Por Juan Paz y Miño Cepeda *
* Especial para Firmas Selectas de Prensa Latina
En el año 2000, los 189 países miembros de las Naciones Unidas (ONU) acordaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que debían conseguirse para el año 2015. De acuerdo con la CEPAL (https://bit.ly/2YhVShx), en América Latina hubo importantes avances en los ocho ODM:
-Objetivo 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre: entre 1990 y 2015 “logró reducir en más de la mitad el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar-4,6% vivía con menos de 1,25 dólares diarios en 2011, frente a 12,6% en 1990-, así como la proporción de personas que pasan hambre, que se redujo desde 14,7% en el bienio 1990-1992 hasta el 5,5% en 2014-2016”.
-Objetivo 2. Lograr la enseñanza primaria universal: “en América Latina y el Caribe se estima que la tasa neta de matrícula en ese nivel al año 2015 es de 93%”, pero no se alcanza la universalidad, y el analfabetismo descendió de 6,9% en 1990 a 1,7% en 2015.
-Objetivo 3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer: se aseguró el acceso de las niñas a la educación primaria, secundaria y superior, pero no hubo una mejora equivalente en el mercado de trabajo y se mantienen salarios inferiores, aunque la proporción de mujeres en los parlamentos nacionales ascendió a 27,4%.
-Objetivo 4. Reducir la mortalidad infantil: se redujo en dos tercios las muertes de menores de 5 años, se logró eliminar el sarampión casi por completo.
-Objetivo 5. Mejorar la salud materna: “la región todavía muestra altos niveles de mortalidad materna y de fecundidad adolescente”, pero hubo progreso en la planificación familiar, en la atención prenatal y en la asistencia de partos.
-Objetivo 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades: la región tiene una prevalencia del VIH/SIDA inferior al promedio mundial (0,4%), pero esta se eleva al 1,1% en el Caribe; la región destaca por tener la mayor cobertura del tratamiento antirretroviral y ha progresado en el control de enfermedades contagiosas como la tuberculosis y paludismo.
-Objetivo 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente: la región emitió 7,7 toneladas anuales per cápita de gases de efecto invernadero, por encima de la media mundial de 6,7 toneladas, redujo el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono y aumentó las superficies terrestres y marinas protegidas; aunque también alcanzó la meta de acceso sostenible al agua potable y estuvo cerca de lograr la de uso de instalaciones de saneamiento mejorado.
-Objetivo 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo: “América Latina y el Caribe pasó de recibir 14% a 7,6% del total mundial de ayuda oficial al desarrollo (AOD) entre 1960 y la década actual”, pero los flujos de AOD son inferiores a la inversión extranjera directa (IED), las remesas y los flujos de cartera.
Hay que destacar el cumplimiento de los ODM por parte de Ecuador, Nicaragua y Cuba. Además, durante los quince años de los ODM, buena parte de los países de América Latina tuvieron gobiernos progresistas, democráticos y de nueva izquierda.
Sobre estos antecedentes, en septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU aprobó los nuevos Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) que los Estados miembros se proponen conseguir en los próximos 15 años. En la resolución, reconocieron: <<Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales>>.
Ahora son 17 los ODS (https://bit.ly/2Hen33F):
1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.
4. Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.
7. Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.
8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
10. Reducir la desigualdad en los países y entre ellos.
11.Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
14. Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.
17. Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Como puede advertirse, los ODS constituyen un serio desafío mundial. Si se lograran en América Latina y el Caribe, se habría dado un paso gigantesco en beneficio de sus sociedades. Pero, a diferencia de lo que ocurrió años atrás, hoy la región está dominada por gobiernos identificados con las derechas políticas, que han convertido otra vez a las consignas neoliberales y empresariales en la guía de sus políticas y acciones.
Con mucha razón -y con un discurso diplomático- Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, señaló, durante la tercera reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible (abril, 2019), su preocupación sobre el cumplimiento de las metas trazadas por los ODS. “Nos encontramos en punto crítico”, advirtió.
En rápida observación, hay una grave tendencia decreciente, pues en los últimos 10 años el PIB de América Latina creció a menos del 2% anual (1,7%); además, el coeficiente de Gini (mide la distribución del ingreso), si bien se redujo 0,9% anual en una década, en los últimos 3 años el ritmo de reducción fue de solo 0,6% anual. En definitiva, subraya, “sin un cambio del estilo de desarrollo no se alcanzarían las metas de varios ODS” (https://bit.ly/2YgspV7).
En las nuevas circunstancias de la región, los gobiernos derechistas han privilegiado el retiro y el achicamiento del Estado, el alivio o supresión de impuestos a las empresas, la subordinación al capital transnacional, la flexibilización de las relaciones laborales, el mundo de la globalización, los tratados de libre comercio, los acuerdos bilaterales de inversión y, en materia política, la subordinación al americanismo monroísta en contra de todo latinoamericanismo.
Los caminos de Brasil con Jair Bolsonaro o de Ecuador con Lenín Moreno, permiten hacer previsiones sobre el derrumbe de las condiciones de vida y de trabajo de la población, algo que hoy es una realidad indiscutible en la Argentina gobernada por Mauricio Macri.
ag/jpm