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martes 3 de diciembre de 2024
Chavez

Chávez*

Nos fuimos a volver y seguimos caminado por Venezuela. Una Venezuela de música y poesía. De ritmos, símbolos y ritos. De caminos compartidos y colectivos. De historias y leyendas. De rebeldes y rebeliones. Vamos y venimos de Venezuela. Del llano al valle de Caracas. De Caracas al llano. De la música a la literatura. De la literatura al cine. De los espejismos sabaneros a la realidad. De Venezuela a Venezuela. Pero seguimos caminando. Por suerte no ha cantado ningún aguaitacaminos. Sigamos entonces al lucero de la mañana para ver a dónde nos lleva.

Estamos en febrero de 1992, en la redacción del periódico Mate Amargo de Montevideo cerrando las últimas páginas, cuando de pronto surge la noticia de un levantamiento militar en Venezuela.

Raúl Alfonsín y Carlos Menem

La información es confusa y las especulaciones surgen rápidas. La derecha habla de intento de golpe de estado, gran parte de la izquierda compara a los rebeldes con los carapintadas argentinos que impusieron su mirada fascista a los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, muchos no entienden lo que está pasando y algunos decidimos reivindicar el derecho a la duda. Aunque el periódico está casi cerrado, no podemos obviar el hecho: hay que escribir al respecto y acepto el desafío.

Desde un comienzo no creo que se trate de un intento de golpe de estado como los que padecimos en el sur del continente. El lenguaje utilizado tampoco tiene semejanzas con el de los carapintadas y el gobierno corrupto de Carlos Andrés Pérez, que profundizó la brecha entre pobres y ricos, no inspira ninguna confianza. La rebelión es derrotada. Chávez, Hugo Chávez, así se llama el líder de los rebeldes que queda en la historia. Sus palabras quedan en la geografía venezolana: “Compañeros, lamentablemente por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de reflexionar. Y vendrán nuevas situaciones, y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Oigan mi palabra, oigan la palabra del comandante Chávez, que les lanza este mensaje, para que por favor reflexionen y depongan las armas. Porque ya en verdad los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos. Compañeros oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, les agradezco su desprendimiento, y yo ante el país y ante ustedes asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano…”.

El alto mando de las fuerzas armadas venezolanas, sale triunfante en el corto plazo al reprimir a los rebeldes, defendiendo el orden establecido por la democracia neoliberal de Carlos Andrés Pérez. Como antes había defendido la propiedad privada a sangre y fuego ante la llegada de los desesperados que bajaron de los morros en el Caracazo de 1989, con miles de muertos y decenas de desparecidos en el camino. De las palabras de los rebeldes y las movilizaciones paralelas en algunas ciudades, se nota una vinculación con la historia de las luchas populares. Cuando reivindican a Bolívar no es al militar lleno de latones, es un Bolívar humano, no una estatua con uniforme. Es un Bolívar mucho más cercano al que le canta Serenata Guayanesa en El niño Simón.

A la hora de juntar las piezas del rompecabezas para escribir mi artículo, encuentro un discurso distinto de los militares bolivarianos, encuentro un gobierno corrupto apoyado por una cúpula militar desgastada, encuentro un modelo económico que consumió la riqueza del petróleo entre pocos, encuentro el Caracazo como respuesta inorgánica a ese modelo, y la represión como respuesta orgánica al desespero de la gente. Encuentro también el fantasma de una izquierda perdida en el discurso de una supuesta socialdemocracia. En fin, una historia que da pautas para armar el rompecabezas hacia el futuro…

Chavez

Pasará el tiempo y aquel rebelde, Hugo Chávez, luego de estar preso, llegará a la presidencia de Venezuela. En los caminos de las luchas y de la vida, se encuentra con Míster Danger o mejor dicho, con el Señor Peligro. Pero, ¿este Míster Danger es el mismo del llano? ¿Es aquel de la novela de Rómulo Gallegos o algún descendiente? Tal vez si nos vamos a volver podremos descubrir de quién se trata.

Sigamos juntos

La figura de Hugo Chávez crece a nivel internacional. Su mirada estratégica hacia la integración de América Latina, la construcción de un mundo multipolar, la revitalización de la Organización de los Países Productores de Petróleo, el arraigo a nivel social en su país, Latinomérica y el Caribe, la construcción de un proyecto soberano y su creciente influencia política en la región lo pusieron en la mira de Estados Unidos.

Entonces, empezó el trabajo interno y externo para tratar de derrocarlo incluyendo golpe de estado. Pero su presencia política se fortaleció a nivel mundial. Varias veces conversamos sobre el futuro de América Latina, y siempre vi en él al mayor estratega político de la región en las últimas décadas. Alguien que miraba lejos.

Un día conversando largo con José “Pepe” Mujica, me decía que Chávez es la persona más solidaria que ha conocido: “…a mí me preocupa mucho Venezuela por varias cosas, pero además está todo lo que sembró Chávez, todo, el más colosal batallador por la Integración Latinoamericana, sin duda. El gobierno más generoso que he conocido en la historia política en los años en que puedo medir la historia de América Latina”.

Venezuela ha sido acosada. Los intentos de intervención se suceden. ¿Hay derecho que se meta alguien de afuera en Venezuela? ¿Tienen derecho a querer intervenir en ese país? Pepe Mujica es claro: “¡No tienen ningún derecho! Pero además esto es sarcástico, muy sarcástico, porque los errores y los motivos de los venezolanos son muy de ellos y son ellos los que lo tienen que solventar, y, ¡qué joden con la Democracia en Venezuela y no dicen una sola palabra de lo que pasa en otros lados! No dicen nada, ¿verdad? Pero sobran ejemplos para señalar a Venezuela, pequeñas verrugas al lado de los desastres que se han provocado en el mundo. Ahí no dicen nada, porque son potencias que influyen en las decisiones del mundo de hoy las que cometen esos desastres. Entonces no puedo considerar la tolerancia de Estados Unidos con algunos países que son sus amigos. Es una política bastante cínica la de utilizar los derechos humanos. ¡No me jodan! ¿Los derechos humanos? Si vemos en los últimos años, Estados Unidos y sus aliados tienen un balance nefasto. Donde intervinieron no hay otra cosa que desastre, desarticulación: Afganistán, Iraq, Libia, Siria… ¡Mira lo que hicieron! Apuesto que el modelo que tienen de paz en Siria es la balcanización, hacer lo que hicieron en Yugoslavia, balcanizarla, aprovechar una Siria Chiita, otra Sunita, Kurdistán y después atomizados utilizarlos de uno en uno… Que Dios me perdone, pero esa película también la hemos visto muchas veces…”.

Solimar Cadenas

Los hilos del tiempo me llevan al canto de Solimar Cadenas, que se fue joven, muy joven hace pocos años. Su voz dulcemente revolucionaria, se quedó en Venezuela y en la América Latina. Sigamos Juntos, de Nascuy Linares y Carlos Díaz se escucha detrás de las banderas: “Si luché por libertad / Si morí si vencí / Si viví para cantar / si soñé si creí / Si Simón me acompañó entre montes y ciudades / en la esperanza y la soledad / Si nacimos para amar / Si elegimos el futuro y el nombre de la patria / Si encontré lo que perdí/ Sigo aquí / Si labraremos la tierra y dormiremos en paz / Despertaremos felices un canto de libertad / Si logramos nuestro triunfo / Sigamos juntos, sigamos juntos, sigamos juntos…”.

rmh/kl

*De su libro Mi viaje a Ítaca

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