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viernes 4 de octubre de 2024
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Tres libros que influyen positivamente en la política estadounidense actual

Cuando digo que estos libros “… influyen positivamente en la opinión política actual de los estadounidenses” hay que tener en cuenta por supuesto cuáles son los sectores que leen más en los Estados Unidos. Después abundaré sobre ello.

Por José R. Oro*

Colaborador de Prensa Latina

Acerca de estos libros y su significado:

I. “Dark Money: The Hidden History of the Billionaires Behind the Rise of the Radical Right” (Dinero Oscuro: La Historia Oculta de los Multimillonarios Detrás del Crecimiento de la Derecha Radical), Jane Mayer (2016):

El libro se centra en una red de republicanos estadounidenses ultraderechistas extremadamente ricos, entre los que destacan Charles y David Koch, quienes juntos han financiado una serie de organizaciones que trabajan en conjunto para influir en las instituciones académicas, los “Tanques de Pensamiento”, los tribunales, los parlamentos estatales, el Congreso federal y la Casa Blanca.

La autora analiza en particular a la familia Koch y sus actividades políticas, Richard Mellon Scaife, John M. Olin, los hermanos Bradley, así como las familias DeVos y Coors, sus empresas y fundaciones relacionadas.

Charles y David Koch se hicieron famosos (mejor dicho, infames) por su actividad reaccionaria en la política estadounidense desde 1980, cuando David Koch era el candidato a vicepresidente del Partido Libertario. Sus contribuciones políticas comenzaron a atraer la atención en 2008, cuando, a través de sus fundaciones familiares, los hermanos contribuyeron a 34 organizaciones políticas, tres de las cuales fundaron y dirigieron. Desde entonces han organizado una red de aproximadamente 500 donantes libertarios y conservadores, creado candidatos, grupos de expertos y otros similares.

Un ejemplo de su influencia fue el llamado del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, a David Koch en 2011, cuando necesitaba votos para evitar un cierre del gobierno por no estar aprobado el presupuesto federal.

Los hermanos Koch recaudaron casi 880 millones de dólares en apoyo a los candidatos en las elecciones de 2016, y han donado más de 100 millones de dólares a grupos que apoyan al Complejo Militar Industrial y propugnan políticas conservadoras en los Estados Unidos, incluyendo The Heritage Foundation (entidad autora del “Proyecto 2025”,y el Instituto Catón, y más recientemente el llamado Americanos por la Prosperidad, un sinónimo de MAGA.Un eje de sus actividades políticas ha sido el apoyo a centros de investigación e instituciones que niegan o minimizan el cambio climático y sus impactos.

Otro de los ejemplos es la Fundación Lynde y Harry Bradley, comúnmente conocida como la Fundación Bradley, una organización estadounidense con sede en Milwaukee, Wisconsin, que apoya económicamente causas ultraderechistas.

La fundación aporta entre 35 y 45 millones de dólares anuales a instituciones culturales, organizaciones comunitarias sin fines de lucro en Milwaukee y grupos muy conservadores. Ha participado activamente en los esfuerzos por cambiar las reglas electorales a favor del Partido Republicano. Tenía alrededor de 850 millones de dólares en activos en 2021 y su lema es «La buena sociedad es una sociedad libre» (para los que tienen dinero, claro está).

Tienen un “Premio Bradley” para subvencionar a políticos e intelectuales de la extrema derecha. Se otorgan hasta cuatro premios de 250 mil dólares, cada uno por año. Los ganadores incluyen (entre otros) a John Bolton(2007), Martin Feldstein (2007), Victor Davis Hanson (2008), Jeb Bush (2011), Edwin Meese III (2012), Yuval Levin(2013), Avaan Hirsi Ali (2015), Gary Sinise (2016) y Glenn Loury (2022). Buena colección de ultraderechistas.

¿Es demasiado pronto para llamar clásico a un libro de hace sólo ocho años? La mirada mordaz de Jane Mayer a los multimillonarios que han transformado la política estadounidense en dirección al fascismo muestra cómo la influencia del gran dinero ha perjudicado los elementos democráticos derivados del New Deal.

II. “Casta: El origen de nuestro descontento”, Isabel Wilkerson (2020): “En nuestra vida cotidiana, la casta es el acomodador mudo en un teatro a oscuras, la luz de una linterna que ilumina los pasillos y nos guía hasta los asientos que nos han sido asignados para la función”, escribe Wilkerson. Muchos que leímos este libroentendimos de inmediato cómo influye positivamente en la política estadounidense.

“Casta” es un libro publicado en agosto de 2020, que describe el racismoen los Estados Unidoscomo una manifestación de un sistema de estratificaciónque abarca a toda la sociedad y se caracteriza por nociones comojerarquía, inclusión y exclusión, identidad y pureza.

Wilkerson lo hace comparando aspectos de la experiencia de las personas de color estadounidenses con los sistemas de castas de la India y la Alemania nazi, y explora el impacto en las sociedades moldeadas por ellas y sus personas.
Identifica ocho «pilares de casta» o características de sus sistemas en varias sociedades:

• Voluntad divina: la creencia de que la estratificación social está más allá del control humano, ya sea por orden divina o por ley natural, como en la historia bíblica de la maldición de Cam, que se utilizó para justificar la inferioridad de los negros en los Estados Unidos.

• Herencia: la creencia de que el estatus social se adquiere al nacer y es inmutable, como se codificó, por ejemplo, en la “regla de una gota” (si alguien tenía una sola gota de sangre negra, como un tatarabuelo o un pariente remoto, se le consideraba «negro» o «de color» a efectos legales).

• Endogamia: la prohibición del sexo y el matrimonio entre castas, como en las antiguas leyes contra el mestizaje.

• Pureza y contaminación: la creencia de que la casta dominante es «pura» y debe ser protegida contra la contaminación de las castas inferiores, como se evidencia en la segregación de las instalaciones para bañarse, comer, educarse, en la era de las “leyes” Jim Crow (1) en Estados Unidos.

• Jerarquía ocupacional: la reserva de las ocupaciones más deseables para las castas superiores, como se consagra en las leyes de Jim Crow de Estados Unidos, que restringían a los negros al trabajo agrícola o doméstico.

• Deshumanización y estigma: la negación de la individualidad y la dignidad humana de los individuos de castas inferiores, como a través de los diversos castigos arbitrarios y restricciones a los que estaban sujetos los negros esclavizados y libres en los Estados Unidos.
• Terror y crueldad: como medios de imposición del sistema de castas y control de las personas de castas inferiores, como a través de los azotes a los esclavos o loslinchamientos de los negros.

• Superioridad e inferioridad inherentes: la creencia de que las personas de una casta son inherentemente superiores a las de otras, expresada, por ejemplo, en restricciones en la vestimenta o demostraciones de estatus.

Wilkerson ilustra estos pilares en su magistral libro a través de ejemplos de tres sistemas de castas: los de la India, la Alemania nazi y los Estados Unidos.

Aspectos y consecuencias de las castas

La autora continúa describiendo sus «tentáculos»: las diversas formas en que una sociedad permea su funcionamiento con este sistema. Incluye los esfuerzos ansiosos de las personas de casta superior por conservar su estatus social incluso cuando su estatus económico se desmorona (de ahí la «necesidad de un peldaño inferior», o la necesidad percibida de prevenir el éxito de las estirpes inferiores), los sesgos inconscientes incrustados en la cultura de una sociedad que perpetúa el sistema de castas.

En su opinión, también ayuda a explicar la participación de las personas de castas inferiores(kaposjudíos, oficiales de policía negros) en la opresión de sus compañeros: así cumplen con el sistema, se perpetúan y se mantienen divididas.

Continúa Wilkerson describiendo las «consecuencias» que degradan a las personas de todas las castas. Entre ellas se encuentran el “narcisismo de clase”, que hace que la cultura gire en torno a la estirpe dominante y la idealice, o el síndrome de Estocolmo,que sirve como mecanismo de supervivencia para las personas de casta inferior pero ayuda a mantenerlas cautivas.

Aborda los mecanismos de reacción contra los intentos de trascender el sistema, como lo ejemplifica el primer presidente estadounidense de casta inferior (Barack Obama), sucedido por uno que intentó reforzar el racismo (Donald Trump), y la importancia de los «símbolos de casta», como las esvásticas o las banderas confederadas (sea en los Estados Unidos o en Ucrania), para la perpetuación de este sistema.

Wilkerson concluye que las sociedades dominadas por un sistema de castas pagan un alto precio por ello: la desconfianza entre éstas se traduce en sistemas de justicia penal brutales y sistemas de salud pública o bienestar social mínimos o disfuncionales, y, como resultado, una reducción del bienestar para todos, salvo los más ricos, en comparación con otras sociedades.

En opinión de Wilkerson, el desempeño comparativamente pobre de los Estados Unidos en la contención delaCovid-19 y la alta tasa en la que afecta a los estadounidenses de castas inferiores son un ejemplo de tales efectos.

Por último, Wilkerson se pregunta si puede existir un «mundo sin castas que haga libres a todos». Valora que es posible -como en el caso del desmantelamiento del nazismo después de la Segunda Guerra Mundial-, pero que requiere tanto la valentía de los individuos como un enorme esfuerzo de voluntad colectiva, especialmente por parte de la clase dominante, dada la profundidad con que los sistemas de castas, como una enfermedad crónica, están arraigados en las sociedades y las moldean.

Casta y Raza

Wilkerson sostiene que los constructos sociales de raza y casta no son sinónimos, sino que «coexisten en la misma cultura y sirven para reforzarse mutuamente. La raza, en los Estados Unidos, es el agente visible de la fuerza invisible de la casta. La casta son los huesos, la raza la piel».

III. “A Fever in the Heartland” (Una fiebre en el corazón del país), Timothy Egan (2023): La historia de la expansión del Ku Klux Klan por todo los Estados Unidos en la década de 1920 obsesionó a muchos de los que la leen hoy. La historia es fascinante, en particular la forma en que el Klan se ganó al público con patriotismo y religión.Las similitudes con nuestro clima político actual son para muchos “sorprendentes”.

Los locos años 20, la era del jazz, se han caracterizado como una época de frivolidad a lo “Gran” Gatsby. Pero también fue el apogeo del grupo de odio exclusivamente estadounidense, el Ku Klux Klan. Su dominio no era la antigua Confederación, sino el corazón de Estados Unidos y el Oeste. Odiaban a los negros, judíos, católicos e inmigrantes en igual medida, y tomaron medidas radicales para mantener a estas personas alejadas de la promesa estadounidense. Y el hombre que puso en marcha su toma de control de grandes franjas de Estados Unidos fue un charlatán carismático llamado DC Stephenson.

Stephenson era una presencia magnética cuya historia de vida cambiaba con cada relato. A los dos años de su llegada a Indiana, se había convertido en el Gran Dragón del estado y el arquitecto de la estrategia que sacó al grupo de las sombras: su mensaje fue respaldado desde los púlpitos de las iglesias locales, difundido en picnics familiares y celebraciones de la ciudad. Jueces, fiscales, ministros, gobernadores y senadores de todo el país proclamaron con orgullo su pertenencia.

Pero en la cúspide de su influencia, fue una mujer aparentemente impotente, Madge Oberholtzer (3) quien revelaría sus crueldades secretas, y cuyo testimonio en el lecho de muerte finalmente puso al Klan de rodillas. A Fever in theHeartlandcombina un drama propulsivo con un ajuste de cuentas poderoso y apasionante con uno de los hilos más oscuros de la historia estadounidense.

Algunas conclusiones

Romper la “conspiración de silencio” en los Estados Unidos resulta sumamente complejo. Es bien conocido el poder de los medios “canallas” y de cómo se trivializa a la opinión pública, entre otras formas de ocultar o esconder la historia y el presente. Por otra parte, el consumo de libros impresos ha disminuido pero las tres obras descritas llegaron a la pantalla. “Casta” es la fuente principal de la superexitosa serie “Orígenes” y se cita profusamente en diferentes medios.

Cada uno de estos libros tiene, a mi juicio, pro y contras. Por ejemplo “Dark Money” posee un enfoque más clasista de la sociedad estadounidense, mientras que “Casta” proyectamás la estratificación social y los fenómenos de supremacía e identidad.
Por su parte la obra de Timothy Egan es un análisis profundo de la evolución de formas particulares del fascismo en los Estados Unidos, ya desde los tiempos del fascismo clásico en Europa y sus orígenes sociales.

Abordando distintos aspectos de las contradicciones antagónicas de la sociedad estadounidense, todo ello se conjuga en el fascismo estadounidense contemporáneo, corporizado por MAGA (Make America Great Again), y en la debilidad política y social para enfrentarlo.

Notas

1. Las “leyes” Jim Crow fueron leyes estaduales y locales introducidas en el sur de los Estados Unidos a fines del siglo XIX y principios del XX que impusieron la segregación racial, siendo «Jim Crow” un término insultante para las personas de raza negra Dichas leyes permanecieron en vigor hasta 1965y se siguen usando en muchos lugares del país, ahora sin una fachada legal.

2. Madge Augustine Oberholtzer (10 de noviembre de 1896 – 14 de abril de 1925) fue una mujer estadounidense cuya violación y asesinato desempeñaron un papel fundamental en la desaparición de la segunda encarnación del KKK . En marzo de 1925, mientras trabajaba para el estado de Indiana en una campaña de alfabetización de adultos.

Oberholtzer fue secuestrada por D.C. Stephenson (Gran Dragon del KKK en Indiana. Manteniéndola cautiva en su vagón de tren privado, Stephenson la violó y torturó. Oberholtzer murió a causa de infecciones y de envenenamiento en un intento de suicidio.
Tras el intento de suicidio, los sicarios de Stephenson llevaron a Oberholtzer a su casa, asumiendo que sus heridas pronto resultarían fatales y creyendo que su influyente líder era inmune a cualquier acusación. Sin embargo, Oberholtzer recuperó la conciencia el tiempo suficiente para dar una declaración firmada a la policía. Describió las agresiones de Stephenson, que llevaron a su condena en el juicio y al rápido declive de la membresía del KKK en Indiana y otros estados.

arb/jro

*Nació en Cuba en 1952. Geólogo de profesión, es autor de cuatro libros y más de 100 artículos especializados en minería, geología, ingeniería y medio ambiente y muchos otros de temas sociales, política y economía. Habla español, inglés, ruso y portugués. Experiencia en el desarrollo de grandes proyectos mineros y de infraestructura en Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Finlandia, Estados Unidos y Canadá. Vive en Connecticut, Estados Unidos.

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