Por Atilio Borón
Mi gente tan querida: reciban un muy afectuoso saludo en esta Navidad tan cargada de odio y de muerte.
Les deseo lo mejor y les ruego a quienes están en la lucha que no bajen los brazos o se dejen ganar por la desesperanza.
A los que todavía no se han decidido a tomar el destino en sus manos que recuerden lo que dijera Bertolt Brecht: “el peor analfabeto es el analfabeto político” porque de su ignorancia, su apoliticismo nace “el peor de todos los bandidos, que es el político trapacero, granuja, corrupto y servil de las empresas nacionales y multinacionales».
Necesitamos el protagonismo de todas y todos porque estamos viviendo tiempos de extrema peligrosidad.
El planeta, la madre tierra, está siendo brutalmente agredida, y hay que parar ya mismo la depredación que produce la insaciable ansia de ganancias del capital.
Y además, como si lo anterior no bastase, suenan los tambores de guerra de algunos dementes que dirigen estados y ejércitos apostando estúpidamente a una Tercera Guerra Mundial, en la que no habrá ganadores puesto que la propia humanidad podría perecer en ese combate.
Con estas ideas en la cabeza, transcurramos esta Navidad con la sobriedad y la responsabilidad que demandan tiempos tan aciagos como los que estamos viviendo, signados entre tantos otros infortunios, por el genocidio al que está siendo sometido el pueblo de Palestina ante la vista y paciencia de los responsables de este putrefacto “orden mundial basado en reglas” y que nada hacen para parar esta masacre.
rmh/ab