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viernes 29 de septiembre de 2023
trump y obama

La agudización de la crisis política de los Estados Unidos en el periodo post- Obama y su impacto en las relaciones con Cuba

Posiblemente el peor presidente en la historia de los Estados Unidos, Donald J. Trump, apeló al voto floridano en 2016 al prometer revertir la apertura de Barack Obama a Cuba y cumplió esa desalmada promesa. En junio de 2017, volvió la política de hostilidad y de “cambio de régimen”.

En un nuevo conjunto de cambios regulatorios, endureció el Bloqueo y ordenó una mayor aplicación de todo tipo de sanciones. Abolió los viajes individuales de persona a persona, y prohibió la mayoría de las transacciones de residentes y empresas estadounidenses con compañías cubanas, incluida una gran cantidad de hoteles, servicios turísticos y tiendas minoristas (designadas por el Departamento de Estado en una lista de “Entidades Restringidas”).

Trump Firma

Más tarde, cuando comenzó la campaña presidencial de 2020, Trump adoptó una serie de medidas para endurecer aún más el bloqueo (junio y septiembre de 2019, septiembre y octubre de 2020, enero de 2021), para un total de 243 medidas anticubanas durante su mandato:

-Impuso nuevos límites a las ayudas familiares y eliminó por completo las remesas «donativas» no familiares. Prohibió a los proveedores de servicios de remesas de Estados Unidos tratar con su contraparte cubana, Fincimex. El resultado fue poner fin a todas las transferencias electrónicas de estos envíos desde los Estados Unidos.

-Abolió por completo la categoría de viajes de pueblo a pueblo, eliminó la licencia general para viajar a reuniones profesionales y espectáculos artísticos en Cuba, descartando así la mayor parte del intercambio cultural y científico.

-Las nuevas regulaciones prohibieron a los cruceros con sede en Estados Unidos visitar Cuba e impidieron a los viajeros estadounidenses alojarse en cualquier hotel «controlado por el gobierno cubano», que eran a su juicio casi todos.

-Extendiendo el alcance extraterritorial del bloqueo, Trump volvió a imponer la prohibición de las transacciones financieras internacionales de «giro en U» y permitió que el Título III de la Ley Helms-Burton entrara en vigencia.

-En enero de 2021, el Departamento de Estado reincluyó a Cuba a la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo Internacional.
Durante su campaña en 2020, el hoy presidente Joe Biden prometió revertir las sanciones de Trump que perjudican a las familias cubanas, especialmente las restricciones a las remesas y los viajes familiares.

Una vez en el cargo, a pesar de sus repetidas promesas de restaurar los servicios de remesas, no hizo nada, dejando todas las sanciones de Trump en su lugar. Biden y otros personajes de la derecha demócrata tienen la absurda idea de que van a obtener el apoyo de la facción fascista de Florida si mantienen las agresiones contra Cuba.

Una de las peores facetas de la actividad anticubana de Biden es la decepción que provoca, pocos podíamos esperar que quien fuera el vicepresidente de Obama actuara de esta forma, que no tuviera ni siquiera el intento de tratar de llevar las relaciones entre ambos países a un nivel pre-Trump. Sin esperar milagros, este autor presumía cierta decencia hacia Cuba por parte del nuevo gobierno. No fue así.

Está claro que el bloqueo no se va a levantar por sí solo ni por un acto de magia. Hay que continuar convenciendo a los decisores de la necesidad, justicia y conveniencia de quitarlo. Trabajar con las bases del partido demócrata a nivel de estados, condados y municipios es de vital importancia, para no dejar que las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba caigan en el más profundo olvido fuera de Florida y otros poquísimos lugares, que es la estrategia de la Mafia de Miami. No vamos a cejar en esa lucha.

El bloqueo no ha podido derrotar a Cuba

En noviembre de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas, por trigésima vez consecutiva desde 1992, adoptó por 185 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, la resolución anual que pedía levantar el embargo. Estados Unidos e Israel votaron no.
¿Respondió a esta votación en la ONU el gobierno de Biden? La respuesta: NO

¿Es solida la “democracia”, cualquier forma que esta adopte, en los EEUU. del presente Biden? La respuesta es: No.

Desde el Gobierno de Abraham Lincoln, pasando por Franklin D. Roosevelt hasta la fecha, las sucesivas administraciones estadounidenses han logrado sobrepasar las pruebas a que su “democracia”, tal y como la considera el establishment, ha sido sometida.

Los asesinatos del propio Lincoln (presidente de 1861 a 1865), James Garfield (1881-1881), William McKinley (1897-1901) y John F. Kennedy (1960-1963), la Gran Depresión (desde finales de 1929 y durante toda la década de los 30) fueron momentos de prueba de si ese “sistema democrático”, con todos los defectos inherentes al capitalismo, podría sobrevivir. Y lo hizo. En noviembre de 2024, ese sistema en completa crisis podría terminar en un caos total, del autoritarismo a la total desfachatez ajena a cualquier principio o ética políticos que afectaría a toda la humanidad.

Por todo ello, muchos pensamos que para Estados Unidos se acerca la Hora Cero, tanto si Trump (o cualquiera de sus seguidores) regresa al poder y entroniza al fascismo, o si Biden (o cualquier otro candidato demócrata) gana las elecciones y después sigue sin satisfacer ni remotamente las expectativas de quienes lo eligieron. La oposición a Trump y al fascismo, representada por la candidatura demócrata, se tiene que enfrentar a una difícil votación, donde lo que menos cuenta es la voluntad del pueblo.

En un escenario de acción negativa, la campaña electoral de Trump lucha y luchará agresivamente para reducir la participación de los votantes. Contra la elegibilidad para votar por correo, se trata de eliminar a los votantes de las listas, endurecer los requisitos de identificación de los votantes, reducir o prohibir el uso de buzones y descartar las boletas por correo que tienen fallas técnicas o llegan después del día de las elecciones (aunque hayan sido enviadas antes). En fin, obstaculizar que el pueblo vote masivamente.

Quizás entre los más profundos cuestionamientos está el derecho del voto (y muchos otros derechos) de los ciudadanos de piel negra, de la mujer y grupos minoritarios. Algunos dirán que la decimoquinta enmienda de la Constitución establece que los Gobiernos de Estados Unidos no pueden impedir a un ciudadano votar excusando motivos de raza, color o condición anterior de servidumbre (es decir, esclavitud), enmienda que fue ratificada el 3 de febrero de 1870, un lustro después del fin de la Guerra Civil. Pero en la realidad es diferente.

Presidentes

La “democracia del asesinato” sea a tiro limpio o legalizado rige en un país con dos justicias, una para los poderosos y otra para los demás, en especial las minorías y las izquierdas. Martin Luther King Jr. y Malcolm X, líderes contra la discriminación racial; Robert F. Kennedy, quien enfrentó al crimen organizado y la corrupción; los esposos Rosenberg, víctimas de feminicidio judicial, y Harvey Milk, primer hombre abiertamente homosexual electo para un cargo público en los Estados Unidos. Víctimas del fascismo y el odio que quiere regresar con fuerza acrecentada en 2024. Estos eran líderes muy diferentes, representando organizaciones de diferente orientación, con amplia presencia nacional, vastas redes, fuerte logística, capacidad mediática y otros recursos, y fueron asesinados por el fascismo estadounidense, pero el movimiento progresista alcanzó algunos limitados logros históricos que hoy están en gravísimo peligro ante la posibilidad de un regreso de Trump (o de Santis, et al).

Presidentes

¿Que podría pasar si la extrema derecha republicana se hace nuevamente con el poder presidencial?

Son fuertes los indicios de que Estados Unidos puede tener el mes de noviembre del 2024 su Hora Cero, en la dirección del sentido común y políticas más avanzadas en áreas como ley y orden, economía, inmigración, salud, educación, política interior, exterior y medioambiente. Se podría instaurar una dictadura fascista en todo, menos el nombre.

¿Cuál es la estrategia de la ultraderecha fascista de los EEUU., entre la que se aloja la Mafia de Miami, para tratar de ganar el poder en noviembre del 2024?

Los liberales han gritado “que viene el lobo” demasiadas veces. Cuando apareció Trump, el verdadero lobo, inicialmente nadie le hizo caso. Y ahora, poco tiempo después, en el 2023, muchos grupos progresistas siguen peleando los unos con los otros, a pesar de que las fuerzas locales del fascismo están cada vez más unidas y engatusando a millones de incautos de que los enemigos externos, comunistas rusos o chinos, iraníes o norcoreanos, cubanos o venezolanos, quieren destruir a Estados Unidos. Ucrania les ha venido como anillo al dedo para obstaculizar la unidad del movimiento progresista.

Para entender los cálculos de la extrema derecha debemos partir de los resultados en las elecciones pasadas (2020). Como se observa en la tabla abajo, la diferencia de votos populares entre Biden y Trump fue de un poco más de siete millones.

Los votos por los partidos menores (de electores que de otra manera hubieran votado mayoritariamente por el Partido Demócrata) fueron cerca de tres millones. Sabiendo que hay muchísimas personas descontentas con el pobrísimo desempeño de Biden y la “desaparición” política de la vicepresidenta Kamala Harris (¿se acuerda alguien de ella?), se plantea que al menos cinco- seis millones de empadronados que votaron por Biden en el 2020 están tan desencantados que no acudirían a las urnas y si se les suman los que votan por partidos minoritarios y candidatos independientes serian en total de cinco a nueve millones, mientras el partido republicano puede mantener e incluso elevar ligeramente su votacion del 2020, superando a sus oponentes por tres- siete millones de votos, si tal cosa ocurre, lo cual sucedería también en los votos del colegio electoral.

Bajo ningún concepto podemos caer en una trampa tan visible. No podemos aceptar que esa estrategia se imponga y el fascismo regrese con más garras a la Casa Blanca.

Tabla

Las principales organizaciones de la “izquierda” actual en los EE.UU. son: los partidos Verde, Comunista, Socialismo y Liberación, Socialista de los Trabajadores, Socialista, Solidaridad Estadounidense, entre otros muchos. Ninguno de ellos ha logrado nunca tener un representante o un senador en el Congreso, aunque si tienen influencia social, sobre todo a nivel local. El Partido Libertario no es de izquierda sino que representa un caos político, con algunos matices de anarquismo; lo malo es que sus votantes no los obtiene de la ultraderecha, sino de sectores bien confundidos e insatisfechos del Partido Demócrata.

rmh/jro

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