Por Gustavo Robreño Dolz
Las llamadas “potencias occidentales”, encabezadas por el gobierno imperialista de Estados Unidos, se hayan enfrascados desde hace mucho tiempo en una maniobra distorsionada y engañosa acerca de lo que constituye, en el marco de las leyes y el derecho internacionales recogidos por la Carta de Naciones Unidas, el derecho a la defensa como legítimo método y forma de proteger la independencia, soberanía, autodeterminación e integridad territorial de todos los Estados.
Tales Estados y comunidades poblacionales deben ser igualmente amparados por la igualdad jurídica, que los equipara con semejantes deberes y derechos a la hora de negociar o dirimir cualquier tipo de conflicto o demanda, sin discriminaciones ni exclusiones.
El genocidio criminal e intento de exterminio contra la población palestina en la Franja de Gaza y los bombardeos contra la población civil en Beirut y el sur del Líbano por parte del estado sionista-terrorista de Israel han pretendido ser encubiertos por un supuesto “derecho a la defensa” de los ocupantes israelíes, con el propósito de convertir a las víctimas en victimarios y dar continuidad de este modo a la manipulación y distorsión de ese legítimo derecho.
La estructura paralizante de la ONU, imposibilitada de hacer las debidas aclaraciones y demostrar cuál es en realidad la esencia de ese derecho a la defensa que recoge la Carta de la organización, se vuelve sin dudas en contra de los agredidos y contribuye a la desinformación y la confusión, incluso entre los que pueden actuar u opinar de buena fe.
El terrorismo israelí se vale del amparo del gobierno imperialista de Estados Unidos y los medios de comunicación a su servicio para violar y desconocer de forma criminal los verdaderos objetivos que el derecho a la defensa expresa y ampara.
Se dice por algunos que “la verdad es la primera víctima de todas las guerras”. En este caso, no siendo una guerra, sino un genocidio, -un verdadero holocausto como la humanidad no recordaba desde los tiempos del nazifascismo hitleriano-, también la verdad se intenta hacer caer y aplastar por parte de los agresores y sus cómplices.
Dentro de ese objetivo se observan claramente las maniobras para manipular y distorsionar el derecho a la defensa.
Palestinos y libaneses hacen uso legítimo de ese derecho frente a la agresión y el proyecto sionista de exterminio.
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