Firmas selectas

Artículos de Opinión, comentarios y análisis

miércoles 1 de mayo de 2024
Lenin

Revolución rusa*

Muchas voces cantan en la historia de los pueblos. Historias difíciles, contradictorias, complejas, como la vida misma. A propósito de los ya más de 100 años de la revolución rusa, podemos caminar por algunos lugares de ese hecho histórico que cambió al mundo. Podemos a irnos a volver por algunos momentos musicales y recorrer algunas vidas como la del líder revolucionario Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin.

La Varsoviana fue, tal vez, una de las canciones más cantadas en la Revolución Rusa. Dice más o menos así: Los torbellinos enemigos sobrevuelan nuestras cabezas. Un futuro incierto nos espera, pero con orgullo y valor lo enfrentaremos y levantaremos la bandera de la lucha obrera. La bandera de la gran batalla de los pueblos por un mundo mejor y la libertad definitiva. Marchen. Avancen trabajadores. ¿Por qué el trabajador debe morir de hambre? ¿Por qué seguiremos callados, hermanos? La hora de la victoria está llegando…
Como toda revolución y como todo hecho histórico, tiene muchas lecturas, muchos caminos se encuentran y desencuentran. En medio de este viaje a Ítaca, hago un alto en la Revolución Rusa…

Por montañas y praderas

Hay una canción que tal vez se conozca más interpretada por el grupo chileno Quilapayún. Fue una versión muy popular en América Latina a finales de la década del 60, en la década del 70 y parte del 80. Esta canción se titula Por Montañas y Praderas, y viene de la Revolución Rusa, más específicamente de los Partisanos Rojos en la lejana Siberia.

Centenares de miles de trabajadores se levantaron en armas para defender la revolución en una larga guerra de guerrillas contra tropas extranjeras que apoyaban la contrarrevolución. La canción recuerda la liberación de la región del río Amur por parte de 20 mil guerrilleros rojos en febrero de 1920, y era cantada por los soldados del Ejército Rojo. Por Montañas y praderas avanza la división…

Lenin

Hay un hecho que, a veces, pasa desapercibido en los análisis sobre la Revolución Rusa. Un pequeño gran hecho en la larga historia de las derrotas populares.

lenin

El 31 de diciembre de 1922, Lenin escribía uno de sus últimos informes, antes de morir el 21 de enero de 1924. En ese documento criticaba las bases del acuerdo que constituía a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS, elaborado y aprobado un día antes por los dirigentes de Rusia, Ucrania, Transcaucasia y Bielorrusia, y ampliamente defendido por Josif Stalin.

Lenin decía: “una cosa es la necesidad de agruparse contra los imperialistas de Occidente, que defienden el mundo capitalista, y otra cosa es cuando nosotros mismos caemos, aunque sea en pequeñeces, en actitudes imperialistas hacia naciones oprimidas quebrantando por ello nuestra sinceridad de principios».

Lenin se oponía al artículo 24 del acuerdo, que decía «Las repúblicas de la Unión modifican sus constituciones en consonancia con el presente acuerdo», lo que transfería todos los poderes constituyentes de las repúblicas a la Unión, de las soberanías nacionales y populares a la dirección multinacional centralizada.

Para el revolucionario ruso, el acuerdo que establecía la URSS era un «oportunismo» del Partido Comunista y de las repúblicas más poderosas, pues se realizaba en el momento que varios movimientos revolucionarios estaban por triunfar en repúblicas asiáticas y era una forma de obligarlos a entrar en la Unión dejando de lado su soberanía, sin haber participado de la discusión que se dio en el PC ruso.

El acuerdo fue un triunfo de Stalin que ganó la mayoría del XII Congreso del Partido Comunista realizado en abril de 1923, en el cual fueron rechazadas las propuestas de Lenin sobre las nacionalidades y la organización interna de la Unión.

Así, con todo el poder de su parte, Stalin instituyó en la nueva URSS una concepción del mundo que se desvió del socialismo a que aspiraba Lenin, quien entendía las particularidades y culturas de cada república y estaba convencido de que consolidar sus autonomías les haría más fuertes a futuro y consolidaría la propia unión. Pero más que consolidar la unión, el revolucionario creía que se consolidaría el proceso de construcción socialista en cada país y eso beneficiaría a la unión.

Lenin, como Marx antes, tenía un pensamiento estratégico, miraba mucho más allá de la coyuntura. Percibió el significado que tendría la soberanía popular nacional de las repúblicas en el futuro de la unión y, sobre todo del socialismo. Comprendía además la fuerza de las culturas y los imaginarios propios. Sabía también que la imposición solo podía servir a corto plazo, pero generaría profundas diferencias hacia el futuro.

Ahora se me ocurre que podemos escuchar o imaginar El vuelo del moscardón, del gran compositor ruso Nikolai Rimsky-Korsakov.

La Maknochina

Este pequeño gran hecho de la historia, sirve para entender la grandeza estratégica de Lenin, más allá de Rusia y de la URSS. Son contados, aquellos que tienen esa capacidad de superar el momento y mirar a lo lejos…

La centralización del poder y el desconocimiento de las nacionalidades será un punto fundamental en la ruptura de la ex Unión Soviética a futuro. Pero más allá de eso, ya en los primeros años, ese tema también aportará al quiebre de los bolcheviques con organizaciones revolucionarias amigas como los partisanos anarco- comunistas de Ucrania, quienes tenían una mirada distinta sobre la construcción social, política y económica en su país, pero que no se oponían a la construcción que proponían los bolcheviques en Rusia. Hay una canción que es himno de los partisanos ucranianos y que luego también fue cantada por anarquistas en la guerra civil española, se titula La Maknochina. Antes de seguir camino, tal vez, podemos irnos a volver para escuchar una versión en francés del Grupo Nigra Safo.

En Ucrania los partisanos anarquistas y anarco-comunistas crearon comunas libres, sin estado, autogestionadas aplicando las ideas de los pensadores anarquistas Mijail Bakunin y Piotr Kropotkin. Comenzada la revolución rusa se levantaron como una fuerza armada revolucionaria conocida como el ejército negro y liderada por Néstor Maknho. Fuerza que en determinados momentos luchó en alianza con los bolcheviques y con el Ejército Rojo. Después se dio la ruptura. La Maknochina es un homenaje a esos partisanos y al propio Maknho.

La Filadelfia Real

Más allá y más acá de encuentros y desencuentro, la Revolución Rusa marcó el futuro del mundo. Para bien y para mal, la Revolución Rusa tuvo una influencia trascendente en todos los movimientos revolucionarios. La organización posterior de la Unión Soviética, el gobierno de Stalin, la segunda guerra mundial, la guerra fría, fueron hechos posteriores que también marcaron al mundo y a los procesos revolucionarios.

Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas fueron las canciones rusas que alentaban a la población y al ejército rojo. Ahora podemos escuchar algunas de esas canciones en la voz de la popular cantautora rusa Elena Vaenga.

La Revolución Rusa representó una esperanza para el mundo. Como tantas revoluciones y procesos en la lucha de los pueblos, despertó la admiración en todas las geografías. Las revoluciones y los procesos de transformación del mundo, camino a un mundo mejor quedan grabados en la historia de la luchas de la humanidad, más allá y más acá de que finalmente hayan sido triunfantes o derrotadas, más allá y más acá de lo que depare el futuro a esas revoluciones o procesos revolucionarios.

A veces creemos que asaltar el palacio de invierno es la victoria definitiva y el futuro depara nuevos caminos. En esos nuevos caminos nos preguntamos muchas veces cuántos kilómetros faltaran para llegar al pueblo aquel, como se pregunta el cantautor Numa Moraes en esa linda canción titulada La Filadelfia Real, sobre poema del gran poeta uruguayo Washington Benavidez: Cuántos kilómetros faltarán para llegar al pueblo aquel, donde no falte el tibio pan, donde te ofrezcan pura miel. A donde no te golpearán por religión o por la piel, por socialista o musulmán, te llames Günner o Raquel…

rmh/kl

*De su libro Mi viaje a Ítaca

 

Kintto Lucas

Lucas, Kintto Periodista y escritor ecuatoriano-uruguayo. Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Barcelona. Vicecanciller de Ecuador entre 2010 y 2012 y embajador de Uruguay para Unasur, Celac y Alba en 2013. Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí 1990. Pluma de la Dignidad de la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador 2004. Recibió la Condecoración al Mérito en el Grado de Gran Cruz, del gobierno de Perú y el Botón de Oro Ho Chi Minh, de Vietnam. Ha ejercido la docencia en las especialidades de periodismo y actualidad política y geopolítica e impartido conferencias en diversas universidades, instituciones estatales y organismos internacionales. Leer más... Es autor de más de 20 libros, entre estos Rebeliones Indígenas y Negras en América Latina; Mujeres del Siglo XX; La rebelión de los indios; El arca de la realidad –de la cultura del silencio a Wikileaks-; Retratos Escritos; Ecuador Cara y Cruz: del levantamiento del noventa a la Revolución Ciudadana (Tres Tomos); Scheherazade y otros relatos; El Naufragio de la Humanidad / O Naufrágio da Humanidade; José “Pepe” Mujica I labirinti della vita; Realidades y Ficciones. Sobre libros, escritores y lectores; Mercè Rodoreda, Barcelona y el “yo-ciudad”.

Logo de Prensa Latina
Más artículos :

……………………………………………….

Las opiniones expresadas en estos artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores.

……………………………………………….