Por Kintto Lucas*
Para Firmas Selectas de Prensa Latina
En el mundo actual parece difícil recordar a Luis de Góngora. Parece difícil pensar que su poesía sigue vigente. Sin embargo, hay poemas que haciendo una abstracción del momento histórico, son totalmente actuales. Por ejemplo, “Ándeme yo caliente y ríase la gente”, una letrilla popular, burlesca, irónica, mediante la cual el poeta hace una especie de parodia de la realidad, desmitificando la poesía del Renacimiento.
El poema critica las apariencias y falsedades de la época, critica el comportamiento social de ese momento histórico. Los comportamientos sociales están vinculados con la realidad, y en esa época se consolidaba la decadencia del imperio español. En ese sentido, la poesía de Góngora es una muestra de su sentimiento de decepción con esa sociedad y con la realidad, y es en las letrillas burlescas donde más refleja esa decepción. Pero esa decepción podríamos trasladarla al presente.
Lo que retrata Góngora en ese poema, podría ser una descripción de la realidad actual de España, una monarquía en decadencia, o tal vez una submonarquía. Pero también, ciertas apariencias y falsedades siguen siendo parte del comportamiento social, no solo de España sino del mundo y en particular de América Latina. Tal vez porque en la esencia del propio capitalismo, está la falsedad y las apariencias. En ese campo, se mueve buena parte de la pequeña burguesía y la burguesía, a las cuales imitan algunos sectores de las clases bajas. En ese juego de apariencias y falsedades también se mueven buena parte de los políticos.
Con su poesía, Góngora traspasó los tiempos, Paco Ibáñez la hizo canción, pero da mucha pena que la realidad que describió en 1581, siga siendo hoy casi-casi la misma… En fin…
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