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domingo 22 de diciembre de 2024

El pueblo vota en Estados Unidos, pero el Colegio Electoral decide

Según el Articulo II de la Constitución de los Estados Unidos, el Colegio Electoral es el grupo de electores presidenciales que se forma cada cuatro años con el único propósito de votar por el presidente y el vicepresidente a nivel federal, después de lo cual es disuelto hasta elegirse un nuevo Colegio Electoral en el próximo ciclo.

Por José R. Oro

Colaborador de Prensa Latina

El número de votos electorales que tiene un estado es igual al número de senadores (siempre dos) más el número de delegados en laCámara de Representantes, dependiente de la población reportada por el Censo, totalizando 535 electores en los 50 estadosmástres del Distrito de Columbia (ciudad de Washington).

Los senadores y representantes no pueden ser electores. De los 538 electores actuales, se requiere una mayoría simple de 270 o más votos comiciales para elegir al presidente y vicepresidente. Si ningún candidato logra la mayoría allí, se realizaría una votación de la Cámara de Representantes para escoger al presidente y en el Senado para el vicepresidente.

Como se observa, la elección del presidente y el vicepresidente de los Estados Unidos es indirecta; ganar la mayoría de los votos en el país, el así llamado “voto popular”, no garantiza que se triunfe en los comicios. De hecho, en las elecciones de 1876 ,1888, 2000 y 2016 (electo presidente Donald J. Trump) llegó a la Casa Blanca el candidato que había recibido una minoría de votos del pueblo estadounidense. (Ver tabla)

Estructura por estados del Colegio Electoral

La estructura del Colegio Electoral de los 50 estados y el Distrito de Columbia (Ciudad de Washington, capital federal), por orden de cuantía de delegados a la entidad:desde California con 54 delegados, hasta Alaska, Delaware, Distrito de Columbia*, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Vermont, Wyoming con tres delegados cada uno.

El candidato que gana un estado se lleva todos los votos, con la excepción de Nebraska** y Maine**, que son por distrito electoral individual, de los que Nebraska tiene tres y Maine dos. El distrito de Columbia* tiene tres electores.

En general, se cree que hay siete estados que están en juego: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Pero no todos los estados clave tienen la misma importancia. Dos de ellos, Georgia y Pensilvania, parecen especialmente importantes. Esto tiene mucho que ver con las matemáticas.

La estrategia de Donald Trump, en particular, parece estar cada vez más centrada en estos dos estados, su campaña gastó más dinero en Georgia y Pensilvania que en cualquier otro hasta finales de agosto.

Estos dos estados también representan más del 81 por ciento de las reservas publicitarias restantes de la campaña de Trump hasta el día de las elecciones.Pensilvania (71 millones de dólares) y Georgia (38,8 millones de dólares) tienen los principales recursos, siendo Arizona la tercera en importancia (11,2 millones de dólares).

La campaña de la vicepresidenta Kamala Harris está destinando sus fondos de manera más uniforme en los siete estados clave. Además de los estados que tienen una historia demócrata en el norte (Michigan, Pensilvania y Wisconsin), Georgia es la mayor inversión de Kamala. Y Pensilvania ha sido durante mucho tiempo el principal objetivo de gasto para ambas campañas.

¿Por qué son tan importantes estos dos estados?La razón más obvia es la gran cantidad de votos electorales. Entre los siete estados “pendulares” mencionados anteriormente, Pensilvania (19 votos electorales), Georgia (16) y Carolina del Norte (16) son los más importantes.

Posibles escenarios de votación en el Colegio Electoral. El maremágnum de las encuestas

Hay un gran número de predicciones basadas en los datos ofrecidos por numerosas encuestadoras, la mayor parte de los que estoy usando son de la Universidad de Quinnipiac, en el caso de que use números de otras encuestadoras, se precisan cuáles.

Los estados representados por sus iniciales en el mapa abajo son:

Alabama (AL), Alaska (AK), Arizona (AZ), Arkansas (AR), California (CA), North Carolina (NC), South Carolina (SC), Colorado (CO), Connecticut (CT), North Dakota (ND), South Dakota (SD), Delaware (DE), Florida (FL), Georgia (GA), Hawái (HI), Idaho (ID), Illinois (IL), Indiana (IN), Iowa (IA), Kansas (KS), Kentucky (KY),Luisiana (LA), Maine (ME), Maryland (MD), Massachusetts (MA), Michigan (MI), Minnesota (MN), Mississippi (MS), Missouri (MO), Montana (MT), Nebraska (NE), Nevada (NV), New Hampshire (NH), New Jersey (NJ), New Mexico (NM), New York (NY), Ohio (OH), Oklahoma (OK), Oregon (OR), Pennsylvania (PA), Rhode Island (RI), Tennessee (TN), Texas (TX), Utah (UT), Vermont (VT), Virginia (VA), West Virginia (WV), Washington (WA), Wisconsin (WI), Wyoming (WY).El Distrito de Columbia que engloba a la ciudad capital federal de Washington, se conoce como Washington DC.
Se considera que los “demócratas” (estados en azul) tienen al 6 de septiembre, más o menos seguros unos 260 votos del Colegio Electoral y que otros 35 (Georgia y Pensilvania en azul claro) podrían estar ligeramente inclinados hacia ellos, lo que sería suficiente para sobrepasar los 270 votos necesarios para ser declarados vencedores. Mientras que 43 votos están francamente indecisos (en beige) y 16 inclinados hacia los republicanos (Carolina del Norte, en rosado) que hasta ahora acumulan 235 votos (estados en rojo).

Pensilvania es claramente el premio más importante de todos. Ambos candidatos parten de alrededor de 220 votos electorales con todas estas contiendas en juego (225 para Harris y 219 para Trump). Pensilvania representaría el 42 por ciento de los votos electorales que Harris necesita para llegar a 270; para Trump, proporcionaría el 37 por ciento.

De acuerdo con las encuestas del Washington Post, Harris lleva una ventaja de tres puntos en Pensilvania, mientras que Trump de dos en Georgia. En realidad, esos son los márgenes más grandes en este momento, aunque todos estos estados están cerca y, en general, dentro del margen de error en la mayoría de los escrutinios.

Eso sugiere que si Harris puede de alguna manera cerrar la brecha y ganar Georgia o Trump pudiera superarla en Pensilvania, se estarían poniendo en camino hacia la victoria.El hecho de que estos dos estados parezcan ser los más importantes en este momento, no significa que siempre será así.

Si Trump está afianzando su ventaja en Georgia, por ejemplo, es posible que la campaña de Harris empiece a centrarse más en otras áreas. Y si Harris parece estar más fuerte en Pensilvania, es posible que la campaña de Trump comience a repartir la riqueza más de lo que sugieren sus actuales reservas publicitarias.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, apenas está superando al expresidente Donald Trump en los estados decisivos, según las encuestas publicadas el 4 de septiembre

Harris supera a Trump en Georgia, Michigan, Nevada y Wisconsin, según el sondeo, aunque su ligera ventaja está dentro o apenas fuera del margen de error. Los candidatos están empatados con un 47 por ciento en Pensilvania, y Trump aventaja a Harris por cinco puntos en Arizona.

En todos los estados disputados, Trump superó a Harris en las encuestas cuando se preguntó a los votantes en qué candidato confiaban más para manejar la economía y la inmigración. Ambos son asuntos importantes para la campaña de Harris, y Trump y sus sustitutos han criticado continuamente su vicepresidencia por una gran inflación y el empeoramiento de la crisis en la frontera entre Estados Unidos y México.

Harris superó a Trump en las encuestas en lo que respecta a la protección de la democracia y los derechos reproductivos, dos temas sobre los que ella ha construido su campaña mientras buscan definirse como un contraste con Trump, quien puso en marcha la anulación del derecho federal al aborto y negó haber perdido las elecciones en 2020.

En Arizona, el 62 por ciento de los posibles votantes dijeron que apoyarían una enmienda constitucional estatal que creara el derecho fundamental al aborto, de acuerdo con la encuesta.

El 50 por ciento o más de los posibles votantes en los estados disputados dijeron que las opiniones y políticas de Trump eran demasiado extremas. Poco menos de la mitad expresó lo mismo sobre Harris, cuya campaña Trump está tratando de frenar con anuncios televisivos que la llaman «peligrosamente liberal».

Harris aventaja a Trump en 22 por ciento entre latinos elegibles

El desempeño de Kamala Harris entre los votantes latinos parece prometedor. Según una encuesta de The Economist/YouGov, el 56 por ciento de éstos prefieren a Harris, en comparación con el 34 por cientoa Trump.

Se trata de un aumento significativo desde que el presidente Joe Biden abandonó la carrera en julio; en ese momento, la misma encuesta encontró que Harris lideraba por solo seis puntos porcentuales, 44 por ciento/ 38 por ciento. La entrada de ella en la carrera ha permitido a los demócratas «reiniciarse» con los latinos, pero aún no alcanza los niveles de apoyo latino de Bidenen este sector durante la campaña de 2020.

Los demócratas están experimentando con un nuevo enfoque para atraer a uno de los grupos demográficos más importantes del electorado estadounidense. El primer anuncio de Harris dirigido a los votantes latinos se apartó de los mensajes estándar de los demócratas hacia ese grupo demográfico de una manera sorprendente.

El anuncio comienza con una mención de la “madre inmigrante” de Harris, pero no hace ninguna mención explícita de la identidad latina o la inmigración como una cuestión política. En cambio, analiza el historial y el compromiso de Harris con la lucha contra la explotación corporativa, la reducción de los costos de la vivienda, los precios de los medicamentos y la defensa del derecho al aborto
Los candidatos demócratas al Senado están ligeramente mejor que Harris en los estados disputados. En Nevada, la encuesta muestra que la senadora demócrata Jacky Rosen aventaja al candidato republicano Sam Brown, 50 por ciento a 40 por ciento. En Michigan y Wisconsin, la representante demócrata Elissa Slotkin y la senadora demócrataTammy Baldwin tienen una ligera ventaja sobre sus oponentes republicanos. Las contiendas en Arizona y Pensilvania están dentro del margen de error; en Pensilvania, el senador demócrata Bob Casey Jr. y el candidato republicano Dave McCormick se encuentran empatados, al igual que la carrera presidencial allí.
La encuesta fue realizada para CNN por la firma independiente SSRS Research entre el 23 y el 29 de agosto. Un total de cuatro mil 398 votantes registrados en Arizona, Georgia, Nevada, Michigan, Pensilvania y Wisconsin fueron encuestados en línea y por teléfono. El margen de error varió según el estado, desde más o menos 4.5 puntos porcentuales hasta más o menos 4.9 puntos porcentuales.

El Colegio Electoral y su impacto en la praxis democrática

Es muy posible que dos/tres estados marquen la diferencia en decidir qué candidato entre a la Casa Blanca. Es decir, que podría ocurrir que Kamala Harris saque una ventaja en el voto popular de toda la nación, de digamos tres/cinco millones de votos, y que unas pocas boletas de diferencia en Georgia, Arizona y Pensilvania hagan que Trump gane de nuevo la presidencia.

O que el día 4 de septiembre se produjo otra de tantas masacres, esta vez en Georgia, y que después en fecha aúnmás cerca del día de la votación haya otro tiroteo, digamos en Pensilvania y que el rechazo que esto produzca contra la tenencia de armas y la NRA (indignación muy justa, por cierto) cambie la escena electoral.

Para tratar de ganar el superestratégico estado de Pensilvania, Kamala Harris sacrificó sus principios y decidió hacer público que si salía electa presidenta, no iba a prohibir el fracking que tiene muchos votos, sobre todo en el occidente y norte del estado. O bloquear la compra de US Steel por Nippon Steel, en ese mismo estado, para complacer al poderoso sindicato Steelworkers.

No podemos olvidar que las elecciones de noviembre próximo en los Estados Unidos han alcanzado un nivel de polarización y de falsedad rayano en la locura, donde la oferta es escoger entre un descarnado capitalismo neoliberal y con una política exterior ultraagresiva (corporizado por Kamala Harris) o por un fascismo dictatorial, caótico, violento, retrógrado e impredecible con el liderazgo de Trump y sus comparsas de MAGA (MakeAmerica Great Again).

Eso es para mí la antítesis de democracia. No es solo quién gana las elecciones del 5 de noviembre, sino las reales posibilidades de que el electorado estadounidense pueda lograrque sea su voluntad la que decidaquién será su presidente/vicepresidente.

En paralelo, el mismo día se producen las elecciones de los 435 representantes de la Cámara y del 35 por ciento del Senado, de muchos gobernadores de estados y de miles de otros funcionarios; cualquiera que gane la Casa Blanca podrá gobernar con más eficacia si tiene el apoyo del Congreso y viceversa. Trump tiene el respaldo(realmente controla) la Corte Suprema y una buena parte del Poder Judicial.

La actual Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Sentados de izq. a der.: Sonia Sotomayor ( D), Clarence Thomas (R), John Roberts (R), Samuel Alito (R), y Elena Kagan (D). De pie, de izq. a der.: Amy Coney Barrett (R), Neil Gorsuch (R), Brett Kavanaugh (R), y Ketanji Brown Jackson (D). Tres de los magistrados republicanos fueron nominados por Trump y los otros tres de ese partido lo apoyan también incondicionalmente.

Si Donald Trump ganase la presidencia y mantuviera la mayoría republicana actual en la Cámara de Representantes, con el dominio que tiene en la Corte Suprema y otros sectores del Poder Judicial, alcanzaría un poder desconocido y dejaría a la democracia estadounidense indefensa ante el ataque neofascista.

No es solo el Colegio Electoral, son los demás órganos de poder lo que hace que el pueblo de los Estados Unidos pueda ejercer el derecho al voto, pero de ninguna manera que éstese convierta en una palanca de participación en el poder.

arb/jro

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