En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a que la palabra «redes» aparezca asociada con las redes sociales en Internet. Sin embargo, incluso las redes sociales son un fenómeno más amplio que las propias aplicaciones de Internet. En primer lugar, porque se trata de una forma de interacción social entre diferentes grupos poblacionales a escala planetaria.

Las redes globales de los Estados Unidos. Historia y actualidad

Se ha podido conocer, que los primeros estudios sobre las políticas de redes aparecieron en 1950, debido a la interacción entre ciertos grupos de interés con el gobierno de los Estados Unidos. Inicialmente, esta política involucró grupos relativamente pequeños y estables de actores corporativos inmersos en una interacción regular en torno a un conjunto de reglas y leyes nucleado en un sector específico.

Tales vínculos, sólidos e institucionalizados, entre estos sujetos dieron lugar a la aparición del término «Estado profundo» o «triángulo de hierro» para ellos. Desde entonces, toda la política doméstica y exterior de los Estados Unidos se ha basado en la dinámica impelente de estos «triángulos de hierro».

Fritz Schapf, desarrollando este tema, ha descrito la política de redes como acciones en «la sombra de la nomenclatura». Estas redes alcanzan una activa participación en el proceso de negociación y toma de decisiones, pero únicamente en el marco de la legalidad. Ahora, si en el marco legal no se permiten tales acciones, lo más seguro es que estas redes se transformen en una infraestructura en la sombra con un carácter criminal y corrupto.

Además, la creación de estas redes en la sombra podría estar propiciando la adopción de algunos acuerdos secretos entre Washington y sus satélites, como ocurrió en el caso de la “Operación Cóndor” en América Latina.

En los países de esta región, el «Plan Cóndor» era una estrategia respaldada por los Estados Unidos para contrarrestar la difusión de ideas de izquierda mediante ataques contra los activistas en al menos seis países. A través de la coordinación entre los gobiernos, sus respectivos servicios de inteligencia y el FBI, la identificación, el acoso y el asesinato de activistas de izquierda se volvió transnacional.

El acta fundacional fue firmada en 1975 en Santiago de Chile por representantes de los servicios de inteligencia de Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay, y más tarde, Brasil se adhirió al acuerdo.

Las potencias militares participantes intercambiaron información valiosa sobre los “saboteadores” en sus países, revelando su paradero e identidad. El objetivo era erradicar cualquier rastro de ideología izquierdista, comunista y marxista. Durante este tiempo, el gobierno de los Estados Unidos, a través de la CIA, también proporcionó asesoramiento, tecnología y experiencia.

De hecho, esta fue una tupida red que se expandió por toda la región de América Latina y el Caribe y que tuvo un desarrollo constante a lo largo de la década de 1970. Las dictaduras latinoamericanas, bajo las órdenes de los Estados Unidos, no solo reaccionaron a lo que consideraban amenazas políticas sustanciales para su poder, indistintamente llevaron a cabo acciones activas y sistemáticas para secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer activistas políticos, sociales, sindicales y estudiantiles y, con ello, tratar de erradicar el pensamiento político de izquierda en toda la región. Los métodos utilizados por los agentes del Cóndor incluían algunas de las tácticas de terrorismo de Estado más horribles conocidas en la historia reciente.

Y todo esto con el abastecimiento logístico y las instrucciones directas desde los Estados Unidos.

Contando con una amplia experiencia en la creación y gestión de tales redes, desde los años 90, es decir, después de la desaparición del orden mundial bipolar y el comienzo del proceso de globalización unipolar neoliberal, los Estados Unidos comenzaron a desplegar sus redes en todo el mundo. La aparición de nuevos medios de comunicación contribuyó al desarrollo de este proceso.

En un enjundioso estudio de Pew Research se concluyó que: “…los participantes de la conspiración vieron la globalización como una oportunidad más que como una amenaza y también se enfocaron, en la medida de lo posible, en construir tipos de formas personalizadas de la comunidad internacional, aprovechándose de los avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones. Para algunos, esto pudo parecer una alternativa al sentimiento de solidaridad local o nacional que parecía debilitado por las fuerzas globales. La velocidad y la ubicuidad de las redes sociales se han caracterizado por permitir la comunicación instantánea “en todo el mundo” y propiciar la oportunidad de configurar una suerte de “comunidad mundial” capaz de brindar apoyo cuando algo sucede en cualquier parte del mundo…”.

Así fue cómo surgió el fenómeno del desarrollo mutuo y la influencia de las redes, en calidad de medios de comunicación en tiempo real, que se transformaron en una suerte de estructuras políticas o cuasi políticas y Washington, explotando estas posibilidades por un lado, trató de establecer su influencia política estratégica a largo plazo. Por otro lado, se ha enfocado en establecer un férreo control económico y financiero sobre el mayor número posible de territorios y sectores.

Las redes, como tal, pueden tener diferentes configuraciones, por ejemplo, las redes multicanal, que es donde cada nodo de cada una de las redes está interconectado con los otros, o en forma de una estrella, que es cuando toda la información y los recursos pasan por un solo punto y fue esta forma la que más benefició a los Estados Unidos cuando pudo controlar el paso de toda la información a través de sus filtros.

Los hilos en manos de Departamento de Estado

Por ejemplo, si observamos como gestiona el flujo de información el Departamento de Estado de los Estados Unidos, podríamos ver con claridad cómo se llevan a cabo varios proyectos para crear redes de influencia global.

Veamos en su sitio web oficial: “EducationUSA”. Esta es una red del Departamento de Estado de los Estados Unidos compuesta por más de 430 centros internacionales de asesoramiento estudiantil en más de 175 países y territorios. Esta red está dispuesta para estudiantes de todo el mundo, ofreciendo información precisa, completa y actualizada sobre las oportunidades de estudio en instituciones de educación superior acreditadas en los Estados Unidos. “EducationUSA” también brinda servicios a la comunidad de educación superior estadounidense para ayudar a los líderes de las instituciones a su servicio a alcanzar sus objetivos de reclutamiento e internacionalización del campus y “EducationUSA” es su fuente oficial de información sobre educación superior en los Estados Unidos.

Sin embargo, en realidad este es un proyecto que es más conocido como “robo de cerebros”, ya que muchos estudiantes de otras partes del mundo, si son lo suficientemente competentes y aptos para trabajar, pues a través de este sitio se intenta su inmediato reclutamiento para ser contratado al servicio de los Estados Unidos.

Comunidad Alumni y otros gestores

Pero esta no es la única red, existen otras en función de aquellos que fueron a los Estados Unidos respaldado por cualquier programa (podrían ser periodistas, funcionarios de los locales del poder o empresarios). Por ejemplo “Alumni” es “…una comunidad en línea exclusiva a la que puede acceder cualquier persona que haya participado y/o completado un programa de intercambio académico financiado o patrocinado por el gobierno de los EE.UU., para socializar, tener la oportunidad de desarrollar las habilidades aprendidas durante el intercambio de experiencias o animarse en cualquier nuevo proyecto y agrupa a más de 500 mil personas…”.

La agencia federal de medios globales de los Estados Unidos es una compleja red internacional que agrupa a seis entidades como: “Radio Libertad”; “Radio Europa Libre”; la “Oficina de Radiodifusión Cubana”; “Radio Asia Libre”; “Medio Oriente Broadcasting Network” y “Open Technology Foundation”. Todas ellas realizan tareas muy específicas de desinformación, propaganda, incitación a actuar en contra de los gobiernos “incómodos” y, claro está, la imposición del estilo de vida estadounidense.

No es casual entonces que importantes agencias estadounidenses que trabajan para el gobierno y el sector de defensa, participen directamente en el análisis de redes para examinar las tendencias de las mismas.

El centro de análisis aplicado de las redes de la RAND Corporation promueve la realización formal de seguimiento en las redes de individuos, organizaciones y sistemas en todo su espectro de investigación. Allí estudian preguntas tales como: ¿Qué relaciones son importantes para los resultados de la política? o ¿Cómo estas relaciones crean comunidades?”

Los métodos de red analizan los sistemas de manera integral en lugar de centrarse en ciertas características individuales, lo que le permite proporcionar información completa y soluciones integrales sobre cuestiones importantes de política.

El sitio web del Centro dice que “…nuestros investigadores son expertos en áreas como análisis de políticas, matemáticas, ciencias del comportamiento y sociales, medicina, física, estadística e ingeniería, aportando un espíritu interdisciplinario vital para el trabajo…”.

Al propio tiempo, sus intereses son suficientemente amplios, y van desde el uso de drogas en los Estados Unidos y los modelos de aprendizaje social hasta la propaganda del extremismo en las redes sociales; los intentos de reducir la influencia de los medios rusos en el planeta hasta construir mapas detallados de las estructuras comerciales en el sur de Asia para contrarrestar el crecimiento de la influencia China en la región.

El centro de evaluaciones estratégicas y presupuestarias lleva a cabo un análisis exhaustivo de la formulación de estrategias militares y políticas de los Estados Unidos (tanto globales como regionales, basadas en redes de socios) a los costos correspondientes.

Las fuerzas armadas de EE.UU. también son una red compleja

Si analizamos la infraestructura de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, encontramos que es una red compleja. No se trata solo de Internet, que surgió de las entrañas del Pentágono e inicialmente se articuló como un canal de comunicaciones de reserva en caso de una guerra nuclear. Las propias bases militares de los Estados Unidos, dispersas por todo el mundo, también son una red de instalaciones, aeródromos y puertos militares, almacenes y centros especiales con un equipamiento muy variado.

La estrategia de disuasión nuclear de los Estados Unidos se basa en el funcionamiento coherente de redes. Un estudio reciente de la Federación de Científicos Estadounidenses concluyó en que: “…de acuerdo con esta postura nuclear revisada, la credibilidad de la disuasión de los Estados Unidos estará garantizada en gran medida por la supervivencia de su infraestructura de comando, control y comunicaciones nucleares (NC3), ya que un ataque destructivo contra el NC3 estadounidense podría impedir que el presidente ordene represalias desde los submarinos nucleares de la flota. Por lo tanto, los sistemas NC3 mejorados, combinados con la adopción de sistemas de conservación y otras medidas de apoyo al NC3, ayudarían a fortalecer las condiciones bajo las cuales los Estados Unidos podrían evadir los ataques nucleares y limitar sus daños…”.

“…Tales inversiones ayudarían a generar confianza en los medios de disuasión de los Estados Unidos, porque mientras el enemigo no confíe en su capacidad para destruir todos los submarinos nucleares estadounidenses o incapacitar la red NC3 de los Estados Unidos, teóricamente se mantendría una relación de disuasión estable. De acuerdo con esta posición revisada, cualquier intento de primer ataque contra la fuerza nuclear estratégica de los Estados Unidos probablemente dejará a la mayoría de las fuerzas submarinas de los Estados Unidos con misiles balísticos relativamente ilesos y listos para su lanzamiento…”.

(continuará)

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