José Cipriano de la Luz y Caballero (1800-1862) filósofo y educador cubano fue objeto del análisis del docente Julio César Moreno Davis, quien ganó un Premio Miró, estudiando su obra en 1978, titulada: Esbozo biográfico y pensamiento filosófico de José De La Luz y Caballero. No podemos dejar de mencionar al camagüeyano, José Agustín Arango Ramírez (1797-1841), estrechamente ligado a Bolívar, y nuestra vida politico-empresarial.
José Martí (1853-1895), rememoraba en alguna de sus obras la necesidad de leer obligatoriamente a jurisconsulto Justo Arosemena (1817-1896) gran promotor de la urgencia de Independencia para Cuba.
Pedro Henríquez- Ureña, quien trató mucho al poeta panameño Darío Herrera (1870-1914) y lo ayudó en La Habana cuando Herrera tuvo que internarse en un sanatorio para curar uno de sus muchos ataques de neurosis…decía Herrera: Para mí [Rubén] Darío y [Julián del ]Casal han sido los propagadores del Modernismo, pero no los iniciadores. Este título corresponde más propiamente a José Martí y a Manuel Gutiérrez Nájera… [Se trata de un artículo publicado en Panamá en 1895 que Gloria Luz Mosquera de Martínez cita en su libro sobre Darío Herrera.]
Pero desgraciadamente no contribuyeron a reorientar a los estudiosos del modernismo en las primeras décadas del siglo XX.
Estas palabras de Herrera escritas en 1895, prefiguran la revisión de la historia de la literatura modernista, según Iván Schulman, titulado “El otro modernismo, el caso de Darío Herrera”.
Otro tanto hizo Francisco Carrera Jústiz, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de La Habana, al publicar: Orientaciones Necesarias: Cuba y Panamá, aproximadamente de 1915.
Demetrio Korsi, bardo hijo de marinero griego y dama panameña, pública en la revista emblemática cubana “Carteles” (1919-1960)
Nicolás Guillén, poeta, es impactado por el poema Cumbia (1935) de este, y visitó nuestra tierra en 1952, para conocerlo, imaginando era negro. Vale señalar, el musical bardo le dedicó unos versos a nuestro país, a raíz de la genocida agresión estadounidense del 9 de enero de 1964, llamados “Panamá”.
Pedro Rivera Ortega (1939) consagrado escritor desde 1958, es hijo de cubano con dama panameña, autor de poemas, cuentos, ensayos, y recientemente novela.
Juan Marinello (1898-1977) dedicó un soneto escrito en París en 1973 y publicado en noviembre de ese año en el número 117 de La Gaceta de Cuba, dirigido a Roque Javier Laurenza, diplomático y periodista panameño – tío de Rubén Blades-, con un envío de pinturas cubanas.
Carlos F. Changmarin (1922-2012), ha sido reconocido en Cuba con Premio Especial del concurso «Rubén Martínez Villena» y medalla «Víctor Jara» de la Central de Trabajadores de Cuba, en 1976. También recibió en el 2004: Medalla y reconocimiento del Consejo de Estado de la República de Cuba.
El poeta, narrador y periodista Luis Carlos Jiménez Varela (1938-2018) fue condecorado en junio del 2002, por el Gobierno de la República Socialista de Cuba a través de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) con la placa cultural José María Heredia, una de las máximas figuras del siglo XIX del romanticismo en el ámbito continental.
La condecoración obedece a la fecunda labor del artista panameño a través de su obra literaria y su alto aporte a la renovación de un arte al servicio de la soberanía y autodeterminación de los pueblos.
Rogelio Sinán, irrestricto amigo del pueblo cubano, no se salvó del cariño de la isla. Manuel Orestes Nieto, evocó en unos recuerdos titulados “Los anteojos de Sinán”: Fuimos hasta las playas de Varadero; le acompañé a recibir la condecoración Haydeé Santamaría- en el Palacio de la Revolución- y que le impuso Fidel Castro, junto a una veintena de intelectuales latinoamericanos. Fuimos a Casa de las Américas, institución que publicó su novela La isla mágica y donde tenía muchos amigos que le querían bien.
Pedro Correa Vásquez (1955- 1995) poeta y educador, promovió publicándole una antología de sus poemas desde 1970 “Los años, los sueños” al bardo Jesús Cos Causse, y este le bautizó el Príncipe.
Luis Alberto González Suárez, publica aquí la novela ambientada en estas islitas, “Coiba, la isla del olvido” en 1995. Otro tanto hace el periodista nacido en Las Tunas, Francisco Fernández Peña, con su poemario “Convicción-Evocación” en el 2011. Con prólogo de Pedro Rivera, y Epilogo de Carlos F. Changmarin.
Manuel Orestes Nieto (1951) recibió el Premio «Casa de las Américas» en 1975 por su poemario “Dar la cara”, y en 2010 el Premio «José Lezama Lima» por su obra poética reunida en El cristal entre la luz.
Javier Alvarado (1982), otro gran poeta panameño, obtuvo Mención de Honor en el Premio Literario Casa de las Américas de Cuba 2010, sección poesía con su libro: Carta natal al país de los locos (Poeta en Escocia.)
Y fue ganador del XV Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2012 con la obra Viaje solar de un tren hacia la noche de Matachín -la eternidad a lomo de tren-. Dicho premio es convocado por la Universidad de Quintana Roo, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Jorge González Durán y la Revista Río Hondo, compitiendo junto a 750 libros procedentes del Caribe hispano (Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, México, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana), así como de Estados Unidos, Europa, Sudamérica, África y Asia, donde residen autores de origen caribeño.
Datos Curiosos
Aquilino Boyd de la Guardia (1921-2004) estudió su Universidad de La Habana en Cuba.
Rosa María Britton (1936-2019) cursó su secundaria en la isla.
Luis Carlos Jiménez Varela estudió ciencias jurídicas en La Habana.
Decenas de médicos, cineastas, entre otras profesiones han estudiado en la mayor de las Antillas, mediante becas.
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