Por Luis Ernesto Guerra
El genocidio de Gaza desnuda a una aldea global que ha vuelto a reactivar el neofascismo, la injusticia e inequidad con una subjetividad corporativa oligárquico-capitalista, bursátil, que está salpicada de xenofobia, masacre y exterminio sionista.
El régimen nacionalsionista de Israel durante 77 años viene violando el derecho internacional bajo el silencio cómplice de EE.UU., un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU Seguridad) con el poder de veto de las tibias resoluciones que no causan ningún efecto frente al recurrente genocidio de palestinos/as, rayano en la más demencial ignominia.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el régimen ocupacionista y nazisionista israelí se convierte en el mayor violador de derechos humanos hasta la actualidad.
Son diecinueve meses de masacre y exterminio de niños y mujeres por una entidad criminal como la sionista, que se ha dedicado a desafiar el derecho internacional y ordenamiento legal, violar los derechos humanos de la población palestina, agredir a países vecinos y cometer crímenes de lesa humanidad con total impunidad. Su ocupacionismo se ha diseminado en el Sur del Líbano, Siria y Cisjordania, lo cual viene impidiendo la ayuda humanitaria e incrementando el exterminio.
El nazifacismo ha mutado de manera demencial y violenta al nazisionismo judío-israelí, convirtiendo a Gaza en el laboratorio del anarco capitalismo en donde la gran estructura massmediática occidental, la dictadura del algoritmo, de las redes sociales, sumada la inteligencia artificial, cumplen a rajatabla la invisibilización de la masacre.
El presidente Donald Trump, en su viaje por Medio Oriente y de manera concreta en Arabia Saudí, al parecer evidenció una rotunda desesperación por el desmadre de policrisis sistémica y estructural de Estados Unidos. En su discurso pudimos apreciar una especie de subordinación al régimen saudí que tiene un sistema político caracterizado por la monarquía absoluta, el control religioso y la influencia de la familia real dotada de la gran riqueza petrolera.
A propósito, cabe mencionar que en Catar le regalaron un avión valorado en USD$ 400 millones de dólares que seguramente sustituirá al presidencial; similarmente, el régimen saudí hará una inversión de 500 billones de dólares.
Sin embargo, no ha dejado de despotricar y orquestar la desestabilización de la democracia soberana de Cuba, re-enlistando a la hermana mayor de Las Antillas como país patrocinador de terrorismo, cuando es conocido que lleva solidaridad al mundo con sus brigadas médicas, hoy bajo asedio e injerencia. Concomitantemente nominó a una disidente y desestabilizadora de la Revolución Cubana que proviene del agencismo estadounidense como candidata a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mismo libreto de injerencia se desata en contra de Nicaragua Sandinista y de Venezuela Bolivariana, en donde el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ganaron mayoritariamente en las urnas en el proceso electoral del 25 de mayo de 2025.
Nuevamente el poder comunal de un pueblo que no ha dejado de amar la paz y la vida en abundancia, respaldó y refrendó en las urnas que quiere avanzar en la construcción y radicalización del Plan de la Patria, mediante las Siete Transformaciones, con miras al Socialismo Bolivariano, a través de una economía y desarrollo con justicia social, con “comuna o nada” como alguna vez expresó el Comandante supremo y eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías.
Las elecciones intermedias nacionales y regionales que se realizaron el domingo 25 de mayo de 2025 permitieron una mayoría absoluta del GPPSB en alianza estratégica con el PSUV, obteniendo el 82 por ciento, con 23 de 24 gobernaciones, la mayor cantidad de escaños en el legislativo y el 18 por ciento repartido entre organizaciones políticas de la oposición.
El Presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Elvis Amoroso, manifestó que estos resultados electorales son la expresión de la voluntad soberana del pueblo bolivariano, que manifestó en las urnas el derecho de vivir en paz, de refrendar el Plan de la Patria.
“Es un mensaje para Venezuela, los pueblos de la región, los cinco continentes” de que la justicia social, el derecho soberano son irreversibles y no tienen marcha atrás.
El Gobierno venezolano celebró por primera vez las elecciones del 25 de mayo en la Guayana Esequiba, amparado en el resultado del referendo consultivo del 3 de diciembre de 2023, donde se ratificó que la región del Esequibo pertenece a Venezuela.
En los comicios del 25 de mayo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela declaró al chavismo ganador en 23 de 24 regiones del país en gobernaciones, incluyendo la Guayana Esequiba. Neil Villamizar fue electo como el Gobernador, cinco gobernadores son mujeres, 258 diputados de 285, con 1.3 millones de crecimiento del voto para el GPPSB.
Después de que el CNE informó los resultados del evento electoral, el presidente venezolano Nicolás Maduro ofreció “todo el apoyo presupuestario” a Villamizar para que “el pueblo del Esequibo tenga todos los derechos como pueblo de Venezuela”.
“Las elecciones del 25 de mayo se realizaron en paz, armonía y total tranquilidad”.
Mientras tanto, la subjetividad de la mediática internacional, no deja de diseminar la parafernalia de odio y satanización a un pueblo, que ha sabido luchar y resistir en contra del bloqueo, medidas coercitivas unilaterales, sanciones y órdenes ejecutivas que superan las mil.
Ni la pandemia, postpandemia, han podido detener el crecimiento económico sostenido y sustentable durante más de 18 meses consecutivos de desarrollo soberano de un pueblo que ha recibido los azotes del imperialismo estadounidense y la vieja Europa neocolonial, en donde han comenzado a rebrotar el neofascismo, nazisionismo, y autoritarismo en contra de los pueblos que no se alinean al encuadre político e ideológico de las ultraderechas; de un orden unipolar, que está mutando y es peligroso, por ser injusto, insensible, e inhumano, con policrisis sistémica y estructural.
En América Latina y el Caribe, son visibles los coletazos del supremacista presidente estadounidense, para el que su guerra arancelaria o económica, a la que subyace una refuncionalización del Destino Manifiesto, Doctrina Monroe, que la venimos denominando 2.0, Plan Cóndor 2.0, Comando Sur, sumadas las órdenes ejecutivas que han criminalizado la migración de latinoamericanos/as, no deja de generar erosión de los derechos fundamentales y humanos, que ha convertido a la República del Salvador en la megacárcel de la región, fundamentalmente de migrantes venezolanos, rotulados como pertenecientes al extinto Tren de Aragua, perversa y mercenaria creación estadounidense.
La consolidación del orden multicéntrico y multipolar con sustento en los BRICS, conformado por países provenientes de las economías emergentes y de los no alineados, ha puesto en jaque, con énfasis a los Estados Unidos, que ya no tiene retorno su otrora hegemonía y colapsado orden, de haber sido el gendarme de la humanidad, porque los BRICS tienen el liderazgo de China y Rusia, que respetan principios fundamentales de la carta fundacional de las Naciones Unidas, principales amenazas para el corporativismo bursátil y empresarial del gobierno de multibillonarios, dueños de datos , de redes sociales, dictadura del algoritmo, que son estadounidenses, incluida la inteligencia artificial.
Las bolsas de valores y los CEO de Wall Street, BlackRock, están constipados en sus intereses corporativos, porque el dólar ya no es la moneda de transacciones económicas y financieras en los BRICS. Mucho más aún, cuando China ya está presente en la región Nuestroamericana, a través de importantes inversiones financieras, económicas, científicas, tecnológicas y mediante la firma de Tratado de Libre Comercio (TLC), que han generado el gran susto subjetivo de presidente Trump.
Cuba, ya es un miembro activo de los BRICS, en el mismo camino seguirá Venezuela, que ha refrendado la continuidad del proyecto político de la Revolución Bolivariana de esencia socialista e inspiración del ideario del general Bolívar, resignificado por el Comandante Hugo Chávez Frías en el Siglo XXI, al que está dando continuidad y consolidación el presidente Nicolás Maduro Moros.
El neofascismo en Ecuador se ha encendido con un régimen que tendrá continuidad durante cuatro años, con un discurso abundante de promesas y vacíos, que no generan ninguna esperanza, porque ya se ha trazado la cancha de un escenario mucho más radicalizado que en los 18 meses del período que le faltó por cumplir al expresidente Guillermo Lasso y del que resultó beneficiario el presidente actual Daniel Noboa Azín.
Ha emprendido la persecución selectiva en contra de adversarios/as políticos, con un proyecto de ley en la antesala del plenario legislativo que pretende instaurar la impunidad y foja en blanco para que militares y policías emprendan la cacería de opositores/as, bajo un paraguas de guerra total a los Grupos de Delincuencia Organizad a(GDO) y crimen organizado.
Si no se combate con política pública la fuente de la pobreza, sería un tiro al aire.
Es tenaz que se pretenda legalizar la conculcación de derechos sin orden judicial que puede convertirse en un paraguas para la violación de derechos humanos, así como la eliminación de presunción de inocencia.
Esto es populismo penal sensacionalista que ataca las emociones de un pueblo atrapado por el miedo.
La violación del derecho internacional en el asalto violento ocurrido a más de dos años en contra de la embajada de México, ha provocado una especie de aislamiento del Ecuador en el concierto internacional y la permanente injerencia en contra de la República Bolivariana de Venezuela.
Es inaudito que el presidente Noboa avale el genocidio de Gaza cuando visitó al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y que expresó: “los enemigos de Israel son nuestros enemigos”.
Ergo, es claro que el andarivel internacional será de asedio e injerencia en la región convirtiendo y subordinando al Ecuador al lobby corporativo imperialista-sionista.
Nuevamente entra y rige la trillada doctrina de combatir al denominado enemigo interno.
Ya se escuchan voces de que se viene fraguando el control y poder autoritario de un cerco ideológico neofascista salpicado de narcoestado.
Empero, la inseguridad y violencia criminal no ha cesado.
El régimen y la parafernalia vanal ambivalente de los massmedia que difunden la narrativa presidencial no mencionan absolutamente nada al respecto.
El discurso de juramentación presidencial
Un discurso de posesión presidencial de recurrente ataque al pasado, que ha recurrido a las emociones de un país que lo sigue erosionando la inseguridad y la violencia.
Ataque a las emociones con un discurso laxo, líquido, que desnuda intolerancia a la otredad política y sociocultural, con cierta dosis de comportamiento xenofóbico, carente y vacío de datos, de logros y resultados- que no existen-, pero sí el incremento lamentable de violencia criminal del narco.
En 18 meses quedó un país trizado por la inseguridad y la violencia criminal de un inexistente e improvisado Plan Fénix.
Seguridad, economía, empleo, salud, educación, son las necesidades concretas de la gente.
Su forma de gobernar ha sido de improvisación
En el discurso de juramentación presidencial no se dijo absolutamente nada respecto a una institucionalidad que está erosionada por la corrupción.
No se puede invisibilizar la acelerada profundización de la lucha de clases. Se pretende desconocer la identidad plurinacional e intercultural existente en lo concreto y la matriz constitucional a la que se quiere mutilar la garantía de derechos.
Somos la sumatoria y amalgama de pueblos originarios, de la diáspora de África, de un mestizaje cultural que no es reconocido por las élites y estructuras oligárquicas, corporativas y familiares que ahora gobiernan el Ecuador.
Tal como expresa un refrán muy popular mucho ruido y pocas nueces en el discurso presidencial.
Ergo, frente a las lógicas subyacentes de poder autoritario de regímenes de corte represivo que rayan en la recurrente violación de derechos humanos en la región, es urgente y necesaria la unidad en la diversidad sociopolítica y sociocultural de los pueblos, ya que el abrupto avance de una corriente de tinte neofascista y neocolonialista que quiere extirpar la lucha, las voces y miradas de resistencia, la libre autodeterminación, concomitante boicotear proyectos políticos revolucionarios que jamás se subordinarán y someterán al decadente imperialismo estadounidense, aliado estratégico de las ultraderechas neofascistas y nazisionistas israelí y europeas, que cierran sus ojos ante el demencial genocidio del pueblo gazatí, donde el mayor porcentaje de las víctimas mortales son niños y mujeres, a los que se suman más de 14 mil infantes que corren el riesgo de morir por falta de alimentos. No han cesado los ataques de los carros de Gedeón y bombardeo a escuelas y hospitales.
No podemos desconocer que existe una oleada de democra-CIA enraizada en el neofascismo que penetra agresivamente con regímenes civiles, completamente autoritarios y que cuentan con todo el aparato represivo de la institucionalidad armada de militares y policías, que ya tienen una tradición del cometimiento de violaciones de derechos fundamentales, humanos, tortura, desaparición forzada, ejecución extrajudicial, implementación del Lawfare, para proscribir adversarios/as políticos/as.
En estos regímenes es paradigmática y naturalizada la violencia política.
La guerra total al narco ha contaminado la institucionalidad pública y además, son subordinados al gobierno estadounidense, que esgrime a diestra y siniestra los diferentes tipos de guerra entre ellas la híbrida, no convencional prolongada o también denominada de baja intensidad que tiene como objetivo generar sociedades del miedo, atrapando las emociones de la gente mediante las redes sociales, trollscenters, bots, influencers y el milagro insensible de la inteligencia artificial, que genera irreversibles procesos de alienación y aculturación, fundamentalmente en la niñez, adolescencia y juventud milenial y centenial, consumidores de los fetiches de la dictadura del algoritmo.
Frente a un escenario caracterizado por persecución política selectiva, que proscribe derechos fundamentales y humanos, es urgente y necesaria la batalla de las ideas, el fortalecimiento de las formas de integración Nuestroamericana como CELAC, ALBA-TCP y UNASUR, respectivamente, a fin de contener la contraofensiva imperialista, que no deja de considerar a Nuestramérica como su gran patio trasero geopolítico, geoeconómico y geoestratégico para generar una disruptiva de contención política e ideológica en contra de China, que ha dejado sin piso y casi en soletas la guerra arancelaria del gobierno corporativo de Trump.
Alguna vez el comandante Ernesto Guevara de la Serna, el Che, dijo y además legó el principio de ética revolucionaria como es: “La solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Cuba, Nicaragua y Venezuela, son el paradigma y la apuesta en la región por una democracia soberana.con una argamasa de poder popular que le da sostenibilidad a su proyecto político revolucionario, sin la tutela y neocolonialidad de poder estadounidense.
¡Unidad, lucha, batalla y victoria!
¡Patria o muerte venceremos!
rmh/leg