Por José Luís Díaz- Granados
En acto solemne realizado en el histórico Salón Boyacá del Congreso Nacional de Colombia, la Cámara de Representantes me confirió la Orden de la Democracia «Simón Bolívar» en el Grado «Cruz Oficial», por mis más de seis décadas de trayectoria literaria en el cultivo de la poesía, la narrativa y el periodismo cultural y político.

El representante a la Cámara Gabriel Becerra Yáñez, secretario general de la Unión Patriótica- como proponente de la distinción, la cual también se otorgó al veterano dirigente Jaime Caycedo Turriago, presidente del Partido Comunista Colombiano, por los 95 años de su fundación-, leyó una amplia y generosa reseña biográfica de mi persona como de la trayectoria y resistencia del histórico partido de la clase trabajadora de Colombia.
Tanto Caycedo como quien escribe estas líneas, agradecimos efusivamente el haber sido objeto de la más importante condecoración otorgada por el parlamento colombiano.
Por mi parte, en el breve discurso de agradecimiento, expresé mi orgullo y emoción por haber recibido «ese emblemático laurel que lleva el nombre de nuestro padre y maestro mágico, el Libertador Simón Bolívar, cuyas ideas imperecederas se consolidan en Nuestra América de manera incesante, junto con las de José Martí».

Evoqué a mi maestro Luis Vidales, uno de los fundadores del PCC y cuyo libro de poesía vanguardista Suenan timbres, estará celebrando en pocos meses el centenario de su publicación. Y finalmente manifesté de manera rotunda y positiva:
“Sí a la paz, para que no vuelvan jamás las guerras sucias y de exterminio (como las acontecidas en décadas anteriores contra el PCC y la Unión Patriótica), Sí a la justicia social para edificar una Colombia mejor, Sí al amor y a la belleza de nuestra diversidad en todos los ámbitos de la naturaleza, Sí a la rosa que cada día la Unión Patriótica le ofrece a esta patria hermosa, Sí a la dignidad y ¡Sí al Cambio!».
El dirigente Jaime Caycedo Turriago, por su parte, leyó una maravillosa página donde relató los principales aciertos de la lucha del Partido Comunista Colombiano y la heroica resistencia ejercida desde su fundación, el 17 de julio de 1930, hasta el presente, incluyendo los años duros de la lucha clandestina cuando la dictadura de Rojas Pinilla lo ilegalizó y los nefastos tiempos de la guerra sucia iniciada en 1986.
Hay que poner de presente que esta es una de los poquísimas veces que la Orden de la Democracia “Simón Bolívar” es otorgada a personalidades e instituciones de la izquierda colombiana, desde que la Cámara de Representantes la estableció en 1980.
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