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miércoles 26 de junio de 2024
Melchor, Gaspar y Baltasar

Vidas no– paralelas (pero convergentes): A. Hitler y D. Trump desafían a Plutarco

Por José R Oro

En mi temprana juventud, que recuerdo como diría el Gabo, “en la niebla del tiempo y el olvido” leí ávidamente las “Vidas Paralelas” de Plutarco (1). Siempre me he preguntado que par de figuras de nuestros tiempos Plutarco hubiera seleccionado o no.

Donald Trump ha citado días atrás, una vez más, al führer, quizás tratando de “igualársele” o al menos de obtener un “paralelismo”, aunque dudo muchísimo que Trump o Hitler hayan sido familiares con la obra de Plutarco. La cuenta “Truth Social” del expresidente publicó un vídeo en el que se plantea la pregunta: “¿Qué pasará después de que gane Donald Trump?” y brindando una posible respuesta, al fondo del video estaba la frase ”Reich unificado” (2)

Esto ocurre después de que Trump en sus discursos de campaña remedara a Adolf Hitler, diciendo que los inmigrantes están “envenenando la sangre de nuestro país” y llamando a sus oponentes “alimañas”.

Y eso, a su vez, siguió a la cena del exmandatario en su complejo/ mansión Mar – a – Lago con el antisemita de alto perfil Ye (Kanye West) y el líder supremacista blanco Nick Fuentes, quien comparó la incineración de judíos con “hornear galletas” (3)

Hace casi exactamente ocho años, atacó a Gonzalo Curiel, entonces juez de distrito en el caso de fraude de la Universidad Trump, diciendo que su “herencia mexicana” planteaba “un conflicto de intereses inherente”. En el revuelo que siguió, incluso los líderes republicanos quedaron consternados, y el entonces presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que la declaración de Trump era “una definición de comentario racista como si fuera sacada de un libro de texto”

El ex mandatario hizo lo mismo cuando abandonó la corte el martes en el caso de “Stormy” Daniels sobre el dinero para mantener su silencio. «El juez odia a Donald Trump», dijo. «Solo echa un vistazo. Échale un vistazo. Mire de dónde viene”. El juez de la Corte Suprema de Nueva York, Juan Merchán, emigró de Colombia cuando era niño. Pero esta vez hubo pocas protestas por parte de la población acostumbrada a sus desplantes y si los líderes republicanos tenían alguna queja sobre su racismo de manual (o sobre su momento de esta campaña en el Tercer Reich), las pasaron por alto.

Algunos “paralelismos” y “no paralelismos” entre Hitler y Trump
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Racismo extremo, irrespeto absoluto por la verdad, xenofobia, imperialismo. Hitler nació en un hogar humilde, Trump en una familia multimillonaria.

Mesianismo, convicción de que están destinados a darles a sus países la “grandeza eterna que se merecen”. Todos los de otros grupos son “subhumanos” entre ellos judíos, gitanos, homosexuales y ahora latinos, musulmanes, judíos. El así llamado por ellos principio de la “pureza de la sangre” y su “envenenamiento”. Hitler había combatido en el campo de batalla de la I Guerra Mundial, recibió condecoraciones, que raramente se le otorgaban a un cabo (solo a oficiales), estuvo ciego por los gases durante varios meses. Trump “no le ha tirado un hollejo a un chino”, y buscó excusas médicas ($$$) para no ir a las Fuerzas Armadas.

No tienen amigos, solo servidores, mientras más genuflexos, mejor. Incluso sus servidores no duran mucho tiempo. Hitler no era motivado por el dinero ni apetitos materiales. Trump exactamente lo contrario.

Ambos necesitan de la “adoración publica” frecuente y rimbombante. Hitler tenía más lealtad que Trump hacia sus “Parteigenossen”.
Siempre promueven el ser víctimas de confabulaciones y conspiraciones. Hitler creó un partido, Trump se apoderó de un poderoso partido de larga historia.

Gran habilidad de los dos en dividir a sus contrarios y en explotar en su favor las divergencias de la oposición. Divide y vencerás.

Eternizarse en el poder. Hitler no tenia armas nucleares, Trump dispondría de millares de ellas y de otras armas de exterminio en masa. Pero ambos aplauden e idolatran el uso de la fuerza

Las leyes son para los demás, ambos, entonces y ahora, se sentían por encima de la ley. La Constitución es un desvarío Hitler actuaba en un país prácticamente mono – nacional, pero Trump debe lidiar con uno multinacional y fracturado

Reconstruir a sus “patrias decadentes y envenenadas” por las minorías y extranjeros. MAGA y Raza Aria Hitler pretendía dominar al mundo, Trump en preservar y extender el dominio de los EE.UU. sobre buena parte del mundo

Mundo Unipolar = III Reich Milenario, ambas imposibles y fantasiosas ideas, aunque desaparezca la humanidad El principal enemigo de Hitler eran la URSS y la “plutocracia”. Trump se apoya en la “plutocracia” al 100%)


Dos semanas atrás, cuando KDKA-TV de Pittsburgh le preguntó a Trump si estaba a favor de restringir el acceso de los estadounidenses a los métodos anticonceptivos, respondió: «Estamos analizando eso y voy a tener una política al respecto muy pronto». Después de que se trasmitiera la entrevista televisada, dijo que la idea de que defendería restricciones a la anticoncepción era “una mentira fabricada por los demócratas”

Esa maniobra (proponer una política escandalosa y luego fingir que no había hecho tal cosa) es otra herramienta que él utiliza habitualmente. Después de que su cuenta Truth Social compartiera el video con el mensaje ligeramente borroso del “Reich unificado” durante una pausa para el almuerzo en el juicio de Trump en Nueva York, su portavoz afirmó que el video había sido “creado por una cuenta desconocida en línea y vuelto a publicar por un miembro del personal que no vio claramente la frase en cuestión mientras el presidente estaba en el tribunal”.

¿Suena familiar? Durante la campaña de 2016, Trump tuiteó una imagen que había sido utilizada por los supremacistas blancos de una Estrella de David encima de un montón de dinero en efectivo. La campaña eliminó la publicación ofensiva y Trump dijo que había sido publicada por un miembro del personal. Más tarde le dijo a una multitud que sus ayudantes “no debían haberlo quitado”

En esa misma campaña, también tuiteó una bandera estadounidense que contenía una imagen de lo que parecían ser soldados nazis de las Waffen – SS . También eliminó esta publicación y culpó a un alumno insertado.

La negación es parte del juego, dice Jason Stanley, profesor de filosofía de Yale que se especializa en la retórica del fascismo. “Lo haces y luego lo niegas y es simplemente sistemático, una y otra vez”, me dijo en una llamada telefónica. «La gente que quiere oírlo lo oye y les indica la dirección en la que quieren ir». Y para aquellos que se sienten incómodos con el extremismo, la negación proporciona “una manera de mentirse a sí mismos y decirse que esto no es lo que realmente está pasando”.

Pero es así. Desde la Alemania nazi hasta la Hungría de Viktor Orban, nos dice Stanley, la gente invariablemente pensaba que la retórica del autoritarismo en ascenso era exagerada y sólo buscaba un efecto dramático. “Históricamente, la gente siempre, siempre, no se lo toma en serio”, dijo. Quizás no se den cuenta de que Trump está utilizando exactamente los mismos tropos (contra inmigrantes, jueces, personas no conformes con su género, universidades, medios de comunicación, “marxistas”) que ahora utilizan los autócratas en varios países. «Si nos fijamos en lo que dice Trump, en todas partes del mundo los autoritarios o para- fascistas dicen lo mismo».

Y, sin embargo, nos dirigimos en los EEUU. plácida y silenciosamente hacia la autocracia y el fascismo. Bien, dice la gente, “Trump es verdad que está unificando al Reich (Estados Unidos hoy). ¡Pero Biden es tan viejo y pusilánime!” Y muy derechista también, me gustaría añadir, como su espantosa política anticubana indica claramente.

Trump ha dicho que sus (falsas) afirmaciones de fraude electoral justifican “la terminación de todas las reglas, regulaciones y artículos, incluso aquellas que están refrendadas por la Constitución”. Dijo que no sería un dictador, “salvo el primer día”, cuando usaría el poder absoluto para sellar la frontera y perforar en busca de petróleo dondequiera este se encuentre. Indicó que arrestaría a unos 20 millones de inmigrantes ilegales y los enviaría a campos de deportación masiva, tomando dinero del presupuesto de defensa para hacerlo, si fuera necesario. Trump perdonaría a los sentenciados por atacar el Capitolio el 6 de enero de 2021.

Expresó además que nombraría un fiscal especial para “perseguir” a Biden, su familia y “todos los demás involucrados en la destrucción de nuestras elecciones, fronteras y nuestro propio país”. Dijo que utilizaría la Guardia Nacional, y tal vez el ejército regular, para reprimir las protestas en su contra. Sugirió que cambiaría las leyes para atacar lo que percibe como prejuicios “anti blancos”.

Hablando en la Asociación Nacional del Rifle el sábado, preguntó a la multitud si deberían ser considerados dos o tres ”mandatos” para un presidente en los EEUU. Miles gritaron ensordecedoramente ¡Tres!”. A principios de esta primavera, “The Conservative” publicó un artículo titulado “Trump 2028” que argumentaba que la 22ª Enmienda, que limita a dos períodos, “es una restricción arbitraria para los presidentes que cumplen mandatos no consecutivos”. El grupo forma parte del Proyecto 2025 de la Fundación Heritage, al que la campaña de Trump ha subcontratado informalmente su planificación política.

El ex mandatario tenía una última cosa que decir antes de abandonar el tribunal esta semana. Apenas un día después de su publicación sobre el “Reich unificado”, ofreció un mensaje para “los judíos que votan por Biden y los demócratas deberían hacerse examinar la cabeza”.

Bueno, me examinaron la cabeza (a pesar de no ser ni judío ni del partido demócrata) y se descubrió que contenía los siguientes registros de cosas que Trump ha dicho y hecho:

1. Le dijo a su jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, que “Hitler hizo algunas cosas buenas” y se quejó de que los generales estadounidenses no le eran “totalmente leales” como lo eran los generales nazis con Hitler. Habló de la “gente muy buena” que marchaba entre los neonazis en Charlottesville. Cerró su campaña de 2016 con un anuncio que destacaba a tres judíos prominentes y sugería que manipulaban una “estructura de poder global”. Ha compartido innumerables mensajes en las redes sociales de supremacistas blancos. En repetidas ocasiones ha cuestionado la lealtad de los judíos estadounidenses a su país.

2. Hace mucho tiempo, Vanity Fair informó que la ex esposa de Trump, Ivana, dijo que él leyó un libro de discursos de Hitler, que guardaba en un gabinete junto a su cama. Trump dijo que si tenía ese libro, pero negó haberlo leído. Por coincidencia o intencionalidad, últimamente ha habido una sorprendente superposición en su lenguaje

3. Trump habla de inmigrantes que “envenenan la sangre de nuestro país” y ”llegan con enfermedades”, Hitler dijo que las grandes civilizaciones murieron “como resultado de la contaminación de la sangre” y llamó a los judíos “el peor tipo de portadores de gérmenes que envenenan las almas humanas”.

4. Trump llama a sus oponentes políticos “matones de izquierda radical que viven como alimañas dentro de los confines de nuestro país”. Hitler llamó a los judíos «una raza inferior que se multiplica como alimañas”

5. Trump dice que “los enemigos internos son más peligrosos para mí que los enemigos externos. De Rusia y China, podemos encargarnos”. Hitler habló del “gran enemigo interno” y dijo que cuando eso no era reconocido “todos los esfuerzos por resistir al enemigo externo estaban destinados a ser en vano».

6. Trump se queja de que “lo único que se recibe son noticias falsas, y de hecho son enemigas del pueblo”. Hitler se quejó de “la prensa marxista mentirosa” y dijo que “la función de la llamada prensa liberal era cavar la tumba para el pueblo alemán”.

7. Trump afirma que ”nunca lo hemos hecho peor que ahora. Nos faltan al respeto. El mundo entero se ríe de nosotros”. Y advierte: “Si no ganamos estas elecciones, creo que ya no tendremos país”. Hitler afirmó en su tiempo que «el Reich había caído desde una altura que difícilmente puede imaginarse en estos días de miseria y humillación” Advirtió que “un año de bolchevismo destruiría a Alemania” y la transformaría “en un caos y un montón de ruinas”.

A Trump, al final de sus discursos, le gusta decir “Expulsaremos a los globalistas”: Expulsaremos a los comunistas, marxistas y fascistas. Nos desharemos de la clase política enferma que odia a nuestro país”. Hitler habló en su tiempo de una “conspiración mundial” compuesta por “judíos y demócratas, bolcheviques y reaccionarios” y motivada por el “odio” a los alemanes.

Trump no es exactamente Hitler y los Estados Unidos del siglo XXI no son exactamente la Alemania de Weimar. Pero las grandilocuencias de Trump, tan obviamente arrancadas de las páginas más oscuras de la historia, no llevan a nada bueno. Lo único que realmente “envenena la sangre de los EE.UU.” es el discurso fascista imitador de Trump, que pretender regresar con más odio y maldad.

No olvidemos el 6 de enero del 2021 en el Capitolio de Washington, cuando Trump y sus turbas levantaron un poco el telón para que pudiéramos ver el futuro que planean, en un acto de evidente praxis fascista. Las vidas de A. Hitler y D. Trump no son exactamente “paralelas”, pero si “convergentes”. No podemos permitir que con los recursos tecnológicos de hoy, Trump tenga la posibilidad de destruir a la humanidad, tal y como la conocemos hoy. Les ruego a quienes lean este artículo, que no lo consideren tremendista. El peligro existencial para nuestra especie, presentado por D. Trump y sus cohortes es muy real.

Notas:

1. Las Vidas Paralelas es una serie de 48 biografías de hombres famosos escritas por el filósofo, historiador y sacerdote grecorromano Plutarco, probablemente a principios del siglo II de nuestra era. Las vidas están dispuestas en pares para iluminar sus virtudes o defectos morales comunes. Las Vidas paralelas que llegaron a nosotros comprenden 23 pares de biografías, cada par compuesto por un griego y un romano de vida similar, como Alejandro Magno y Julios Cesar, o Demóstenes y Cicerón. Se trata de una obra de considerable importancia, no sólo como fuente de información sobre los individuos descritos, sino también sobre la época en la que ellos vivieron.

Alejandro y Cesar no tuvieron vidas “iguales” pero si “paralelas”, como en tiempos recientes ocurre con Hitler y Trump. Plutarco entendía que falanges y legiones eran los medios para matar y conquistar, no diferentes en sí mismas.

2. Vea en YouTube a Trump diciendo esas cosas, en “el timbre de su voz”. https://www.youtube.com/watch?v=jbxVxGge9bo

3. La frase que usó Nick Fuentes, como si fuera una broma, fue: “¿En qué se diferencian las galletas y los judíos?” y la respuesta “Las galletas no gritan en los hornos” Sin comentarios, difícil de creer que lo dijera un ser humano.

rmh/jro

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