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viernes 29 de marzo de 2024
politica

El espíritu de Minsk ha llegado a Venezuela

La experiencia me ha enseñado que no todos los políticos pueden llegar a ser estadistas, hay una distancia entre una cosa y la otra.

Básicamente la diferencia viene dada por la capacidad que desarrollan algunas personas para administrar y conducir un país “en las buenas y en las malas”. En este marco hay dos ámbitos que forjan las condiciones que permiten transformar a un político cualquiera en estadista: la seguridad y defensa, en general el manejo y dirección de las fuerzas armadas y la guía de la política exterior.

En el pasado, las relaciones exteriores se manejaban inequívocamente a través de las cancillerías haciendo uso del arte de la diplomacia.

Esa función ha perdido fuerza y validez en los tiempos recientes cuando la tecnología permite a los jefes de Estado comunicarse de manera directa y casi segura sin que los temas tratados pasen por los ministerios de relaciones exteriores y las embajadas y sin necesidad del encuentro presencial directo que significa enormes gastos y mucho tiempo útil que se pierde durante los viajes. Ello, sobre todo, tiene mayor validez cuando se trata de los vínculos entre países amigos.

Pero cuando el campo de lo que se debate emana de diferentes perspectivas desde el punto de vista de los sustentos filosóficos, políticos, culturales y, en general, de los intereses nacionales de cada país, el contacto personal y la impronta directa que proporcionan los líderes, juegan un papel fundamental en la toma de decisiones y en la firma de los acuerdos.

La diplomacia es el arte del engaño sutil y la hipocresía natural de los que muchas veces tienen que fingir una amistad ausente cuando se busca información y se hacen planes de cooperación que coadyuvan a la defensa, desarrollo y sostenimiento del proyecto político del país que se representa. Más allá de que países mediocres recurren a la banalidad de representantes diplomáticos que en el desempeño de sus funciones no apuntan a los objetivos trazados, sino a lo trivial, superficial, pueril e insignificante, la diplomacia sigue siendo un instrumento valedero para conseguir los objetivos estratégicos del Estado.

En este ámbito, el papel de los líderes es trascendental. Hasta ahora, valores universalmente reconocidos como el honor, la confianza, la dignidad, el respecto y la honestidad entre otros, eran puestos sobre la mesa para tratar acuerdos y diferencias. Pero la propia crisis del sistema internacional emanado de la sociedad capitalista global -que entre otras cosas tiene profundo carácter ético- ha comenzado a hacer poco creíbles tales valores. Al contrario, se intenta minimizar el papel de la diplomacia para reforzar el instrumento de la fuerza como mecanismo de imposición y exacerbación de los intereses de los países poderosos en detrimento de la paz mundial, la gobernabilidad y la búsqueda de acuerdos que solucionen los grandes problemas que aquejan a la humanidad.

Lo anterior ha quedado en evidencia tras las declaraciones de la ex canciller federal alemanaAngela Merkel quien dio a conocer que los Acuerdos de Minsk de 2014 fueron un intento de darle tiempo a Ucrania, a fin de que este país se fortaleciera para servir como ariete de la OTAN contra Rusia. Merkel afirmó que: «Todos sabíamos que era un conflicto congelado, que el problema no estaba resuelto, pero fue precisamente eso lo que le dio a Ucrania un tiempo precioso”. Es decir, Occidente no usó la diplomacia para la paz, sino para la guerra.

François Hollande

Estos planteamientos fueron refrendados por el expresidente francés François Hollande: «Sí, Angela Merkel tiene razón en este punto». Hollande manifestó que de hecho, el ejército ucraniano de hoy está mejor entrenado y asegurado desde el punto de vista material lo cual era “mérito de los Acuerdos de Minsk, que dieron al ejército ucraniano esta oportunidad».

Tales confesiones provocaron innumerables comentarios… y también silencios. En la propia Europa, el presidente serbio, AleksandarVucic, afirmó que estas declaraciones cambiaban radicalmente la imagen de los hechos [en relación a Ucrania] y planteaban la cuestión de la confianza. Agregó que para él esa era una señal de que no debía confiar.

Vucic es el líder de un país secesionado por la acción directa de la OTAN que no encontró mejor manera que inventarse un país para obtener un territorio que deseaba tener bajo control en los Balcanes. Ante esta situación, fue inevitable que el ministro de Asuntos Exteriores serbio estableciera una clara similitud entre los acuerdos de Minsk y los tratados de Bruselas que fijaron la forma de relacionarse entre Serbia y la autodenominada república de Kosovo, los cuales según él, “han resultado fraudulentos”.

Merkel y Hollande

Por su parte, el exvicecanciller austriaco, Heinz-Christian Strache afirmó que las confesiones de Merkel y Hollande hacen dudar en la palabra de los políticos europeos. Strache, un político de la extrema derecha austríaca aseveró que daba miedo la franqueza con la que Merkel hablaba del tema y agregó que “de tal modo los líderes europeos solo están destruyendo cualquier fundamento para tenerles confianza”.

No obstante a ello, y a pesar de todas estas certezas, la ONU que bajo el mandato de Antonio Guterres se ha transformado en un apéndice de las políticas de Estados Unidos, Europa y la OTAN-como era de esperar- apeló al silencio. El portavoz del secretario general, StéphaneDujarric, con el descarado argumento de que ello se debería dejar al “análisis histórico de los periodistas, exfuncionarios e historiadores», no quiso hacer comentarios sobre las declaraciones de Merkel y Hollande, insuflando más fuerza a la idea de que la ONU tiene hoy un secretario general para la guerra no para la paz.

En otro ámbito del mismo asunto se debe colocar el acuerdo nuclear con Irán conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés) al que JoeBiden, durante su campaña electoral, prometió reincorporarse, tras haber sido firmado por Obama y abandonado por Trump. Biden nombró a Robert Malley como enviado especial a Irán para supervisar las negociaciones que condujeran a renovar el JCPOA. Sin embargo, Malley hizo todo lo contrario.

periodista y analista geopolítico brasileño especializado en Asia Occidental y Central, Pepe Escobar

El periodista y analista geopolítico brasileño especializado en Asia Occidental y Central, Pepe Escobar, aseguró que el JCPOA “era esencialmente un clon del acuerdo de Minsk” por lo que Washington ganaba tiempo para reconfigurar su política hacia Irán y el Asia Occidental. En este caso, según el mismo Escobar: “Teherán nunca cayó en la trampa” toda vez que el líder iraní, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, a quien califica como “un inteligente estratega geopolítico”, siempre tuvo claro que nunca debía confiar en Estados Unidos porque “sabía intuitivamente que quienquiera que sucediera a Obama- la halcona Hillary o, como sucedió, Trump– al final no respetaría lo firmado y ratificado por las Naciones Unidas”.

Tal práctica que, como se observa, se ha hecho habitual en la política exterior de Estados Unidos, ahora cobra presencia en Venezuela y las negociaciones que se han realizado en México entre el gobierno y el sector terrorista de la oposición apoyado por Washington. En esa medida, Venezuela debería tomar nota de lo ocurrido porque en realidad tales reuniones son expresión de una negociación indirecta entre los gobiernos de Caracas y Washington manejados de esa forma por este último porque no ha encontrado la manera de justificar ante su opinión pública que su política de derrocamiento del presidente Nicolás Maduro fracasó estrepitosamente y ahora debe negociar con quien realmente tiene las riendas del poder en el país.

Para ello, utiliza al sector más retrógrado, violento y antidemocrático de la oposición venezolana mientras que simultáneamente, ha hecho uso de todos los recursos e instrumentos con que cuenta en su arsenal, el último de los cuales fue eliminar el “gobierno interino” manteniendo sin embargo, un ”parlamento interino”, ambos inconstitucionales e inexistentes en la práctica. En los hechos, lo que se produjo es un cambio en la conducción de la jefatura de la banda delictiva, pero manteniendo la práctica de la infracción bajo otra figura. Tal decisión encontró eco en la mayoría del sector terrorista, sobre todo porque Guaidó no hacía una distribución eficiente y equitativa de los recursos obtenidos del robo.

eeuu con Mexico

No obstante, Washington sigue “exigiendo” que se mantengan las conversaciones en México. Ciegos, sordos y mudos por no tener embajada en Caracas, se aferran a lo único que tienen para “mantener” su presencia política en Venezuela. Todo ello ocurre cuando las medidas coercitivas adoptadas contra Rusia se han revertido y han generado un verdadero desastre económico para ellos y sus aliados.

Tampoco le pueden explicar a su opinión pública porque se han visto obligados a ceder y aceptar que una empresa petrolera estadounidense comience a operar en Venezuela.

Por eso insisten en que sus peones mantengan la farsa de México. Es Estados Unidos el que puede hacer efectivo el acuerdo de desembolsar los tres mil 200 millones de dólares secuestrados, no la oposición terrorista, sin embargo, fueron estos los que lo negociaron. Pero no, al igual que en Minsk, en Bruselas y en el caso del JCPOA, ha sido evidente que Washington está ganando tiempo mientras logran lo que ahora es su objetivo tras el fracaso del expediente de la violencia y el terrorismo: tratar de unificar a la oposición, billete en mano mediante, para que acuda a las elecciones de 2024 con un candidato único.

La paciencia de los venezolanos se está agotando. No se van a esperar seis ni tres años cuando Biden ya no esté a cargo de la administración para que confiese (como Merkel y Hollande respecto de Minsk) que en México solo estaba ganado tiempo. No se necesita esperar para saber que el senil Biden como todos los presidentes de Estados Unidos es un mentiroso, se sabe, sí, que la diplomacia de Estados Unidos no se sustenta en valores ni principios, solo en la imposición y la fuerza. Ya Venezuela, su pueblo y su gobierno los conoce, han aprendido y sabrán cómo actuar.

rmh/srg

*Licenciado en Estudios Internacionales, Magister en Relaciones Internacionales y Globales.

Sergio-Rodriguez-Gelfenstein
Sergio Rodríguez Gelfenstein

Licenciado en Estudios Internacionales, Magister en Relaciones Internacionales y Globales. Doctor en Estudios Políticos, posee una extensa y variada obra ensayística y periodística. A la fecha ha publicado 17 libros de su autoría y otros coordinados así como numerosos artículos y ensayos en casi 20 revistas de Venezuela, México, Chile, Perú, Brasil, Argentina y República Dominicana entre otros, además ha coordinado, compilado y participado en de varias publicaciones colectivas en aproximadamente 10 países de América Latina y Europa, además de varios pequeños libros temáticos. Sus artículos semanales de opinión circulan por varios periódicos y portales de internet en alrededor de 15 países de América Latina, Europa y Asia Occidental. Es columnista internacional del programa Jugo de Limón conducido por la periodista Sandra Russo en la Radio de las Madres de Plaza de Mayo. Buenos Aires. Argentina Sus libros publicados son: • "Cuando Fidel no esté", Vice-Rectorado Administrativo - UCV, octubre 1993 • "La posibilidad de seguir soñando. Las ciencias sociales de Iberoamérica en el umbral del siglo XXI" (coordinador), Asturias, España. Mayo 2000. • “El Plan Colombia, globalización e intereses hegemónicos de Estados Unidos en América Latina” CDB Publicaciones, Caracas, noviembre 2000. • "Puerto Rico, un caso de colonialismo en un mundo global" Benemérita Universidad de Puebla. México. 2003. • La Otra Frontera Política migratoria en Chiapas (coord.) Gobierno del estado de Chiapas. México. 2006. • La Paradiplomacia, las relaciones internacionales de los gobiernos locales (Coord.) H. Cámara de Diputados de México LIX Legislatura/ Gobierno del Estado de Chiapas. México/ Miguel Ángel Porrúa, librero-editor. México DF. 2006 • “Medio Oriente y Norte de África, una perspectiva histórica”, Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Caracas. Octubre 2011. • “Se ha prendido la hierba en todo el continente. Relatos de Nuestra América”. Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL) de la Universidad de los Andes (ULA). Mérida. Venezuela. 2012 • “El Tiempo de los Intentos. De la crisis mundial a la Cumbre de la CELAC. Lima. Perú. Agosto 2012. • “Crisis de los misiles. Cuba. Octubre 1962”. Colección Claves. Ediciones Correo del Orinoco. Caracas. Venezuela. Enero 2013. • “La balanza de poder. Las razones del equilibrio del sistema internacional”. Edición chilena. Ceibo Ediciones. Santiago de Chile. Marzo 2014. Y en Argentina. Editorial Biblos. Colección Politeia. Buenos Aires. Agosto 2014 • “Colombia. Diciendo adioses a la guerra”. Edición chilena. Editorial de la Radio de la Universidad de Chile. Santiago de Chile. Abril de 2016. • “Mundo de Locos donde he nacido. Un sistema Internacional en permanente transformación”. Editorial de la Radio de la Universidad de Chile. Santiago de Chile. Mayo de 2017. • “La controversia entre Bolívar e Irvine. El nacimiento de Venezuela como actor internacional”. Vadell Hermanos Editores. Caracas, noviembre de 2018 • “China en el siglo XXI El despertar de un gigante. Ediciones en Venezuela, Argentina, Chile, Panamá, República Dominicana, México y Perú y en imprenta en China y Puerto Rico. • “Un monumento entre las naciones más cultas. Los tratados de Trujillo y el encuentro entre Bolívar y Morillo en Santa Ana” Monte Ávila. Caracas. Editores Latinoamericana Noviembre 2020. • “Imperialismo pandémico. América Latina en la nueva configuración geopolítica” (Coautoría con Jorge Elbaum) Acercándonos Ediciones. Buenos Aires Noviembre 2020 • “De Bush a Trump. De la guerra contra el terrorismo a la guerra comercial” Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Abril 2021. • “Manuel Rodríguez en tres tiempos “ (Comp.) América en Movimiento. Valparaíso. Chile. Septiembre 2020 • “La marcha majestuosa. El encuentro entre Bolívar y San Martín en Guayaquil. Monte Ávila. Caracas. Editores Latinoamericana/ Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Julio 2022. • “La OTAN contra el mundo. El conflicto en ucrania como expresión del cambio de época”. (Coautoría con Jorge Elbaum) Acercándonos Ediciones. Buenos Aires. Septiembre 2022 Ha participado como ponente en alrededor de 160 eventos científicos nacionales e internacionales y ha realizado además labor docente a nivel de pregrado y posgrado en Venezuela (Universidad Central de Venezuela (UCV), Academia Diplomática Pedro Gual, Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) Y Escuela Venezolana de Planificación), México (Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas) y China (Universidad de Shanghái) para sumar a su actividad de investigación. Ha recibido distinciones y condecoraciones, entre otras el Premio Nacional de Periodismo 2016 de Venezuela y el Premio Aníbal Nazoa del Movimiento Periodismo Necesario. Fue asesor para la elaboración de la Agenda Estratégica de Política Exterior del Ecuador 2009-2010 Fue Coordinador de Relaciones Internacionales del Gobierno de Chiapas, México, Director de Relaciones Internacionales de la Presidencia de Venezuela, Asesor de la Presidencia de Telesur y Embajador de Venezuela en Nicaragua. Desde marzo de 2016 es Investigador- Docente Invitado del Centro de Estudios Globales y de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Shanghái. China.

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