Por Dmitri Rodionov
¿En qué línea se podría congelar el conflicto en Ucrania?
La opción de congelar el conflicto ucraniano en la línea de contacto del enfrentamiento militar es para Rusia inaceptable, dijo el Secretario de Prensa del presidente ruso, Dmitri Peskov.
De esa manera reaccionó el Kremlin a un informe de la prensa turca que hace alusión a una propuesta del presidente de este país, Recep Tayyip Erdogan, para congelar el conflicto ucraniano en la línea del frente. El plan de Erdogan, en particular, supuestamente implica la creación de una “zona desmilitarizada” en el este del Donbass, donde se desplegarían “tropas internacionales” y como una garantía adicional, la asistencia a Ucrania con suministros militares a cambio del compromiso de Kiev de no unirse a la OTAN.
Está claro que esto es inaceptable para Rusia, al menos hasta la liberación completa de los territorios ocupados por el enemigo en la región de Kursk y las nuevas regiones rusas (República Popular de Donetsk, República Popular de Lugansk, Jerson y Zaporozhie). Además, podría entenderse que la congelación sería reeditar el “escenario coreano”, es decir, no resolver el problema, sino posponerlo para más tarde.
Vale la pena señalar que Kiev se opuso repetidamente a la congelación del conflicto, exigiendo un regreso a las fronteras de 1991, cuya imposibilidad ya se reconoce abiertamente en Occidente.
Pero a Moscú nada de esto importa. Rusia, en principio, no está satisfecha con la congelación del conflicto con Ucrania, porque de lo contrario no se cumplirán los objetivos que se propuso con la operación militar especial.
El presidente Putin ha hablado muchas veces sobre la relevancia de las tareas de la operación militar especial. Esto significa que sistemáticamente se va a avanzar “manu militari” en el camino de su implementación. ¿Por qué por la vía de los militares? Porque hoy en día no se ve un camino diplomático en el horizonte. Nuestras propuestas para una solución diplomática son ignoradas sistemáticamente.
Muchos en el mundo no entienden la esencia de este conflicto, no entienden que para Rusia cualquier congelación es una guerra diferida no solo de proxy, sino tal vez incluso una guerra directa con Occidente. Y este es un desafío aún mayor en la seguridad global hoy. De hecho, al iniciar la operación militar especial, declaramos que nuestro país no está satisfecho con el derecho internacional al estilo occidental, en el que se ignoran los intereses rusos.
Queremos justicia. Exigimos que se tengan en cuenta nuestros intereses. Creemos que la Federación de Rusia tiene derecho a gozar de plenas garantías de seguridad. Por lo tanto, estamos listos para una larga confrontación militar.
Entendemos la gravedad de la situación, pero, ¿entiende el presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald Trump, la crítica situación en la que se encuentra Occidente con respecto a la crisis ucraniana? Esta es una gran pregunta cuya respuesta pronto sabremos.
Repito, no nos importan los deseos del régimen de Kiev, que no es un sujeto en absoluto, sino solo un objeto de la política de Washington. Lo principal es que Rusia no puede renunciar a sus territorios. Respetamos nuestra Constitución y defendemos nuestra integridad territorial. Hoy en día, los territorios de varios sujetos de la Federación de Rusia están ocupados por el enemigo. Por lo tanto, no podemos, al menos por esto, aceptar la congelación del conflicto. No existe un escenario en el que todas las partes en el conflicto estén satisfechas si se congela.
Pero no se trata solo de los territorios constitucionales de Rusia. Toda Ucrania exige la liberación del régimen nazi. Pensemos en un plan mínimo que puede verse así:
En primer lugar, todos los territorios de la Federación de Rusia deben ser liberados. En segundo lugar, se debe crear un cordón sanitario. En tercer lugar, en Ucrania deben ocurrir elecciones libres. En Cuarto lugar, Ucrania debe ser independiente y neutral. En quinto lugar, Ucrania debe pasar por un proceso de desnazificación. En sexto lugar, Ucrania debe someterse a un proceso de desmilitarización.
Todavía no veo las condiciones para que se cumpla este plan mínimo. Aunque este plan es lo mínimo, por cierto, prevé la preservación del Estado Ucraniano. Ahora la operación especial es tal que en el futuro podría no ser necesario hablar de algún tipo de preservación de Ucrania.
El régimen de Kiev está haciendo todo lo posible para desmantelar su propio Estado. La agresividad de la camarilla de Zelenski conduce a la destrucción del país y al hecho de que la Federación de Rusia se verá obligada a actuar con métodos más duros, incluidos los militares, lo que ahora ellos mismos están provocando.
(*Traducción del ruso: Oscar Julián Villar Barroso. Doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de la Universidad de La Habana).
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