Por Luis Casado
Pos iguás conoces la célebre canción francesa Tout va très bien, Mme. la Marquise.
La gran dama, ausente, llama a palacio y un sirviente le comenta que todo va bien, aparte que su yegua favorita murió. Como pide explicaciones, le reiteran que todo va bien… sólo que la yegua murió en el incendio de las caballerizas. ¡¿Incendio en las caballerizas?! ¿Cómo es posible?, pregunta la Marquesa. Una vez más la tranquilizan, repitiendo que todo va bien… Si las caballerizas ardieron fue sólo porque se propagaron las llamas que consumieron el castillo… ¡¿El castillo se quemó?!, exclama sorprendida la Marquesa… El sirviente al teléfono repite como disco rayado que todo va bien… Si el castillo ardió fue nada más porque el Marqués, al suicidarse, cayó arrastrando consigo el gran candelabro con las velas… Aparte esos detallitos… Todo va bien, Sra. Marquesa…
La prensa económica europea de hoy parece inspirada por la canción, mira ver. Estos son titulares del cotidiano parisino Les Échos:
Boeing lanza un gigantesco llamado a los mercados para evitar la quiebra. El fabricante de aviones está amenazado de ser calificado en la categoría de acciones podridas. La empresa, que ostenta una deuda de 52 mil millones de dólares, contrataca con un plan de financiación que podría alcanzar 25 mil millones. Y obtiene un respiro de 10 mil millones…
Todo va bien, Sra. Marquesa… Es lo que asegura el cotidiano Les Échos en el titular que sigue, no te lo pierdas:
En Wall Street, los buenos resultados de los bancos tranquilizan sobre el estado de la economía yanqui. Los grandes bancos aprovecharon la efervescencia de los mercados financieros sostenidos por la primera baja de tasas de la FED (banco central del imperio). Goldman Sachs se desmarcó con un salto de 45 por ciento de sus beneficios en el tercer trimestre, gracias a su banco de inversiones.
Boeing dista mucho de ser la única industria yanqui que aparece sumida en deudas demenciales.
Luego, exceptuando la industria militar, el resto fue deslocalizado a Asia y otras regiones del mundo. Si los EEUU. producen algo en cantidades propiamente industriales, son los dólares. Detrás aparecen- una vez más- como el gran demiurgo de este desmadre, los acuerdos de Bretton Woods, que hicieron del dólar la moneda planetaria, a cambio de respaldarla en oro.
Luego, como sabes, Nixon, en el año 1971, decretó que ya no habría paridad de valor entre el oro y el dólar, o dicho de otro modo, que EEUU. emitiría dólares como le saliese de los cojones sin depositar en Fort Knox- a título de respaldo- el equivalente en oro. El valor del dólar tendría como soporte la “confianza”, la producción interna (el PIB), y para ser claros el dominio ejercido por EEUU. sobre el conjunto del planeta Tierra.
Durante décadas los mercados de dicho planeta han funcionado asumiendo que el dólar es la unidad de cuenta universal, confiable, transferible, intercambiable por cualquier otra moneda, aceptable y aceptada por todos, sin que nadie chistase.
De ahí que cuando el muy senil y decrépito Joseph Biden atacó a Rusia haciendo uso del arma del dólar… Vladimir Vladimirovich Putin respondiese que se trataba, por parte de EEUU, de un suicidio. Si el dólar ya no es usado como unidad de cuenta universal sino como arma de guerra… pierde automáticamente su calidad de moneda universal.
Es lo que está sucediendo. Cada vez más países realizan sus intercambios económicos y financieros en sus propias monedas.
Incluyendo a los grandes productores de petróleo, como Arabia Saudí, que al inicio le prestó ropa a EEUU. usando el dólar como la moneda de sus transacciones.
La muy próxima reunión del BRICS que tendrá lugar en Kazan tiene como uno de sus temas principales justamente el de la unidad monetaria común. Los “analistas” occidentales comienzan a inquietarse. Un tal Sébastian Boussois (doctor en ciencias políticas, investigador del mundo árabe, profesor de Relaciones Internacionales en el Instituto de Altos Estudios Comerciales de París) escribe:
“La desoccidentalización está en marcha: no hay dudas, que se quiera o no, que otro mundo intenta estructurarse para tomar el relevo de un occidente debilitado…”.
“Como la reunión se aproxima, nuevos Estados pidieron unirse al grupo, y los intercambios económicos así como el sistema de pago alternativo se refuerzan cada día más. La organización (BRICS) va viento en popa”.
Mientras tanto, la penosa y patética elección presidencial yanqui pone en evidencia que no sólo el dólar sufre de decrepitud en el otrora todopoderoso país del norte.
Basta con darle una mirada a los socios comerciales de Chile para constatar que en la actualidad China sobrepasa a cualquier otro país o región del mundo, incluyendo a los EEUU., en el volumen intercambiado anualmente. Por alguna razón una pregunta ronda mis meninges desde hace algúntiempo: ¿Qué pasaría si China le sugiriese a Chile efectuar sus intercambios comerciales en Renminbis (yuanes), o bien en la moneda común que acuerden utilizar los BRICS?
Por el momento, no te inquietes. Todo va bien, Sra. Marquesa.
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