Por Luis Ernesto Guerra

La Venezuela chavista y madurista tiene a la Revolución Bolivariana con una línea histórica de su proceso como manifiesta el sociólogo Pedro Sassone, en su libro: Tesis Políticas del Comandante Hugo Chávez.

El texto contiene fundamentos para el debate y una compresión del proceso actual, que en 25 años es atacado por una gran matriz de subversión política e ideológica, asedio e injerencia del imperialismo estadounidense, que ha ensayado diferentes tipos y modalidades de guerra cognitiva, multidimensional, híbrida, no convencional prolongada, como venimos teorizando.

Venezuela está sometida, además, a la parafernalia fascista, neofascista y filofascista del odio massmediático, así como también del enorme entramado y enracimado de los dueños de la redes sociales, que han transformado el capitalismo salvaje, generador de injustica e inequidad y diferentes tipos de pobreza multidimensional, en capitalismo digital, sumado el perverso uso de la inteligencia artificial, que termina atrapando las emociones de la gente mediante sus programas codificados y previamente construidos para generar irreversibles procesos de alienación, aculturación y colonización de las mentes, fundamentalmente de la niñez, adolescencia y el grupo etáreo de milenials, centenials y generación zeta, que tiene como objetivo diseminar contenidos vaciados de ideología, con profundas dosis de apoliticismo y enfrentamiento a la batalla cultural y de las ideas.

Venezuela, se ha convertido en un objetivo geopolítico, geoeconómico y geoestratégico del globalismo, ya que representa la columna vertebral de la libre autodeterminación de los pueblos, de permanente emancipación y rebeldía, de abierta oposición al modelo del consenso y establecimiento que desnuda a regímenes latinoamericanos convertidos en patios traseros y cajas de resonancia de la injerencia imperialista en Nuestramérica.

El gobierno federal estadounidense, el Departamento de Estado y el Pentágono, refuncionalizan constantemente a su Estado profundo, que en la región de Latinoamérica y el Caribe ha desatado una agenda y libreto con ultraderechas libertarias.

Esgrime la libertad cuando los resultados electorales no favorecen a su colapsado orden unilateral, que reproduce fascismo, neofascismo y otras formas de violencia mediática, del bigdata y dictadura del algoritmo, entonces acuden a la diplomacia del micrófono como lo hacen los gobiernos de Brasil y Colombia, autoerigidos en árbitros dónde nadie los ha llamado.

Que lo sepa la comunidad internacional, Venezuela tiene una Constitución con una fuerte y sólida institucionalidad para garantizar el ejercicio de una democracia soberana, que va rumbo a las siete transformaciones, la transición al socialismo, sostenido por la base comunitaria de la comuna y la unión cívico- militar, que es venezolana y Nuestramericana.

El 28 de julio el pueblo venezolano decidió la continuidad de un proyecto político revolucionario y la reelección para un tercer período presidencial del presidente en funciones Nicolás Maduro Moros, abanderado de la paz y la justicia social.

Alguna vez comandante Hugo Chávez en la Cumbre de Mar del Plata dijo: “ALCA al carajo”. La Revolución Bolivariana camina firme bañada de sujeto pueblo, de poder popular que es el mandante soberano.

Sobre la base de esta breve contextualización es importante manifestar que: “La Revolución Bolivariana, es una acción política democrática, constitucional y de convocatoria a la soberanía del pueblo con elecciones para preservación de la paz, sometida a una práctica violenta y antidemocrática de los sectores políticos de la oposición venezolana y el injerencismo de Estados Unidos” (Sassone, 2017).

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, convocó el pasado lunes 19 de agosto a un “congreso mundial contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares”, cuyo objetivo se centra en debatir sobre la batalla de estas ideas que permitan arribar a conclusiones beneficiosas para “defender el proyecto político de la Revolución Bolivariana”.

“Me han propuesto una idea muy buena. Quiero que muy pronto fijemos fecha para realizar un congreso mundial contra el fascismo, el neofascismo y expresiones similares, con invitados de los cinco continentes. Invitemos pensadores, intelectuales, artistas, líderes sociales y líderes sociales de África, Asia, Europa, EEUU., América latina y el Caribe”, expresó el presidente Maduro, en una reunión de trabajo con líderes de su coalición política el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar.

La Asamblea Nacional de Venezuela, ha sometido a debate popular una iniciativa legislativa que tiene como propósito “establecer los medios y los mecanismos para preservar la convivencia pacífica , la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco frente a expresiones de orden fascista, neofascista o de similar naturaleza que puede surgir en el territorio de Venezuela” como reza y expresa el artículo 1 del proyecto de Ley que fue aprobada en primer debate.

Ergo, la Ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares, como manifestamos, ya pasó el primer debate, misma que consta de 30 artículos, cuatro capítulos, y garantiza el derecho humano del pueblo a la paz, la convivencia y la tranquilidad pública. (Artículo 2, numeral 2 de la Ley).

Ley que va a permitir zanjar y neutralizar a toda la parafernalia massmediática, comunicacional y a una ultraderecha de prácticas fascista y neofascista, sus variantes y expresiones que constituyen una amenaza y riesgo el tejido sociocultural del pueblo venezolano, que tiene el derecho de vivir en paz.

El Presidente Maduro en su alocución manifestó que esta iniciativa (congreso mundial contra el fascismo, el neofascismo y expresiones similares), debe concretarse antes de octubre, ya que permitirá que Caracas se convierta en el “epicentro de la lucha contra el fascismo”, es evidente que de las discusiones surgirán “las propuestas para afinar las estrategias de Venezuela, que está defendiendo su derecho a vivir, su derecho a la paz y su derecho al futuro”.

El pasado mes de julio, antes del proceso electoral presidencial que le dio el triunfo para un tercer mandato, llamó a la conformación de un frente antifascista, al que se adhirieron integrantes de la oposición moderada, que cree en la democracia. El objetivo es de articular e integrar a todas las organizaciones y personas que se oponen a los métodos violentos, asedio e injerencia, el exterminio de los/as adversarios/as políticos/as, repudiar y rechazar todas las acciones nefastas que se implementan y activan al margen de la Constitución y marco legal del país.

Grupos violentos de comportamiento mercenario, denominados “comanditos”, después del proceso electoral del 28 de julio, agitados por el extremismo de oposición, se activaron y cometieron 25 crímenes violentos de acuerdo a declaraciones del Fiscal general del Estado venezolano, Tarek William Saab. Existen dos mujeres lideresas y mártires de la Revolución Bolivariana que son: Isabel Cirila Gi y Mayauri Coromoto Silva. Paz y honra a su memoria.

“El sentido histórico del sujeto pueblo se conecta con el pensamiento libertario de Simón Bolívar y estructura en un proyecto político nacional para la promoción e identidad del pueblo venezolano con conciencia de lucha antiimperialista y anticolonialista por la independencia, la soberanía y la construcción de la unidad Latinoamericana y Caribeña”.

Por allí camina la Revolución Bolivariana de Venezuela y su Proyecto de Ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares, la preparatoria del” congreso mundial contra el fascismo y neofascismo…”.

“Unidad, Lucha; Batalla y Victoria”.

rmh/leg