor agregado. El comercio entre China y Brasil alcanzó una cifra récord equivalente a 150 mil millones de dólares (una cuantía que no se puede desdeñar) y está dejando de comercializarse en esa moneda para pasar al yuan.

El espacio estratégico global está dejando de ser el Atlántico en favor de Eurasia. Zbigniew Brzezinski advirtió que “el más peligroso escenario (para el status de Estados Unidos como poder global) sería una gran coalición de China, Rusia y quizás Irán […], una coalición antihegemónica”.

La reconciliación entre Arabia Saudita e Irán gracias a los buenos oficios de China abre esa zona del planeta a una era de paz en una región que es la mayor compradora de armas del mundo con lo cual se debilita económica, financiera y políticamente a Estados Unidos.

Por su parte, Europa y otros aliados claves de Estados Unidos están buscando salir del “hueco” en que se metieron. Francia busca inversiones en China, España rompe récord de compra de petróleo ruso, Alemania renovó el seguro del Nord Stream, Japón le dio la espalda a Washington para comprar petróleo ruso a precio de mercado, Arabia Saudita prefirió llegar a un acuerdo con Rusia y la OPEP que seguir los dictados de Washington de aumentar la oferta. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, recomendó a Europa diseñar un proyecto de “autonomía estratégica” para no depender “de otros en temas críticos, porque el día que nos quedemos sin margen de maniobra en cuestiones como la energía, la defensa, las redes sociales o la inteligencia artificial, el día que nos quedemos sin la estructura necesaria sobre esos temas, nos quedaremos apartados del ritmo de la historia”. Eso ya está ocurriendo.

Por otro lado en África, en tiempos recientes, Chad expulsó al embajador de Alemania, Jan-Christian Gordon, acusándolo de «interferir en la política interior del país» y hacer «comentarios despectivos y tendenciosos que pueden trastornar la cohesión social». El presidente de ese país Idriss Déby lo criticó por tener una «actitud descortés» y una «falta de respeto en prácticas diplomáticas».

Hage Geingob

El presidente de Namibia, Hage Geingob, (ya fallecido) detuvo tajantemente al embajador alemán Herbert Beck que se quejaba de que hubiera más chinos que alemanes en ese país. El presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, dijo que «Estados Unidos está obsesionado con las actividades de China en África». Por su parte, el presidente de Kenia, William Ruto, recomendó a su población deshacerse del dólar. Así mismo, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, rechazó la actitud aleccionadora de la BBC y le recordó que fueron gobiernos europeos los que cambiaron las fronteras de África a su antojo generando conflictos territoriales que no había, esparciendo odio entre pueblos africanos que derivaron en las guerras actuales.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, opinó que los políticos europeos eran «insufribles» y que «creen que lo saben todo, pero están equivocados al exhibir su ignorancia allí donde van». El Gobierno de Burkina Faso anuló un acuerdo de ayuda militar con Francia que llevaba 62 años de vigencia y le ordenó retirar a sus tropas. Malí declaró persona ‘non grata’ al jefe de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, al mismo tiempo que obligó a Francia a retirar su contingente militar del país, donde se encontraban participando de operativos militares antiterroristas sin completarlos.

El presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, le dijo a su homólogo francés, Emmanuel Macron: «Mírenos de otra manera, respetándonos, considerándonos como verdaderos socios y no siempre con una mirada paternalista, con la idea de saber siempre lo que nos hace falta». En Gabón, Macron se vio obligado a anunciar que «la era de la ´Francáfrica` ha terminado», lamentando que todavía se vea a su país como injerencista en los asuntos internos de las naciones africanas.

¿Quién lo hubiera pensado hace solo algunos años? ¿El mundo está cambiando y todo se ha acelerado gracias a la OME de Rusia en Ucrania?

En el trasfondo, lo que está en crisis son los intereses superiores del capitalismo global que observa impávido la pérdida de su poder omnímodo. Ucrania es solo un instrumento despreciable para Occidente en la búsqueda de lograr su objetivo primordial que es salvar al capitalismo en el momento de su mayor y creciente debilidad. En particular, está visto que, a través de la historia, a Estados Unidos nunca- cuando se trata de preservar su sistema- le ha importado sacrificar millones de vidas, incluyendo la de los ciudadanos estadounidenses humildes que son quienes conforman su ejército. Sus 800 bases militares en todo el mundo y sus 11 portaviones son el instrumento más importante con que cuenta para “resolver” los problemas que plantea el derecho internacional.

Durante los cinco últimos siglos, es decir desde que se inició la globalización hegemonizada por Occidente, el poder mundial se asentaba sobre el control de los mares. Eso ha comenzado a cambiar generando una transformación paradigmática en la que Estados Unidos está quedando fuera. La creación de un gran espacio euroasiático en territorio terrestre a partir de la alianza entre Rusia y China, establece parámetros novedosos en la estructuración del poder mundial. Hay que tener en cuenta que fueron pensadores occidentales como el inglés Halford Mackinder y el estadounidense de origen neerlandés Nicholas Spykman quienes expusieron que el control del Asia Central, como “corazón continental” o “área pivote”, conduciría al control del mundo.

En años recientes, la alianza ruso- china ha llegado al súmmum de su fortaleza tras la declaración conjunta del 4 de febrero de 2022 firmada por los presidentes de ambos países en Beijing, que en la práctica manifiesta la decisión de dar los primeros pasos para la creación de un nuevo orden mundial. Tras la derrota y huida de Afganistán por parte de Estados Unidos y la OTAN y después del fracaso de los golpes de Estado en Kirguistán en enero de 2020 y en Kazajistán en enero de 2022, se ha puesto de relieve la incapacidad de Estados Unidos por dominar ese territorio estratégico del planeta, más allá de su éxito en el derrocamiento del primer ministro de Pakistán, Imran Khan en abril de 2022 en una operación tramada por Washington y ejecutada por sus adláteres locales.

La alianza euroasiática se ha concretado a través del funcionamiento de varias organizaciones. Una de ellas, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que mostró su eficacia, evitando el golpe de Estado en Kazajistán. Otra instancia creada y que ha mostrado su efectividad es la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), donde participan China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán como miembros fundadores. Después se han incorporado Uzbekistán, India, Pakistán e Irán con el objetivo de cooperar en materia política, económica y de seguridad. Bielorrusia, Mongolia y Afganistán esperan aprobación para su ingreso. De la misma manera la Unión Euroasiática conformada por cinco países constituye la extensión exitosa de vínculos económicos y comerciales en el más amplio espacio terrestre del planeta.

China, por su parte, promovió y creó la mayor alianza económica del mundo, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés). Esta asociación está conformada por el 30 por ciento de la población mundial. Pero el ámbito de mayor alcance en la región y el mundo es la nueva Ruta de la Seda proyecto desarrollado por China para el cual ha destinado hasta ahora 900 mil millones de dólares distribuidos entre 72 países, con una población de unos cinco mil millones de habitantes o sea el 65 por ciento de la población mundial, según apunta el periodista belga Marc Vandepitte en un reciente artículo.

El gran peligro para Estados Unidos y su sistema de predominio mundial es la incorporación de Europa y en particular de Alemania a este sistema. Si ello ocurriera, se desmoronaría irremediablemente todo la estructura hegemónica construida tras la segunda guerra mundial que tiene en la democracia representativa de corte occidental su sustento político, en la Organización de Naciones Unidas, su instrumento de control global, en la OTAN el soporte militar de presión, chantaje y amenaza y el Sistema de Bretton Woods constituido a partir del control occidental del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como los pilares para sostener económica y financieramente su hegemonía global. La subordinación y control de Europa es fundamental para sustentar este modelo diseñado desde que se pusiera en práctica el Plan Marshall tras el fin de la segunda guerra mundial.

El objetivo fundamental de la política estadounidense ha sido evitar que se produjeran acuerdos de integración energética entre Rusia y Europa que podrían sellar una alianza estratégica beneficiosa para ambas partes que, por añadidura, se enlazaría con China dejando a Estados Unidos alejado de la posibilidad de seguir manteniendo la supremacía energética en el entorno europeo, que junto a la OTAN configuran la garantía del control del Viejo Continente por parte de Estados Unidos.

3. La invasión de Israel a Gaza.

Aunque es un hecho muy reciente, que impide sistematizar de forma acabada las repercusiones que pueda tener en el sistema internacional, vale analizar los acontecimientos en Asia Occidental como un evento que da continuidad a los dos anteriores y como expresión de la dinámica transformadora en el planeta, Por lo pronto, se ha cuestionado al eje sionista-imperialista desde el punto de vista político, militar, diplomático y hasta jurídico. Algo también impensable solo unos meses atrás.

Las nuevas coaliciones y alianzas que se están produciendo entre países árabes y musulmanes de tres continentes y la búsqueda de estos por abrirse un espacio más allá de la región a través de acuerdos con otras instancias como la Organización de Cooperación de Shanghái, la Ruta de la Seda, el Corredor Norte-Sur y sobre todo los BRICS, son expresión de una realidad novedosa, sobre todo cuando se está hablando de la región que ocupa el primer lugar mundial en producción de energía…y en la compra de armas.

China y Rusia

La cercanía cada vez mayor de estos países con Rusia y China y el papel más relevante que estas dos potencias están jugando como articuladores de procesos de negociación, y búsqueda de acuerdos en favor de la paz y la distensión, generan un nuevo momento en el planeta.

El eje de esta situación fue el inicio de la operación “Diluvio de Al-Quds” por las fuerzas políticas y militares palestinas y su soporte por parte del eje de la resistencia a través de variadas manifestaciones concretas de solidaridad y apoyo, sobre todo de Yemen, Irán, el Líbano, Siria e Irak, así como de la mayoría de los pueblos árabes y musulmanes, a menudo en franca contradicción con sus gobiernos.

Un gran influjo para que ello ocurriera tuvo el acuerdo saudita-iraní para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, creando una situación mucho más ventajosa en la región para la lucha del pueblo palestino, al aislar a Estados Unidos y al ente sionista.

A manera de conclusión pudiera señalarse que, vista la situación en la perspectiva planteada, se podría afirmar que se está avanzando hacia un sistema internacional inédito, jamás antes explicado e impensado incluso en el pasado más reciente. En un artículo en el periódico La Jornada de México, el laureado economista estadounidense Joseph Stiglitz opina que: ”Parece que Estados Unidos ha iniciado una nueva guerra fría”.

Pero a diferencia de la del siglo pasado en el que el elemento ideológico era el ordenador de las relaciones internacionales, Stiglitz afirma que ante la hipocresía estadounidense que sustenta sus puntos de vista en una supuesta defensa de la democracia, la de ahora “…hace pensar que, al menos en parte, lo que está en juego aquí es la hegemonía global más que una cuestión de valores”.

La avalancha de eventos internacionales de diferentes características durante los últimos meses, dan cuenta de la intensidad con la que se están moviendo los principales protagonistas en el escenario internacional y la vorágine de gestiones en las que se ven envueltos. Es necesario tomar cartas en el asunto en este mundo tan caótico y en plena efervescencia en la que el imperio arrecia su agresividad mientras se debate en una crisis multisectorial de la que- según lo visualizan- solo pueden salir a través de la guerra y un conflicto permanente que le asegure incrementar sus ingresos por la vía de su principal industria: la de la producción y venta de armas.
Así, llegamos a esta situación original y extraña enmarcada en la posibilidad de esa nueva guerra fría de la que habla Stiglitz. Lo novedoso es que la bipolaridad se manifiesta de manera diferente. Por una parte el polo occidental autodenominado “comunidad internacional”, configurado por el 11 por ciento de la población del planeta y alrededor de 54 países del norte global, que funciona hacia el interior en términos unipolares con Estados Unidos actuando de forma hegemónica y teniendo a Europa, Australia, Nueva Zelanda y Japón como subordinados obedientes, incluso en desmedro de sus propios ciudadanos.

El otro polo, configurado por la gran mayoría de la humanidad, se ha propuesto construir un gran ambiente multipolar en el que puedan participar varios centros de poder mundial en un espacio de cooperación y ayuda que ya se puso de manifiesto en el combate a la pandemia.

En este ámbito de confrontaciones y definiciones, se coteja la validez y persistencia de un derecho internacional construido tras siglos de búsqueda de la paz en el planeta versus la propuesta estadounidense de establecer “un sistema internacional basado en reglas” como forma de imposición unilateral de su lógica imperial. En este punto, ya no se sabe cuál será el papel de la ONU en el futuro. Si sigue existiendo, habrá que definir, en qué condiciones lo hará, cuando observamos que la OTAN se ha apoderado de la principal organización multilateral del planeta.

rmh/srg

Sergio-Rodriguez-Gelfenstein
Sergio Rodríguez Gelfenstein

Licenciado en Estudios Internacionales, Magister en Relaciones Internacionales y Globales. Doctor en Estudios Políticos, posee una extensa y variada obra ensayística y periodística. A la fecha ha publicado 17 libros de su autoría y otros coordinados así como numerosos artículos y ensayos en casi 20 revistas de Venezuela, México, Chile, Perú, Brasil, Argentina y República Dominicana entre otros, además ha coordinado, compilado y participado en de varias publicaciones colectivas en aproximadamente 10 países de América Latina y Europa, además de varios pequeños libros temáticos. Sus artículos semanales de opinión circulan por varios periódicos y portales de internet en alrededor de 15 países de América Latina, Europa y Asia Occidental. Es columnista internacional del programa Jugo de Limón conducido por la periodista Sandra Russo en la Radio de las Madres de Plaza de Mayo. Buenos Aires. Argentina Sus libros publicados son: • "Cuando Fidel no esté", Vice-Rectorado Administrativo - UCV, octubre 1993 • "La posibilidad de seguir soñando. Las ciencias sociales de Iberoamérica en el umbral del siglo XXI" (coordinador), Asturias, España. Mayo 2000. • “El Plan Colombia, globalización e intereses hegemónicos de Estados Unidos en América Latina” CDB Publicaciones, Caracas, noviembre 2000. • "Puerto Rico, un caso de colonialismo en un mundo global" Benemérita Universidad de Puebla. México. 2003. • La Otra Frontera Política migratoria en Chiapas (coord.) Gobierno del estado de Chiapas. México. 2006. • La Paradiplomacia, las relaciones internacionales de los gobiernos locales (Coord.) H. Cámara de Diputados de México LIX Legislatura/ Gobierno del Estado de Chiapas. México/ Miguel Ángel Porrúa, librero-editor. México DF. 2006 • “Medio Oriente y Norte de África, una perspectiva histórica”, Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Caracas. Octubre 2011. • “Se ha prendido la hierba en todo el continente. Relatos de Nuestra América”. Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL) de la Universidad de los Andes (ULA). Mérida. Venezuela. 2012 • “El Tiempo de los Intentos. De la crisis mundial a la Cumbre de la CELAC. Lima. Perú. Agosto 2012. • “Crisis de los misiles. Cuba. Octubre 1962”. Colección Claves. Ediciones Correo del Orinoco. Caracas. Venezuela. Enero 2013. • “La balanza de poder. Las razones del equilibrio del sistema internacional”. Edición chilena. Ceibo Ediciones. Santiago de Chile. Marzo 2014. Y en Argentina. Editorial Biblos. Colección Politeia. Buenos Aires. Agosto 2014 • “Colombia. Diciendo adioses a la guerra”. Edición chilena. Editorial de la Radio de la Universidad de Chile. Santiago de Chile. Abril de 2016. • “Mundo de Locos donde he nacido. Un sistema Internacional en permanente transformación”. Editorial de la Radio de la Universidad de Chile. Santiago de Chile. Mayo de 2017. • “La controversia entre Bolívar e Irvine. El nacimiento de Venezuela como actor internacional”. Vadell Hermanos Editores. Caracas, noviembre de 2018 • “China en el siglo XXI El despertar de un gigante. Ediciones en Venezuela, Argentina, Chile, Panamá, República Dominicana, México y Perú y en imprenta en China y Puerto Rico. • “Un monumento entre las naciones más cultas. Los tratados de Trujillo y el encuentro entre Bolívar y Morillo en Santa Ana” Monte Ávila. Caracas. Editores Latinoamericana Noviembre 2020. • “Imperialismo pandémico. América Latina en la nueva configuración geopolítica” (Coautoría con Jorge Elbaum) Acercándonos Ediciones. Buenos Aires Noviembre 2020 • “De Bush a Trump. De la guerra contra el terrorismo a la guerra comercial” Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Abril 2021. • “Manuel Rodríguez en tres tiempos “ (Comp.) América en Movimiento. Valparaíso. Chile. Septiembre 2020 • “La marcha majestuosa. El encuentro entre Bolívar y San Martín en Guayaquil. Monte Ávila. Caracas. Editores Latinoamericana/ Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Julio 2022. • “La OTAN contra el mundo. El conflicto en ucrania como expresión del cambio de época”. (Coautoría con Jorge Elbaum) Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Septiembre 2022 Ha participado como ponente en alrededor de 160 eventos científicos nacionales e internacionales y ha realizado además labor docente a nivel de pregrado y posgrado en Venezuela (Universidad Central de Venezuela (UCV), Academia Diplomática Pedro Gual, Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) Y Escuela Venezolana de Planificación), México (Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas) y China (Universidad de Shanghái) para sumar a su actividad de investigación. Ha recibido distinciones y condecoraciones, entre otras el Premio Nacional de Periodismo 2016 de Venezuela y el Premio Aníbal Nazoa del Movimiento Periodismo Necesario. Fue asesor para la elaboración de la Agenda Estratégica de Política Exterior del Ecuador 2009-2010 Fue Coordinador de Relaciones Internacionales del Gobierno de Chiapas, México, Director de Relaciones Internacionales de la Presidencia de Venezuela, Asesor de la Presidencia de Telesur y Embajador de Venezuela en Nicaragua. Desde marzo de 2016 es Investigador- Docente Invitado del Centro de Estudios Globales y de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Shanghái. China.

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